tag:blogger.com,1999:blog-316976612024-03-13T12:32:55.662-07:00ALGO EN COMUNEste es mi rincón en el ciberespacio en donde comparto una compilacion de artículos, comentarios, reflexiones y biografías de personas que han influenciado mi vida con su cristianismo y vida de devoción. También encontrarás un humilde aporte de reflexiones selectas que he compartido en ocasiones especiales.
Espero que les sea de mucha bendición.
No duden en dejar sus comentarios al final de cada post.!!Unknownnoreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-51937207449566831862010-01-12T11:23:00.000-08:002010-01-12T11:33:52.105-08:00CINCO VOTOS PARA OBTENER PODER ESPIRITUAL - A. W. Tozer<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://samuelatgilgal.files.wordpress.com/2009/09/a-w-tozer.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 222px; height: 288px;" src="http://samuelatgilgal.files.wordpress.com/2009/09/a-w-tozer.jpg" border="0" alt="" /></a><div style="text-align: justify;"><b>Afirmaciones para el Reavivamento Personal</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunas personas rechazan la idea de hacer votos, pero en la Biblia usted encontrará muchos grandes hombres de Dios que fueron dirigidos por alianzas, promesas, votos y compromisos. El salmista no se retractaba al hacer votos. "Los votos que hice, yo los mantendré, oh Dios", dijo él. "Rendirte acciones de gracia" (Sal 56.12).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi consejo en esa cuestión es que si usted está realmente preocupado con su avance espiritual - la obtención de nuevo poder, nueva vida, nueva alegría y nuevo reavivamento personal dentro de su corazón -, será bueno hacer ciertos votos y empeñarse por cumplirlos. Si usted falla, postrese en humillación, arrepiéntase y comience nuevamente, pero siempre lleve en consideración los votos hechos. Ellos irán ayudandole a armonizar su corazón con los vastos poderes que fluyen del trono donde Cristo que está sentado, a la diestra de Dios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El hombre carnal rechaza la disciplina de tales compromisos. Él dice: "Quiero ser libre. No quiero tener cualquier voto sobre mí. No creo en eso. Eso es legalismo". Bien, déjeme presentar el cuadro de dos hombres.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Uno de ellos no hizo voto alguno. Él no acepta cualquier responsabilidad de ese tipo. Él quiere ser libre. Y él es libre, en cierta manera así como un vagabundo es libre. El vagabundo es libre para sentarse en un banco de jardín de día, dormir y colocarse un periódico por la noche, ser puesto hacia fuera de la ciudad en la mañana de jueves y volver y subir por las escaleras rangentes de alguna pensión en la quinta a la norte. Ese hombre es libre, pero también es inútil. Él sólo ocupa un lugar en el mundo, cuyo aire respira.</div><div style="text-align: justify;">Examinemos ahora otro hombre - tal vez un presidente, o primer ministro o cualquier gran hombre que carga sobre sí el peso del gobierno. Hombres así no son libres. Sin embargo, con el sacrificio de su libertad demuestran poder. Si insisten en ser libres, podrán serlo, pero sólo como el vagabundo. Escogieron, sin embargo, estar amarrados.</div><div style="text-align: justify;">Hay muchos vagabundos religiosos en el mundo de los que no quieren estar amarrados a cosa alguna. Ellos transformaron la gracia de Dios en libertinaje personal. Las grandes almas, sin embargo, son aquellas que se aproximan reverentemente de Dios comprendiendo que en su carne no habita bien alguno. Y saben que, sin la capacitación dada por Dios, cualesquier votos hechos serían quebrados antes de que se ponga el sol. No obstante, visto que creen en Dios, con reverencia asumen ciertos votos sagrados. Ese es el camino para el poder espiritual. </div><div style="text-align: justify;">Siendo así, hay cinco votos que tengo en mente, que será bueno hacer y observar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li><b>Primer Voto: Trate Seriamente con el Pecado</b></li></ul></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El pecado ha sido disfrazado estos días, apareciendo con nuevos nombres y caras. Usted puede estar siendo expuesto a ese fenómeno en la escuela. El pecado es llamado por diversos nombres adornados - cualquier nombre, menos por lo que él realmente es. Por ejemplo, los hombres ya no se quedan más bajo convicción de pecados; ellos tienen un complejo de culpa. En lugar de confesar sus culpas a Dios, para que se libren de ellas, se acomodan en un diván e intentan relatar lo que sienten a un hombre que debe conocer mejor todo sobre ellos. Después de algún tiempo, la respuesta dada es que ellos fueron profundamente lastimados cuando tenían dos años, o alguna cosa semejante. Se supone que eso los hará que se sientan mejor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo eso es ridículo, porque el pecado es aún el mismo antiguo enemigo del alma. Él nunca fue alterado. Necesitamos tratar firmemente con el pecado en nuestra vida. Acordemonos siempre de eso. "El reino de Dios no es comida ni bebida", dijo el apóstol Pablo, "Pero justicia, y paz, y alegría en Espíritu Santo" (Rom 14.17). La justicia reposa a la puerta del reino de Dios. "El alma que pecare, esa morirá" (Ez 18. 4, 20). No estoy predicando la perfección sin pecado. Antes, quiero decir que todo pecado conocido debe ser nombrado, identificado y repudiado, y que debemos confiar en Dios para ser liberados de él, para que no exista cualquier pecado consciente, deliberado en cualquier parte de nuestra vida. Y absolutamente necesario que hagamos eso, porque Dios es un Dios santo, y el pecado está en el trono del mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo tanto, no llame sus pecados por algún otro nombre. Si usted es envidioso, llámelo de envidia. Si usted tiene la tendencia a la autocomiseracion y a sentir que no es aceptado, pero es como una flor que nace para morir desapercibida, a desgastar su dulzura en el aire del desierto, llame ese pecado por lo que él es: autopiedad. También esta el resentimiento. Si usted está resentido, admítalo. He conocido personas que viven en un estado de indignación furiosa la mayor parte del tiempo. Conozco una persona que actúa como una gallina lanzada fuera del nido: él se queda corriendo en todas las direcciones quejándose y murmurando alguien está siempre haciéndolo errar. Ahora, si usted tiene ese mismo "espíritu", tiene que tratar con él inmediatamente. Usted necesita librarse de eso. La sangre de Jesucristo nos purifica de todo pecado. En lugar de intentar disfrazar el pecado o buscar una traducción griega opcional en algún lugar bajo la cual ocultarlo, llámelo por su nombre correcto y líbrese de él por la gracia de Dios.</div><div style="text-align: justify;">Esta también el mal humor. No le llame indignación. No intente llamarlo de algún otro nombre. Llámelo por lo que él es. Porque, si usted tiene mal humor, o usted se deshace de él o él deshará mucho de su espiritualidad y alegría. Así pues, tratemos el pecado con seriedad. Seamos perfectamente amables. Dios ama a las personas amables.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Segundo Voto: No Sea Dueño de Cosa Alguna</span></li></ul></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con eso, no quiero decir que no podamos poseer cosas. Quiero decir que debemos ser liberados del sentido de poseerlas. Ese sentido de posesión es lo que nos enreda. Todos los bebés nacen con las manos cerradas, y eso me parece decir: "Es mío!" Una de las primeras cosas que ellos dicen es "mío", con voz airada. Ese sentido de "es mío!" es muy perjudicial para el espíritu. Si pudiera librarse de eso, para que ya no tenga el sentido de posesión sobre cualquier cosa, usted sentirá gran libertad en su vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No piense con eso que usted necesita vender todo cuanto posee y distribuirlo como caridad. No, Dios permitirá que usted tenga su coche y sus negocios, su profesión y su posición, cualquiera que ella sea, con tal de que entienda que eso no es suyo, en absoluto, pero es de él, y que todo cuanto está haciendo es sólo trabajando para Él. Entonces, podrá estar tranqüilo en relación a todo eso, pues nunca necesitamos preocuparnos por perder lo que pertenece la otra persona. Si esas cosas fueran suyas, usted estará siempre mirando hacia las manos para ver si aún están allí, pero que se vayan a Dios, ya no necesita preocuparse con ellas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Permítame apuntarle algunas de las cosas que usted tiene que entregar Dios. Sus posesiones son una de esas cosas. Algunos de los queridos hijos del Señor están siendo mantenidos para atras porque existe un balón y una corriente presas en sus piernas. Si fuera un hombre, puede ser su lujoso coche o la grandiosa casa. Si fuera una mujer, tal vez sean sus vajillas de porcelana o sus cosmeticos. Vamos a considerar un precioso florero como ejemplo. Allí está él, y si alguien batiera en él y lo quebrara, su pobre dueño probablemente perdería cinco años de su vida!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Tercer Voto: Nunca se defienda</span></li></ul></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos nosotros nacemos con el antojo de defendernos. Y tal vez insista en defenderse a sí mismo, Dios permitirá que usted lo haga. Sin embargo, si usted entregara su defensa Dios, entonces Él lo defenderá. Él dijo a Moisés cierta vez: "Seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios" (Ex 23.22).