8/26/2009

UNA SANTA OBSESIÓN - William Tyndale (1495-1536)

William Tyndale (nacido c. 1490, en Slymbridge, cerca de Gloucestershire, Inglaterra y muerto el 6 de octubre de 1536 en Vilvoorde, cerca de Bruselas, Brabante) recibió su título en Oxford pero también estudió en Cambridge. Fue ordenado al sacerdocio en 1521 y pronto comenzó a hablar de su gran deseo que llegaría a ser la obsesión de su vida: la traducción de la Biblia al inglés.

Se dice que en el curso de una disputa con un prominente clérigo le dijo: "Si Dios me da vida haré que el gañán que guía el arado conozca las Escrituras mejor que tú."

PENALIDADES

Como el rey Enrique VIII, a la sazón monarca gobernante en Inglaterra, era totalmente opuesto a cualquier versión de la Biblia en inglés, Tyndale huyó a Alemania, donde conoció a Martín Lutero, y allí viajó de ciudad en ciudad, exiliado, pobre, perseguido y en constante peligro. Tyndale entendió que la doctrina popular de su tiempo implicaba que el ser humano puede ganarse la salvación por su conducta y por hacer penitencia y frente a ello escribió sobre la salvación como un regalo de Dios, dado gratuitamente y no en respuesta a buenas obras por parte del hombre.

TRADUCCIÓN DEL NUEVO TESTAMENTO Y MARTIRIO
La traducción del Nuevo Testamento la terminó en 1525 siendo impreso en Worms y llevado de contrabando a Inglaterra. De las 18.000 copias que se hicieron, hoy sólo tenemos dos.

En 1534 publicó una edición revisada y empezó a trabajar en el Antiguo Testamento; dos años más tarde terminó y publicó el Pentateuco y Jonás, teniendo también traducidos los libros desde Josué hasta Segundo de Crónicas, pero entonces fue capturado (alguien a quien Tyndale había protegido lo delató), juzgado por herejía y condenado a muerte.

Fue quemado en la pira, siendo sus últimas palabras:

"Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra."


LOS CARGOS CONTRA TYNDALE

Las razones que esgrimieron sus enemigos para llevar a Tyndale a la pira pueden resumirse en las siguientes acusaciones:
  • Sostiene que la fe sola justifica.
  • Sostiene que creer en el perdón de pecados y abrazar la misericordia ofrecida en el evangelio es suficiente para la salvación.
  • Afirma que las tradiciones humanas no pueden atar la conciencia salvo cuando su negligencia pueda causar escándalo.
  • Niega la libertad de la voluntad.
  • Niega que exista el purgatorio.
  • Niega que la virgen o los santos intercedan por nosotros.
  • Afirma que ni la virgen ni los santos han de ser invocados por nosotros.

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