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mucho tiempo atrás, el Señor y yo llegamos juntos al capítulo 23 del libro de Êxodo, y Él me mostró ese pasaje. Ya hace treinta años que ella ha sido una fuente de bendiciones preciosas para mí. No tengo que luchar. El Señor es Quien lucha por mí. Y Él ciertamente hará el mismo por usted. Él será el Enemigo de sus enemigos y Adversario de sus adversarios, y usted nunca más necesitará defenderse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Que defendemos? Bien, defendemos nuestro servicio y, particularmente, defendemos nuestra reputación. Su reputación es lo que los otros piensan que usted es, y surgira alguna historia sobre usted, la gran tentación es intentar correr para acabar con ella. En el, como usted bien sabe, intentar llegar hasta la fuente de una historia así es una tarea inútil. Absolutamente inútil! Y como intentar hallar el pajarito después de haber encontrado una pena en el césped. Usted no podrá hacer eso. Sin embargo, si se vuelve completamente al Señor, Él lo defenderá completamente y procurará para que nadie le cause daño. "Toda arma forjada contra ti no prosperará", dice el Señor, "Toda lengua que se levante contra ti en juicio, tú la condenarás" (Is 54.17).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Henry Suso fue un gran creyente en días pasados. Un día, él estaba recogiendo lo que algunos creyentes me han dicho que también están recogiendo: conocer mejor a Dios. Vamos a colocar eso en estos términos: usted está procurando tener un despertamento religioso en lo íntimo de su espíritu que el lo lleve a las cosas profundas de Dios. Bien, cuando Henry Suso estaba recogiendo de Dios, algunas personas comenzaron a contar historias malas sobre él, y eso le entristeció tanto que él lloró lágrimas amargas y sintió gran dolor en el corazón.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, un día, él estaba mirando por la ventana y vio un perro jugueteando en la azotea. El animal tenía un trapo que jugaba por encima de sí, y hacía a alcanzarlo atrapándolo con los dientes, y corría y jugaba, y corría y jugaba muchas veces. Entonces Dios dijo Henry Suso: "Aquel trapo es mi reputación, y estoy dejando que los perros del pecado rasguen mi reputación en pedazos y la lancen por tierra para mi propio bien. Un día de estos, las cosas cambiarán".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y las cosas cambiaron. No paso mucho tiempo hasta que los individuos que estaban atacando la reputación de Suso se quedaran confundidos, y él fue elevado a un lugar que lo transformó en una autoridad en sus días y en una gran bendición hasta hoy para aquellos que cantan sus himnos y leen sus obras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li><b>Cuarto Voto: Nunca diga Algo que Perjudique Alguien</b></li></ul></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El chisme no tiene lugar en el favor de Dios. Si usted sabe alguna cosa que pueda venir a obstruir o herir la reputacion de uno de los hijos de Dios, entiérrela para siempre. Recoja un pequeño jardín, atrás de la casa - en algun lugar en alguna parte y, cuando alguien se aproxime a usted con alguna historia de maledicência, llévela hasta allí y sepúltela, diciendo: "Aquí yace en paz la historia sobre mi hermano". Dios tomará cuenta de aquella historia. "Con el criterio con que juzgarais, seréis juzgados" (Mt 7.2).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si quiere que Dios sea bondadoso con usted, tendrá también que ser bondadoso con sus otros hijos. Usted dirá: "Pero eso no es la gracia!?". Bien, la gracia es que El lo hizo a usted entrar en el reino de Dios. Y es un favor imerecido. Sin embargo, después de usted sentarse a la mesa del Padre, Él espera que pueda aprender como comportarse en la mesa. Y Él no le permitirá comer mientras usted no obedece sus ordenes. Y que orden es esa? que no cuente historias sobre los hermanos que están sentados a la mesa con usted - no importando donde se congregan, la nacionalidad o acontecimentos del pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Quinto Voto: Nunca tome Cualquier Gloria</span></li></ul></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dios es celoso de Su gloria y no la dará a nadie. Él no compartira Su gloria con quienquiera que sea. Es muy natural, diría yo, que las personas esperen que tal vez su servicio cristiano les dé una oportunidad de demostrar sus habilidades. Verdaderamente quieren servir al Señor, pero también quieren que los demás sepan que están sirviendo al Señor. Ellas quieren tener reputación entre los santos. Este es un terreno muy peligroso: tener reputacion entre los santos. es muy ruin buscar reputación en el mundo, pero es peor buscar reputación entre el pueblo de Dios. Nuestro Señor desistió de Su reputación, y debemos hacer eso también.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Meister Eckhart cierta ocasión predicó un sermón sobre la purificación que Cristo hizo en el templo. Dijo él: "nada había de errado con aquellos hombres que vendían y compraban allí. Nada había de errado en intercambiar dinero allí. El pecado de ellos se resumía en el hecho de que hacian eso para obtener un logro. Ellos ganaban cierto porcentaje a los que sirvian al Señor". Y entonces Eckhart hizo la aplicación: "Quienquiera que sirva por una comisión, por un poquito de gloria que pueda quitar de ese servicio, es un comerciante, y debe ser expulso del templo".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Concuerdo totalmente con eso. Si usted está sirviendo al Señor y, casi sin perciber - tal vez inconscientemente, espera obtener una pequeña comisión de cinco por ciento, cuidado! Eso irá a espantar el poder de Dios de su espíritu. Usted necesita determinar que nunca irá a aceptar cualquier gloria, pero si cuidar para que Dios a reciba toda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esos Cinco Votos Necesitan ser Escritos en Nuestra Propia Sangre</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La cosa más simple posible es presentar un mensaje como este. Es realmente difícil es poner eso en práctica en nuestra propia vida. Recuerde que esos cinco votos no son alguna cosa que se deba escribir en la tapa de la Biblia para, después, olvidarlos. Necesitan ser escritos en nuestra propia sangre. Tienen que ser votos finales, irrevocables. Que Se queden sólo en la superficie no es suficiente. No puede ser así. No! Que esos votos vengan de las profundidades de su corazón, de las mayores profundidades de su espíritu.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esos votos son contrarios a la antigua naturaleza humana. Ellos introducen la cruz en nuestra vida. Y nadie jamás pudo retraerse después de haber tomado su cruz - nadie, jamás. Cuando un hombre toma la cruz, ya dijo adiós. Él nunca más volverá. El hombre con la cruz nunca retorna. Cuando hagas esos votos, recuérde: ellos introducen la cruz en su vida, hieren en el corazón su vida centrada en el ego, y nunca más habrá lugar para retorno. Y digo yo: "Ay de los livianos!"</div><div style="text-align: justify;">En Brasil - y tal vez en otros lugares tambien - muchas personas están diciendo: </div><div style="text-align: justify;">"Experimenten a Jesus, experimenten Dios!" Livianos, experimentadores, probadores es lo que ellos son. Son como un conejo que cuenta con doce agujeros de salida, para que, si uno sea obstruido, pueda huir por el otro! No! De la cruz no hay lugar para huir. Nadie puede "experimentar" Jesus. Él no está a la disposicion de nadie para ser probado. Cristo no está bajo prueba. Usted está. Yo estoy. Él no! Dios Lo resucitó de entre los muertos y para siempre confirmó Su deidad y Lo selló y entronizo a Su mano derecha como Señor y Cristo. Entregue todo a Él y notará que su vida comenzará a ser elevada. Usted florecerá de manera maravillosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Por una Vida mas Poderosa</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, si usted, por casualidad, que sea uno de aquellos sobre quien Dios impuso la mano para una vida más profunda, para una vida más poderosa, para una vida más llena, entonces yo pregunto si está dispuesto a hacer una oración como esta: "Dios, glorificate tu aun a pesar de mi. envíame la situacion - cualquiera que fuera, Señor. Yo no establezco el precio. No intentaré volver atrás. Glorificate tú Señor. Yo acarrearé con las consecuencias".</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ese tipo de oración es simple, pero es profunda, maravillosa y poderosa. Yo creo que si usted pudiera hacer una oración como esa, ella será la rampa de donde podrá ser lanzado a las mayores alturas y a los cielos más azules en las cosas del Espíritu.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Segunda parte</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Una Vida Llena del Espiritu</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo Cristiano puede Recebir un Derramamiento Abundante del Espíritu Santo</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><blockquote>llenaos del Espíritu. Efésios 5.18</blockquote></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que todo cristiano puede y debe ser lleno de Espíritu Santo difícilmente parece ser tema de un debate entre cristianos. Sin embargo, algunos argumentan que Espírito Santo no es para simple cristianos, pero sólo para ministros y misioneros. Otros sostienen que la porción del Espíritu recibida en la regeneración es idéntica a aquella recibida por los discípulos en el Pentecostes y cualquier esperanza de una plenitud adicional después de la conversión simplemente está basada en el error. Algunos expresarán una vaga de que algún día podrán ser llenos del Espíritu, y aún otros evitarán el asunto alegando que poco saben al respecto y que este tema sólo puede causar confusión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gustaría afirmar con osadía que todo cristiano puede recibir un derramamiento abundante del Espíritu Santo en una porción muy además de aquella recibida en la conversión, y también diría que esta sería muy además de aquella disfrutada por la posición y lugar de destaque de algunos cristianos ortodoxos de hoy. Es importante que entendamos bien esta verdad, pues en cuanto que existan dudas es imposible tener fe. Dios no sorprenderá un corazón dudoso con una efusión de Espírito Santo, ni visitará alguien que haya dudas doctrinarias sobre la posibilidad de ser lleno del Espíritu.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para cesar las dudas y crear una expectativa segura, recomiendo un estudio reverente de la Palabra de Dios. Estoy pronto para basar mi conjetura en las enseñanzas del Nuevo Testamento. Si un examen cuidadoso y modesto de las palabras de Cristo y de Sus apóstoles no llevar a la convicción de que podemos ser llenos de Espírito Santo en este momento, entonces no veo razón para pescar en otra fuente, una vez que poco importa lo que este o aquel educador religioso dijo a favor o contra esta proposición. Si la doctrina no es enseñada en las Escrituras, inmediatamente no puede ser sostenida por ningún argumento, y todas las exhortaciones a que sean consideradas no tienen valor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No presentaré aquí un caso para la afirmativa. Que aquel que tiene dudas examine la evidencia por sí aún, y llegarse a la conclusión de que no hay justificación en el Nuevo Testamento para creer que puede ser lleno del Espíritu, que él cierre este libro y ahórrese del trastorno de continuar a leerlo. Lo que digo de aquí para frente dice respeto a hombres y mujeres que superaron sus dudas y están convencidos de que, cuando cumplen las condiciones, pueden, de hecho, ser llenos de Espírito Santo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El Hombre debe tener la certeza de que Desea ser lleno del Espíritu</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de ser lleno del Espíritu, el hombre debe tener la certeza de que desea que esto acontezca. Y esta cuestión debe ser llevada en serio. Muchos cristianos quieren ser llenos del Espíritu, pero su antojo es un tipo de sentimiento romântico e indistinto que difícilmente merece ser llamado de antojo. Ellos no tienen idea de cuánto les costaría darse cuenta de esta verdad.</div><div style="text-align: justify;">Imaginese que estamos conversando con una persona que tiene dudas, algún joven cristiano impulsivo, digamos, que nos buscó para aprender sobre la vida llena del Espíritu. De la manera más gentil posible, consideran la naturaleza intencional de las preguntas, buscaríamos en su alma de la siguiente forma: "Usted tiene La certeza de que desea ser lleno de un Espíritu que, aunque sea como Jesus en Su bondad y amor, pedirá que sea Señor de su vida? Usted está dispuesto a dejar que su personalidad sea controlada por otra, aunque esta sea el Espíritu del propio Dios? Si asumes el control de su vida, el Espíritu esperará una obediencia incondicional en todo. Él no tolerará en usted los pecados del ego aunque estos sean permitidos y perdonados por la mayoría de los cristianos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando digo pecados del ego me refiero a amor-propio, autocomiseracion, egoísmo, autoconfianza, fariseísmo, auto-exaltación, autodefensa. Usted descubrirá que el Espíritu hace firme oposición a las maneras fáciles del mundo y de la masa heterogénea que están dentro de los límites de la religión. Él tendrá celos de usted para su propio bien. Jamás permitirá que usted se comporte con ostentación, vanaglóría o exhibicionismo. Colocará el control de su vida lejos de su alcance. Hará que los justos lo prueben, lo disciplinen, el castiguen por amor a su alma. Podrá privarlo de muchos de aquellos placeres inciertos que otros cristianos disfrutan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por todo eso, Él irá envolviendolo en un amor tan inmenso, tan poderoso, tan amplio, tan maravilloso que sus pérdidas parecerán ganancias, y sus pequeños dolores, alegrías. Pero, la carne protestará bajo el fardo del Espíritu e irá a censurarlo como un yugo muy pesado para ser cargado. Y usted tendrá permiso para disfrutar del solemne privilegio de sufrir para llenarse de aquello que está por detrás de las aflicciones de Cristo en su carne por amor del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Delante de esas condiciones, ¿usted aún quiere ser lleno de Espíritu Santo?" Si eso parezca serio, nos acordemos de que el camino de la cruz nunca es fácil. El brilo y la fascinación que acompañan los movimentos religiosos populares son tan falsos como el resplandor en las alas del ángel de las tinieblas cuando él, por un instante, se transforma en ángel de luz. La timidez espiritual que teme mostrar la cruz en su verdadero carácter no debe ser justificada bajo ninguna razón. Ella puede resultar sólo en frustración y tragedia en el final.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">El deseo de ser Lleno del Espíritu debe ser Extremadamente Profundo.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes que seamos llenos del Espíritu, el deseo de ser lleno debe ser extremadamente profundo. Debe ser, por ahora, la cosa más importante de la vida, tan intensa, a punto de impedir la entrada de cualquiera otra cosa. El grado de plenitud en cualquiera concuerda perfectamente con la intensidad del verdadero deseo. Tenemos tanto de Dios cuanto, en la verdad, nos gustaría tener. Uno de los mayores impedimentos para una vida llena del Espíritu es la teología de la complacencia tan ampliamente aceptada entre los evangélicos de nuestros días. De acuerdo con esta visión, el deseo intenso es una evidencia de incredulidad y prueba de la falta de conocimiento de las Escrituras. Una refutación suficiente de esta posición es suministrada por la propia Palabra de Dios y por el hecho de que ella siempre deja de producir la verdadera santidad entre aquellos que la defienden.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo tanto, dudo que una persona que ya recibió aquella inspiración divina con la cual nos preocupamos aquí no haya experimentado un momento de profunda ansiedad y agitación interior. El contentamento religioso siempre es el enemigo de la vida espiritual. Las bio-grafías de los santos enseñan que el camino para la grandeza espiritual siempre fue por medio de mucho sufrimiento y dolor en lo íntimo. La frase "El camino de la cruz", aunque aparezca en determinados grupos con el sentido de algo muy bello y hasta agradable, aún significa para el verdadero cristiano lo que siempre significó: el camino del rechazo y de la pérdida. A nadie jamás le gustó una cruz, así como a ninguno jamás le gustó una horca. El cristiano que está a la busqueda de cosas mejores y que, para su temor, se vio en un estado de total desesperación consigo no necesita sentirse desanimado. El desespero con el ego, cuando es acompañado de la fe, es un buen aliado, pues destruye uno de los enemigos más poderosos del corazón y prepara el alma para la ministracion del Consolador.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una sensacion de completo vacío, de frustración y de tinieblas puede (que se estemos atentos y conocedores de lo que está aconteciendo) ser el fantasma en el valle de las sombras que lleva a aquellos campos fructíferos de lejos. Si no entendiéramos bien este principio y que resistamos esta visita de Dios, podemos perder por completo todos los beneficios que un Padre celeste y bondadoso tiene en mente para nosotros. Si cooperáramos con Dios, Él llevará los auxilios naturales que nos sirvieron, como la figura de la madre o de una enfermera, por tanto tiempo y nos colocará en un lugar donde no podremos recibir otra ayuda sino a del propio Consolador. Él arrancará aquella cosa falsa que los chinos llaman de "faz" y nos mostrará cuánto arduamente somos realmente pequeños. Cuando hubiera acabado Su obra en nosotros, sabremos lo que nuestro Señor quiso decir cuando dijo: "Bienaventurados los humildes de espíritu" (Mt 5.3).</div><div style="text-align: justify;">No se olvide, sin embargo, de que en estas disciplinas arduas no seremos abandonados por nuestro Dios. Él nunca nos dejará ni nos desamparará, ni se quedará airado con nosotros ni nos reprobará. No quebrará Su alianza ni cambiará las palabras que salieron de Sus labios. Él nos guardará como la niña de Sus ojos y celará por nosotros como una madre a cuidar de su hijo. Su amor no fallará aunque esté conduciéndonos a una experiencia tan real y tan terrible de crucificción de nuestro ego, de modo que sólo podemos expresarla por medio del llanto: "Dios mío, Dios mío, por qué me desamparaste?" (Sl 22.1; Mt 27.46).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El Valor de la Experiencia de Privacion</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este momento, busquemos mantener nuestra teología en este sentido en lo que concierne a todo eso. No hay en esta difícil privación un remoto pensamiento de mérito humano. La "noche oscura del alma" no conoce un rayo turbio de la luz engañosa del farisaísmo. No merecemos la unción que anelamos por medio del sufrimiento, ni esta devastación del alma hace con que seamos personas estimadas por Dios ni nos da otro favor a sus ojos. El valor de la experiencia de privación está en su poder de en los desvincular de los intereses pasajeros de la vida y en los lanzar de vuelta a la eternidad. Sirve para vaciar nuestros floreros terranales y prepararnos para el infundir de Espíritu Santo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que se llene del Espíritu, por lo tanto, exige que abramos mano de nuestro ser como un todo, que nos sometamos la una muerte interior, que liberemos nuestro corazón de aquel desecho adâmico que se acumuló al largo de los siglos y abramos todos los compartimentos de nuestro ser para el Invitado celestial. El Espíritu Santo es una Persona viva y debe ser tratado como tal. Nunca debemos pensar En él como una energía ciega ni como una fuerza impersonal. Él oye, ve y siente como cualquiera otra persona. Él habla y oye cuando hablamos. Podemos agradarle, entristecerlo o callarlo como podemos hacerlo con cualquiera otra persona. Él responderá a nuestro tímido esfuerzo por conocerlo y vendrá a su encuentro en medio del camino.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por más maravillosa que sea esta experiencia o la crisis de ser lleno del Espíritu, debemos recordar que eso es sólo un medio para que alcancemos algo mayor: que es el piso en el Espíritu durante una vida, ser habitado, dirigido, enseñado y fortalecido por Su poderosa Persona. Y para continuar, por lo tanto, a andar en el Espíritu es preciso que, cumplamos ciertas condiciones. Estas nos son presentadas en las Sagradas Escrituras y están descritas allí para que todos vean.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Una Vida llena del Espíritu</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ser lleno del Espíritu requiere, por ejemplo, que vivamos de acuerdo con La Palabra de Dios como un pez que vive en el mar. Con eso no quiero decir que debimos simple-miente estudiar la Biblia, ni que hagamos un "curso" sobre la doctrina bíblica. Quiero decir que debemos "meditar de día y de noche" en la Santa Palabra, que debemos amarla, en deleitarnos con ella y la digieres todo el tiempo. Cuando las actividades de la vida exigen nuestra atención, podemos, sin embargo, con un tipo de reflexión bendecida, mantener siempre la Palabra de la Verdad en nuestra mente.</div><div style="text-align: justify;">Por lo tanto, si agradamos el Espíritu que habita en nosotros, todos debemos tener una buena relacion con Cristo. La obra presente del Espíritu es honrar a Cristo, y todo que Él hace tiene esta tarea como su principal propósito. Debemos hacer que nuestros pensamientos sean un santuario limpio para Su santa habitación. Él habita en nuestros pensamientos, y pensamientos deshonrosos le son tan repulsivos. Sobre todo, debemos tener la disposición de fe que continuará firme por más radical que pueda ser la inestabilidad de nuestros estados emocionales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La vida en la que el Espíritu habita no es una edición de lujo del cristianismo que debe ser disfrutada por determinados cristianos extraordinarios y privilegiados que, por casualidad, son mejores y más sensibles que el resto. Al contrario, es el estado normal para todo hombre y mujer remido en todo el mundo. Y "el misterio que habia estado oculto de los siglos y de las generaciones; ahora, sin embargo, se manifestó a sus santos; a los cuáles Dios quiso dar a conocer cual sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, es decir, Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria" (Cl 1.26-27). Faber, en uno de sus bellos y reverentes himnos, dedicó estas maravillosas palabras a Espírito Santo:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><blockquote>Océano, inmenso Océano que fluye, Tú eres el Amor que no tuvo principio; Estremezco en mi alma Siento el mover de Tus aguas.Tú eres un mar sin playa; Tremendo e infinito Tú eres; Un mar que puede limitarse dentro de mi pequeño corazón.</blockquote></div><div style="text-align: justify;"><b>Tercera parte</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El llamado más alto</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si Dios lo ha llamado usted para que sea verdaderamente como Jesus con todas las fuerzas de su Espíritu, Él lo estimulará para que lleve una vida de crucifixión y de humildad y Le exigirá tal obediencia que usted no podrá imitar a los demás cristianos, pues Él no permitirá que usted haga lo hacen otros, en muchos aspectos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otros, que aparentemente son muy religiosos y fervorosos, pueden tener a sí mismos en alta estima, pueden recoger influencia y resaltar la realización de sus planes; usted, sin embargo, no debe hacer nada de eso, pues, intentar hacerlo, fracasará de tal modo y merecerá tal reprobación por parte del Señor, que usted se convertirá en un penitente lastimoso.</div><div style="text-align: justify;">Otros podrán hacer alarde de su trabajo, de sus éxitos, de sus escritos, pero El Espíritu Santo no Le permitirá a usted ninguna de esas cosas. Si usted comienza a proceder de esa forma, Él lo consumirá en una mortificacion tan profunda que usted depreciará todas sus buenas obras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A otros será permitido conseguir grandes sumas de dinero y darse a lujos supérfluos, sin embargo Dios sólo proporcionará a usted el sostén diario, porque quiere que usted tenga algo que es muy más valioso que el oro: una absoluta dependencia De él y de Su invisible tesoro.</div><div style="text-align: justify;">El Señor permitirá que los demas reciban honras y se destaquen, mientras lo mantiene a usted oculto en la sombra, porque Él quiere producir un fruto selecto y fragante para Su gloria venidera, y eso sólo puede ser producido en la sombra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dios puede permitir que los demás sean grandes, pero usted debe continuar siendo pequeño; Dios permitirá que otros trabajem para Él y ganen fama, sin embargo hará que usted trabaje y se desgaste sin que ni aún sepa cuanto está haciendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después, para que su trabajo sea aún más valioso, permitirá que otros reciban el crédito por lo que usted hace, con el fin de enseñarle el mensaje de la cruz: la humildad y algo de lo que significa participar de Su naturaleza. Espíritu Santo mantendrá sobre usted una estricta vigilancia y, con celoso amor, le reprobará por sus palabras, o por sus sentimientos indiferentes, o por mal gastar su tiempo, esas cosas que parecen no preocupar a los demás cristianos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, habitúese a la idea de que Dios es un soberano absoluto que tiene el derecho de hacer lo que Le plazaca con los que Le pertenecen y que no puede explicarle las infinidades de cosas que podrían confundir su mente por el modo como Él procede con usted. Dios le tomará la palabra; y si usted se vende para ser Su esclavo sin reservas, Él lo envolverá en un amor celoso que permitírá que otros hagan muchas cosas que a usted no le son permitidas. Sépalo de una vez por todas: usted tiene que entenderse directamente con Espíritu Santo acerca de esas cosas, y Él tendrá el privilegio de atar su lengua, o de colocar esposas en sus mano o de cerrar sus ojos para aquello que es permitido a los demás. Sin embargo, usted conocerá el secreto del reino.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando estuviera poseído por el Dios vivo de tal manera que se sienta feliz y contento en el íntimo de su corazón con esa peculiar, personal, privada y celosa tutoría y con ese gobierno de Espíritu Santo sobre su vida, entonces habrá encontrado la entrada de los cielos, el llamado mas alto de Dios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">FIN</div>Unknownnoreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-28365818512682757412010-01-07T11:52:00.000-08:002010-01-07T11:59:38.958-08:00EL ESPÍRITU DE ORACIÓN. Charles Finney<blockquote>"Y de igual manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues, qué es lo que hemos de pedir como conviene, no Io sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.</blockquote><blockquote><div style="text-align: justify;">"Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la mentalidad del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos." (Romanos 8:26, 27.)</div></blockquote><div style="text-align: justify;">Nuestra ignorancia respecto a la voluntad de Dios, tanto la que se revela en la Biblia, como la que no nos es revelada, es tan grande, que tenemos que saber por medio de sus providencias. La humanidad está prácticamente en ignorancia tanto de las promesas y profecías de la Biblia, como ciega a la providencia de Dios. Y aún están más a oscuras sobre aquellos puntos en que Dios no ha dicho nada excepto por medio de la dirección de su Espíritu. He mencionado estas cuatro fuentes de evidencia en las cuales se funda la fe en la oración: promesas, profecías, providencias y el Santo Espíritu. Cuando fallan todos los otros medios para guiarnos al conocimiento de qué es o que hemos de pedir al orar, el Espíritu nos guía.
<br /><span class="fullpost">Sé de un hombre (Nora: indudablemente se trata de él mismo) que estaba en gran oscuridad espiritual. Se retiró para orar, resuelto a no desistir hasta haber hallado al Señor. Se arrodilló y trató de orar. Todo era oscuro y no podía orar. Se levantó un rato; pero no quería ceder, porque había prometido que no dejaría que se pusiera el sol aquel día, sin haberse entregado al Señor. Se arrodilló de nuevo; pero todo era oscuro, y su corazón era tan duro como antes. Estaba casi desesperado y dijo en agonía: "He agraviado el Espíritu de Dios y no hay promesa para mi. Estoy apartado de la presencia de Dios."</span>
<br />
<br />Pero, estaba resuelto a no rendirse y se volvió a arrodillar. Había dicho unos pocas palabras solamente cuando este pasaje apareció en su mente, como si acabara de leerIo: "Y me buscaréis y me hallaréis, cuando me buscareis de todo corazón" (Jeremias 29:13). Vio que aunque esta promesa estaba en el Antiguo Testamento y estaba dirigida a los judíos todavía era aplicable a él, como a ellos. Y esto quebrantó su corazón, como el martillo del Señor, en un momento. Y oró, y se levantó feliz en Dios.
<br />
<br />Conocí a un individuo (Rev. Daniel Nash), que acostumbraba hacer una lista de las personas por las cuales tenía un interés especial; y he tenido la oportunidad de conocer a multitud de personas, por las cuales él estaba interesado, que se convirtieron inmediatamente. Le he visto orar por personas en su lista y estaba literalmente agonizando por ellas; y en algunas ocasiones he sabido que había llamado a otra persona para que le ayudara a orar por alguien. He sabido que su mente se concentraba así en un individuo de carácter endurecido, abandonado, y que no podía ser alcanzado por los métodos corrientes. El siguiente es uno de estos casos:</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">En una ciudad en la parte norte de este Estado, en que había un avivamiento, vivía cierto individuo que era un enemigo del cristianismo, violento y ofensivo. Tenía una taberna y se deleitaba jurando y blasfemando siempre que había cristianos cerca, que le estaban oyendo, con el propósito de molestarles. Era tan malo que un vecino dijo que debía vender su casa, o darla, y marcharse de la ciudad, porque le era imposible vivir cerca de un hombre que blasfemaba así. Pues bien, este buen hombre del cual estoy hablando, pasó por la ciudad y oyó hablar del caso, y sintió mucha pena por el individuo. Lo puso en su lista de oración. El caso pesaba en su mente cuando dormía y cuando estaba despierto. Siguió pensando en este hombre impío, y orando por él, día tras día. Y, cuando menos se esperaba, el tabernero fue a una reunión, se levantó y confesó sus pecados, y derramó su alma, el hombre más quebrantado que he visto. Confesó todo lo que había hecho.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">Su taberna inmediatamente se convirtió en una sala para reuniones de oración. De esta manera el Espíritu de Dios conduce a los cristianos a orar por cosas por las que no orarían, de no ser guiados por el Espíritu; y así oran "según la voluntad de Dios".</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">1. Se ha hecho mucho mal diciendo que esta clase de influencia equivale a una nueva revelación. Mucha gente tendrán miedo de ella si oyen que se la llama así, y no se pararán a inquirir lo que significa, ni procurarán saber si las Escrituras la enseñan o no. La verdad es que el Espíritu guía al hombre a orar; y si Dios guía a un hombre a orar por un individuo, la inferencia a sacar de la Biblia es que Dios le ha destinado a ser salvo. Si hallamos, comparando nuestro estado mental con la Biblia, que somos guiados por el Espíritu para orar por un individuo, tenemos buena evidencia de que Dios está preparado a bendecirle.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">2. Los cristianos que oran con devoción, con frecuencia, ven estas cosas por anticipado, tan claramente que incluso dan lugar a que otros tropiecen. A veces, parece que profetizan. No es de extrañar que algunos se equivoquen cuando piensan que son conducidos por el Esplritu sin serlo. Pero no hay duda que un cristiano puede discernir claramente las señales de los tiempos y así entender, por la Providencia, lo que hay que esperar, y orar por ello con fe. Así son conducidos a esperar un avivamiento y a orar por él con fe, cuando nadie más ve ninguna señal del mismo.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">3. Había una mujer en Nueva Jersey, en un lugar en que había habido un avivamiento. Estaba convencida de que iba a haber otro. Quería celebrar una "serie de reuniones". Pero el pastor y los ancianos no veían ninguna razón para hacerlo, y se negaron. Ella veía que estaban ciegos y quería seguir adelante. Dijo a un carpintero que le hiciera sillas, porque iba a celebrar reuniones en su propia casa; ¡estaba segura que habría un avivamiento! Apenas había abierto sus puertas para las reuniones, que el Espíritu de Dios descendió con gran poder, y aquellos miembros adormilados se hallaron rodeados de pecadores redargüidos de pecado. Sólo podían decir: "Ciertamente, Jehová está en este lugar y yo no lo sabía" (Genesis 28: 16). La razón por la que personas como esta mujer entienden la indicación de la voluntad de Dios, no es porque tengan una sabiduría superior, sino porque el Espíritu de Dios les guía aver las señales de los tiempos. Y esto, no por revelación; sino que lo ven por un convergir de providencias a un punto único, que produce en ellos una expectativa confiada de un resultado cierto.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">El texto dice: "El mismo Espíritu hace intercesión con gemidos indecibles." El significado de esto, creo yo, es que el Esplritu estimula deseos demasiado grandes para ser pronunciados excepto gimiendo; llenando el alma demasiado para que estos gemidos puedan ser expresados por palabras, de modo que la persona sólo puede gemirlos a Dios, el cual entiende el lenguaje del corazón.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">4. ¿Cómo es redargúido un pecador? Pues, pensando en sus pecados. Esta es la manera en que un cristiano obtiene sentimientos profundos, pensando en un objeto. Dios no va a concederte estas cosas a menos que te esfuerces. Tienes que hacer caso de las impresiones más ligeras. Toma una Biblia y repasa los pasajes que muestran las condiciones y posibilidades del mundo. Mira el mundo, tus hijos, vecinos y ve su condición mientras están en pecado; luego, persevera en oración y esfuérzate hasta que obtengas la bendición del Espíritu de Dios.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">Me he entretenido más en este tema, porque quiero dejarlo bien claro para que tengas cuidado de no agraviar al Espíritu. Quiero que tengas ideas elevadas del Espíritu Santo, y sientas que no hay nada bueno sin sus influencias. Sin El no sirve de nada ni la oración ni la predicación. Si Jesucristo viniera aqui a predicar a los pecadores, ni uno se convertiría sin la intervención del Esplritu. Ten cuidado, pues, de no agraviarlo, desairándole o descuidando sus influencias celestiales cuando El te invita a orar.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">5. Vemos de todo esto lo obsurdo de usar fórmulas en la oración o libros de oración. La misma idea de usar una forma escrita o aprendida, o modelo, rechaza, como es natural, la guía del Espíritu. No hay nada más opuesto al espíritu de oración, y calculado para oscurecer y confundir la mente, que el usar formas. Las oraciones en forma escrita no son sólo un absurdo en sí, sino que son una añagaza del diablo para destruir el espíritu y quebrantar el poder de la oración. No sirve de nada decir que la forma es buena. La oración nO consiste en palabras. Y no importa qué palabras se dicen si el Espíritu de Dios no las guía. Si el deseo no esta enardecido, los pensamientos son dirigidos y toda la corriente de sentimiento producida y guiada por el Espíritu de Dios, lo que decimos no es oración. Y las fórmulas sólo impiden que un individuo ore como debería.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">6. "El Espíritu hace intercesión"; ¿para quién? ¡para los santos! Los que son santos son afectados así. Si sois santos sabéis por experiencia qué es esto: y si no, es porque habéis agraviado al Espíritu de Dios, de modo que no os guía. Vivis de tal forma que este Santo Consolador no mora en vosotros ni os da el espíritu de oración. Si es así, tenéis que arrepentiros. No te pares a considerar si eres cristiano o no, pero arrepiéntete, como si no lo hubieras hecho nunca. Empieza a hacer obras. No des como un hecho que ya eres cristiano, sino ve, como un humilde pecador, y vierte tu corazón ante Dios. No puedes tener el espíritu de oración de ninguna otra manera.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">7. Nada suele producir una excitación y una oposición tan rápidamente como el espíritu de oración. Si una persona está tan abrumada con la situación de los pecadores, y gime en su oración, algunos se ponen nerviosos y al punto se les reprende. Por mi parte aborrezco toda afectación de sentimiento cuando no hay ninguno, y todos los esfuerzos de alentarse y cobrar calor uno mismo, por medio de gemidos. Pero creo que he de defender la posición de que hay un cierto estado mental, en el cual sólo hay una manera de abstenerse de gemir: esto es, resistiendo al Espíritu Santo.</span>
<br />
<br /><span class="fullpost">Estuve una vez presente en una discusión sobre este tema. Se dijo que "los gemidos tenían que ser considerados reprobables". Se hizo inmediatamente la pregunta: "¿Puede Dios producir un estado tal de sentimiento que haga imposible contener los gemidos?" La respuesta fue: "Sí, pero no lo hace nunca." Entonces el apóstol Pablo se hallaba en la más egregia confusión cuando escribió: "Con gemidos indecibles." Edwards se engañaba cuando escribió su libro sobre avivamientos. Ahora bien, nadie que repase bien la historia de la Iglesia va a adoptar este punto de vista. No me gusta este intento de cerrar, acallar, ahogar o limitar el espíritu de oración. Más bien me cortaría la mano derecha que rechazar y reprender el espíritu de oración, como he oído que se hacía, diciendo: "¡Que no se oigan más gemidos!"</span>
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-40801151198586972742010-01-07T11:44:00.000-08:002010-01-07T11:49:01.406-08:00COMO FOMENTAR UN AVIVAMIENTO. Charles Finney<blockquote>"Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; roturad el barbecho, porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia." (Oseas 10:12.)</blockquote><br />Los judíos eran un pueblo de labradores y pastores y, por tanto, es cornún en la Biblia hallar ilustraciones que se refieren a la vida del campo y sus labores, la labranza y el pastoreo. Aquí el profeta Oseas se dirige a ellos como una nación que se ha vuelto atrás; los reprende por su idolatría y los amenaza con el juicio de Dios.<br /><br />Un avivamiento consisle en dos partes; por lo que respecta a la Iglesia y lo que respecta a los no salvos. Hablaré en esta ocasión de un avivamiento en la Iglesia. Barbecho es el terreno que ha sido arado pero que se deja sin sembrar, y la próxima temporada de siembra necesita volver a ser ablandado y roturado, para poder recibir el grano.<br /><span class="fullpost"><br />Si se quiere roturar el barbecho del corazón, hay que empezar examinándolo: examinándolo y notando el estado de la mente y ver dónde estamos. Muchos nunca parecen pensar en esto. No prestan atención a su propio corazón, y nunca saben si están prosperando religiosamente o no; si están ganando terreno y yendo hacia atrás; si son fructiferos o son un yermo. Ahora habéis de quitar vuestra atención de otras cosas y atender a esto. Ocupáos de ello. No os apresuréis. Examinad a conciencia el estado de vuestro corazón y ved dónde os halláis; si estáis andando con Dios, cada día, o si vais con el diablo.<br /><br />EL autoexamen consiste en contemplar vuestra vida, considerar vuestras acciones, buscar en el pasado y ver cuál es vuestro verdadero carácter. Regresad a vuestra historia pasada. Considerad vuestros pecados uno a uno. No quiero decir dar un vistazo, simplemente, sino considerarlos uno a uno. Si es necesario coged pluma y papel, y tomad nota de ellos.<br /><br />Hay que repasarlos como el mercader repasa sus libros. La confesión general no basta. Los pecados fueron cometidos uno a uno. EL arrepentimiento de ellos ha de ser hecho uno a uno. Consideremos primero lo que comúnmente se llama pecados de omisión.<br /><br />1. La ingratitud. Este pecado consiste en recibir favores de Dios sin mostrat o ejercitar gratitud por ellos. ¿Cuántas veces has faltado? Recuerda los actos de providencia notable, un cambio en el curso de los acontecimieno tos, algo que te salvó de la ruina. Escribe los casos de bondad de Dios cuando tú estabas en pecado, antes de la conversión, y por los cuales no has dado bastantes gracias; y lo mismo las numerosas misericordias que has recibido desde entonces. ¡Cuán largo es el catálogo de ejemplos en que tu ingratitud ha sido tan negra que te yes forzado a esconder el rostro confuso! Póstrate de rodillas y confiésalos a Dios y pide perdón. El mismo acto de confesión te traerá otros pecados a la memoria. Haz esto tres o cuatro veces y verás el número asombroso de misericordias por las cuales no has dado nunca gracias a Dios.<br /><br />2. Falta de amor a Dios. Piensa cómo te sentirías agraviado si descubrieras que el afecto de los tuyos, tu esposa, tu marido, tus hijos, flaqueara; si vieras que su mente se desvía de ti y piensan en otra persona. Quizá te sentirías morir de celos, justos y virtuosos. Pues bien, Dios se llama un Dios celoso; y tú no le has dado todo el corazón, sino que le has ofendido entregando tu corazón a otros amores. ¿No crees haberle ofendido?<br /><br />3. Descuido de la Biblia. Anota los casos en que quizá durante semanas, o más, la Palabra de Dios no te ha causado ningún placer. Algunos, es verdad, leen capítulos enteros de tal forma que después no pueden ni decir lo que han leído. Si es así, no es de extrañar que tu vida flote a la deriva y que tu religión sea un verdadero fracaso.<br /><br />4. Incredulidad. Recuerda los casos en que virtualmente has puesto en duda la veracidad del Dios de verdad, pues esto es tu incredulidad en sus promesas y declaraciones expresas. Dios ha prometido dar el Santo Espíritu a los que se lo pidan. ¿Crees tú esto? ¿Lo has pedido? ¿Has esperado que El te conteste? ¿No has dicho virtualmente en tu corazón, cuando orabas pidiendo el Santo Espíritu: "No creo que lo reciba"? Y si no creías ni esperabas recibir la bendición que Dios te había prometido de modo especifico, ¿no es como si le acusaras de mentir?<br /><br />5. Descuido de la oración. Piensa en las ocasiones en que has descuidado la oración privada, la oración familiar y las reuniones de oración; o que has orado de tal manera que has agraviado y ofendido a Dios aún más que si no hubieras orado.<br /><br />6. Descuido de los medios de gracia. Cuando has permitido que, con excusas baladíes, tu descuido de asistir a las reuniones quedara justificado en tu mente; cuando has vertido desprecio sobre los medios de salvación meramente por no gozar en el cumplimiento de tus deberes espirituales.<br /><br />7. La manera en que has ejecutado tus deberes. Esto es, falta de sentimiento y de fe, con un estado mental mundano, de modo que tus palabras no eran más que de labios y no merecías que Dios te escuchara o hiciera caso de ti. Cuando has caído de rodillas y "dicho tus oraciones" de modo descuidado e indiferente, hasta el punto que a los cinco minutos, ya no te habrías acordado de lo que decías.<br /><br />8. Falta de amor a las almas de tus prójimos. Mira a tus amigos y parientes, y recuerda cuán poca compasión has sentido por ellos. Has estado a su lado y visto que se dirigen al infierno, pero, parece que esto no te preocupa. ¿Cuántos días ha habido en que no has hecho de su condición el tema de una simple oración sincera, ni has mostrado deseo ardiente por su salvación?<br /><br />9. Falta de interés por los paganos. Quizá no te has interesado en enterarte de su condición; quiá ni aun has leído ninguna revista misionera. Mira esto y considera si es que te intereses por los paganos, y evalúa la intensidad de tus sentimientos por ellos y el deseo que tienes de su salvación. Compara con esto el deseo que tienes de tu propia salvación. ¿Cuánto has dado para que se les envíe el Evangelio? ¿Te niegas, para mostrar este interés, satisfacciones superfluas como té, café o tabaco? ¿Te has instalado cómodamente en tu estilo de vida y no estás dispuesto a pasar el menor inconveniente por ellos? ¿Oras por ellos en privado? ¿Pones aparte algo para depositar en el tesoro del Señor, cuando vas a orar? Si no haces esto y tu alma no está en agonía por los pobres paganos, ¿por qué pretendes ser cristiano en realidad? ¿No está tu profesión marcada por la hipocresia, hasta el punto que es un insulto para Jesucristo?<br /><br />10. Descuido de tus deberes familiares. Piensa en la forma en que has vivido para tu familia, como has orado, qué ejemplo les has dado. ¿Qué esfuerzos directos haces habitualmente para su bienestar espiritual? ¿Qué deber para con ellos es el que no has descuidado?<br /><br />11. Descuido en vigilar tu propia vida. En muchos casos te has apresurado para atender a tus asuntos particulares, y no has dedicado tiempo ni sinceridad para pasar cuentas con Dios; ¡cuán frecuentemente has descuidado vigilar tu conducta y, no estando alerta, has pecado delante del mundo, de la Iglesia y delante de Dios!<br /><br />12. Descuido en la vigilancia de tus hermanos. ¿Cuántas veces has quebrantado el pacto de que vigilarías sobre ellos en el Señor? ¡Cuán poco te preocupas del estado de sus almas! Y con todo tienes el solemne deber de velar sobre ellos. ¿Qué has hecho para estar en contacto con ellos? ¿Sobre cuántos te has interesado, para conocer su estado espiritual? ¿Cuántas veces has visto a tu hermano enfriarse en la religión y no le has hablado? Le has visto empezando a descuidar un deber tras otro y no le has reprendido como hermano, con amor fraternal. Le has visto caer en pecado y le has dejado. Y todavía dices que los amas. ¡Qué hipócrita eres! ¿Cómo puedes dejarlos resbalar sin advertirles? ¿Permitirías, quedando tú indiferente, que algo así ocurriera a tu esposa o a uno de los tuyos?<br /><br />13. Descuido de la abnegación, o sea, negarse a uno mismo. Hay muchos que profesan querer hacerlo todo en religión, en tanto que no se requiera negarse a sí mismos. Cuando se requiere que hagan algo en que hayan de negarse a sí mismos ¡ah!, ¡esto es demasiado! Creen que están haciendo mucho por Dios, y que hacen lo que es razonable pedir, tanto si es todo lo que pueden, como si no; pero, no están dispuestos a privarse de ninguna comodidad o conveniencia por poder servir al Señor. No están dispuestos a sufrir reproches por el nombre de Cristo. Ni a negarse los lujos de la vida, a fin de ayudar a salvar un mundo que se dirige al infierno. Se hallan tan lejos de saber que la abnegación es una condición del discipulado que no tienen idea de lo que es negarse a sí mismos. No se han negado ni aun un alfiler por Cristo y por el Evangelio. ¡Oh, estas personas se hallan camino del infierno! Están dando de su abundancia, y dan mucho, y son prontos en quejarse de que otros no dan más; cuando en verdad, no dan nada de lo que necesitan, algo de lo que hubieran podido disfrutar aunque lo hubieran retenido. Sólo dan lo que les sobra de su riqueza; y quizá la pobre mujer que pone un centavo en la colecta ha ejercido más abnegación que ellos, que han dado millares.<br /><br />Vamos ahora a ocuparnos de los pecados de comisión.<br /><br />14. Mundanalidad. ¿Cuál es el estado de tu corazón con relación a las posesiones mundanas? ¿Las has considerado como tuyas, como si tuvieras derecho a poseerlas en calidad de propias, según tu voluntad? Si ha sido y es así, escríbelo. Si has amado la propiedad, y la has buscado por lo que es en sí, para satisfacer tu ambición, tu espíritu mundano, o para acumularlo para tu familia, has pecado y has de arrepentirte.<br /><br />15. Orgullo. Recuerda los casos en que te has descubierto en ti mismo la práctica del orgullo. La vanidad es una forma especial de orgullo. ¿Cuántas veces te has descubierto en consulta con la vanidad sobre tu vestido y apariencia? ¿Cuántas veces has pensado más y te has preocupado más de pasar tiempo decorando tu cuerpo para ir a la iglesia que en preparar tu mente para el culto a Dios? ¿Te has interesado más en tu apariencia externa, en el aspecto del hombre mortal, que en tu alma, o sea ver cómo aparece a la vista de Dios, que escudriña el corazón? De hecho te has preparado para que los otros te rindan culto a ti, en vez de prepararte tú para rendir culto a Dios. Has procurado dividir la atención en la casa de Dios, llamar más la atención del pueblo de Dios para que miren tu hermosa apariencia. Es en vano que quieras decir ahora que no te preocupa si los demás te miran o no. ¡Sé sincero! ¿Te habrías preocupado tanto de tu aspecto si todos los demás hubieran sido ciegos?<br /><br />16. Envidia. Mira los casos en que has sentido envidia de los que están por encima de ti en algún aspecto. O quizá has envidiado a los que tienen más talento o son más útiles que tú. ¿No has envidiado a algunos, y has sufrido cuando oíste a otros que los elogiaban? ¿Ha sido más agradable para ti pensar en sus faltas que en sus virtudes, en sus fracasos que en sus éxitos? Sé sincero contigo mismo; y si has albergado este espíritu del infierno, arrepiéntete profundamente delante de Dios, pues de lo contrario no se te perdonará.<br /><br />17. Criticas y censuras. Piensa en casos en que has mostrado un espíritu acerbo en que has hablado de otros cristianos en formas en que no había caridad ni amor; o falta de amor, que siempre requiere que esperes lo mejor en todo caso posible, y que interpretes de la mejor manera posible toda conducta dudosa.<br /><br />18. Calumnia. ¿Hay ocasiones en que has hablado de las faltas de otros, reales o supuestas, a su espalda; has hablado de miembros de la Iglesia y otros sin necesidad, y sin ninguna razón buena? Esto es calumniar. No tienes por qué mentir para calumniar; el decir la verdad con la intención de perjudicar ya es calumniar.<br /><br />19. Ligereza y frivolidad. ¿Con cuánta frecuencia has dado muestras de ligereza ante Dios, cosa que no te habrías permitido en la presencia de un soberano de la tierra. Te has portado como un ateo, pues te has olvidado de que hay un Dios, o le has mostrado menos respeto a El, en su presencia, del que habrías tenido por un juez de la tierra.<br /><br />20. Mentir. Has de entender Io que es mentir. Mentir es todo intento de engañar; si no hay este intento no es mentira. Pero si dices algo con la intención de desviar de la pura verdad, es una meritira. No las llames con otras palabras. Para Dios son MENTIRAS, y tú eres culpable de MENTIR, y no trates de disimularlo. ¡Cuántas falsedades se cometen en los negocios, en el trato social, con palabras, aspectos y acciones que están calculados para causar una cierta impresión en otros, por razones egoístas!<br /><br />21. Engaños y trampas. Escribe los casos en que has hecho algo a otro que no te habría gustado que te lo hicieran a ti. Esto es engaño. Dios ha dado la regla para este caso: "Todas las cosas que quieras que los hombres te hagan a ti, esto es Io que debes hacer a ellos." Si no Io has hecho has faltado. La regla no es que deberias hacer "todo lo que razonablemente puedes esperar que hagan para ti", porque esta regla podría admitir un cierto grado de maldad. La regla es: "Que tú quisieras que hicieran a ti."<br /><br />22. Hipocresia. Por ejemplo, en tus oraciones y confesiones a Dios. Piensa en las oraciones pidiendo cosas que no quieres en realidad. Y la evidencia es que cuando has terminado de orar, no podrías decir por qué has orado. ¿Cuántas veces has confesado pecados de los que no tenías intención de apartarte, y que no tenías el solemne propósito de no repetirlos? Sí, has confesado pecados que piensas repetir, y ¡seguir viviendo!<br /><br />23. Robar a Dios. Aquí entra el tiempo perdido, pasando las horas que Dios te ha dado para servirle y salvar almas, en diversiones vanas y conversación tonta, leyendo novelas o no haciendo nada; casos en que has aplicado mal tus talentos y capacidades mentales, en que has despilfarrado dinero en concupiscencias, o cosas que no necesitabas, y que no contribuyen a tu salud, bienestar o utilidad. Quizá dinero para tabaco. No diré nada de bebidas alcohólicas, porque ya doy por sentado que quien profesa religión no bebe, pero deseo que ni aun uses este verdadero veneno, el tabaco.<br /><br />24. Mal humor. Quizá hayas faltado a tu esposa, hijos, resto de la familia, criados o vecinos. Pon todo esto en el papel.<br /><br />25. Impedir a otros que sean útiles. Quizá has debilitado su influencia con insinuaciones contra ellos. No sólo has privado a Dios de sus talentos, sino que has atado las manos de otro. Que mal siervo es aquel que no sólo deja de hacer él lo que debe sino que, además, impide a los otros que lo hagan. Esto es el quitarles el tiempo; destruir su confianza en Cristo. Con ello te has puesto en las manos de Satanás, holgazaneando e impidiendo trabajar a otros<br /><br />Si has cometido una falta contra un individuo, y te es posible, por hallarse él cerca, ve y se lo confiesas. Si está distante, escríbele. Si has defraudado a alguien, enviale el dinero con los intereses.<br /><br />Haz todo esto ahora, no lo aplaces; esto lo empeoraría todo. Confiesa tus pecados a Dios, si los has cometido contra Dios, y a los hombres si los has cometido contra los hombres. No pienses escaparte andando alrededor de estas piedras de tropiezo. Quítalas. Cuando rotures tu barbecho has de quitar todos los obstáculos. Pequeñas cosas que te impiden que te sientas en lo religioso de modo diferente de lo que quisieras. Rotura la tierra, otra vez. No te desanimes, no dejes de hacerlo porque es difícil; conduce el arado, vuelve los terrones arriba y abajo, hasta que todo esté blando para recibir la semilla y rendir fruto a ciento por uno.<br /><br />26. Cuando hayas terminado, a conciencia, vuelve a empezar otra vez, como dije, pensando que lo que has escrito te recordará otras cosas relacionadas con ellas. Y de nuevo, por tercera vez. Verás que puedes recordar cantidades enormes de cosas, que no te gustaría recordar en la eternidad. Prepara y repasa esta lista con el mismo cuidado y solemnidad con que te prepararías para el juicio final.<br /><br />AI repasar el católogo de tus pecados asegúrate bien de tu resolución de hacer una reforma total y ahora. Todo lo que no esté bien, decide al instante que, con la ayuda y fuerza de Dios, no volverás a hacerlo. No sería de ningún beneficio examinarse a menos que hagas la decisión de enmendar todo lo que haya malo en tu corazón, tu temperamento y tu conducta.<br /><br />Cuando lo hagas, si ves que en tu mente hay aún oscuridad, que no se hace la luz y que el Espíritu de Dios está apartado de ti, es que no has sido bastante concienzudo. En el progreso de la obra has de forzarte, poner toda tu intención en la obra, con la Biblia delante, probando tu corazón. No puedes esperar que Dios obre un milagro para ti, roturando el barbecho. Sólo lo hará haciendo tú uso de los medios. Concentra tu atención en tus pecados. No puedes pensar en ellos mucho tiempo y a conciencia sin ver Io malvado de los mismos y sentirlo, sentirlo profundamente.<br /><br />La experiencia demuestra que es beneficioso el repasar la propia historia de esta manera. Ponte a trabajar en ello; decide que no pararás hasta que puedas orar. No tendrás nunca el Espíritu de Dios en ti hasta que hayas desentrañado todo este misterio de iniquidad y presentado tus pecados delante de Dios. Que este trabajo de arrepentimiento y plena confesión, este quebrantamiento delante de Dios, tengan lugar y tendrás el espíritu de oración, en abundancia, a rebosar. La razón por la cual tan pocos cristianos conocen este espíritu de oración, es porque nunca se han tomado el trabajo de examinarse debidamente y someter sus corazones de esta forma.<br /><br />27. No sería de ningún valor el predicarte si tu corazón está endurecido, en barbecho. El labrador no echa su semilla sobre la roca. No produciría nada. Por ello entre los que profesan religión hay tan poco fruto; mucho exterior, pero poco sentimiento. Hay mucha actividad y poca piedad. Si sigues así en los caminos de Dios, seguirás endureciéndote, las cosas empeorarán, como la lluvia y la nieve hacen más espesa la costra de un campo en barbecho y vuelven los terrones más duros.<br /><br />28. Los que professan religión no deberían estar nunca satisfechos o esperar un avivamiento, por el mero hecho de despertar de su sueño, jactarse y hablar mucho, aunque sea a los pecadores. Tienen que empezar roturando su campo. Una vez hecho esto, para conseguir un modo de sentir más profundo, lo que hay que hacer es salir y ver a los pecadores camino al infierno y hablar con ellos y guiar sus aimas desorientadas. Entonces recibirás más sentimiento. Te puedes entusiasmar sin esta roturación; puedes mostrar mucho celo, pero no durará, y no vas a hacer mella en los pecadores, ni los retendrás. La razón es que lo harás de modo mecánico sin la debida preparación.<br /><br />29. Y finalmente, ¿estás dispuesto a roturar tu campo en barbecho? ¿Quieres seguir este curso que se te indica y perseverar en él hasta que estés del todo despierto? Si dejas de hacerlo, de prepararte, no puedes seguir conmigo mucho trecho. He ido contigo tan lejos como pude para serte útil, pero ahora has de roturar el campo. De lo contrario todo lo que me queda por decir no te será de ninguna utilidad. Más aún, te hará peor, te endureceá. Si no te pones a trabajar en esto inmediatamente puedes estar seguro que no tienes interés en un avivamiento, que has abandonado a tu pastor y le dejas para que luche solo. Si no lo haces, puedo decirte que has olvidado a Cristo, porque rehusas arrepentirte y volver a tus obras del principio, como hacía la iglesia del Apocalipsis.<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-92185794636682313652010-01-07T11:40:00.001-08:002010-01-07T11:50:16.161-08:00COMO EMPEZAR UN AVIVAMIENTO. ¿Que es un avivamiento?. Charles Finney<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://demo.lutherproductions.com/historytutor/basic/modern/people/images/Finney.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 145px; height: 181px;" src="http://demo.lutherproductions.com/historytutor/basic/modern/people/images/Finney.jpg" alt="" border="0" /></a>Un avivamiento no es nada más que un nuevo comien zo de obediencia a Dios. Como en el caso de la conversión de los pecadores, el primer paso es un arrepentimiento profundo, que parta el corazón, y nos postre en el polvo delante de Dios, con verdadera humildad, y un abandono del pecado.<br /><div style="text-align: justify;"><br />Un individuo rue una vez a una fábrica para ver la ma quinaria de la misma. (Este individuo era el mismo señor Finney.) Su expresión era solemne, puesto que acababa de estar en un lugar en que había habido un avivamiento. El personal que trabajaba en la fábrica le conocía de vista, y sabía quién era. Una muchacha que estaba trabajando le vio e hizo un comentario tonto a su compañera, riéndose. El visitante se paró y la miró con un sentimiento de pena. La chica se quedó sorprendida; el hilo en la máquina se rompió y, cuando ella trató de anudarlo, no pudo por lo nerviosa que estaba. Miró por la ventana para sosegarse y volvió a empezar; una y otra vez trató de recobrar la com postura. Al fin se sentó, vencida por sus proplos sentimien tos. El visitante entonces se le acercó y le habló; ella ma nifestó pronto un profundo sentimiento de pecado. Este sentimiento se esparció por toda la fábrica como fuego y antes de pocas horas todas las personas empleadas allí se hallaban bajo la convicción de pecado: tanto fue asi que el dueño, aunque no era cristiano, se quedó asombrado, y mandó que pararan las máquinas y se celebrara una reu nión de oración; porque, dijo, es de mucha más importan cia que toda esta gente se convierta que seguir trabajan do. Y en pocos días, el propietario y casi todos los que trabajaban en el establecimiento (unos 3.000) habían pro fesado haberse convertido. La mirada de este individuo, la expresión solemne de su rostro, sus sentimientos compasivos, reprendieron la ligereza de esta muchacha y la traje ron bajo la convicción de pecado; y probablemente en gran parte todo este gran avivamiento resultó de este pequeño incidente.<span class="fullpost">sto saldra en la pagina al pulsar leer mas</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-66407098605697026052010-01-07T11:40:00.000-08:002010-01-07T11:41:57.669-08:00COMO EMPEZAR UN AVIVAMIENTO ¿Que es un avivamiento?Esto saldra antes del leer mas<br /><span class="fullpost"><br />Esto saldra en la pagina al pulsar leer mas<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-84582329696435883002009-12-08T05:42:00.000-08:002009-12-08T05:47:47.869-08:00¿Como debemos vivir? - Francis Schaeffer - La era romana<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://emsal.files.wordpress.com/2008/07/francis_schaeffer.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 128px; height: 153px;" src="http://emsal.files.wordpress.com/2008/07/francis_schaeffer.jpg" alt="" border="0" /></a><div style="text-align: center;"><span style="font-size:85%;">«Por</span><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:trebuchet ms;">que cual es su pensamiento en su corazón, tal es él». (Prov. 23:7a.)</span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></span><br /></div><div style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><br />Hay una corriente en la historia y en la cultura que se funda en el pensamiento de la gente. Lo que ella piense determina su manera de actuar. Hay violencia y descomposición en la sociedad al grado que resulta peligroso caminar por las calles de muchas ciudades del mundo.<br /><br />Por otra parte existe el peligro de un creciente autoritarismo que busca conjurar la amenaza del caos nacional e internacional.<br /><br />¿Debemos desentendernos y claudicar? Si no ¿Cómo debemos vivir entonces? La respuesta a si debemos cruzarnos de brazos y ceder, es ¡No! Hay muchas buenas razones para no hacerlo.<br /><br />¿Podemos encontrar ayuda en un reducto inesperado para la mayoría de los hombres modernos, pero para comprenderlo debemos retroceder en la historia?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">ROMA: CONQUISTAS Y GRANDEZA</span><br />Empezaremos con la época de los romanos, porque la civilización de Roma es el ancestro directo del mundo europeo moderno, desde el tiempo de las primeras conquistas bajo la República hasta la actualidad. El derecho romano y las ideas políticas de Roma han influído en la escena europea y en toda la civilización occidental.<br /><br />El Imperio Romano fue grande, tanto en tamaño como en fuerza militar. Se extendía en gran parte del mundo conocido. Sus caminos abarcaban toda Europa, el cercano Oriente y Africa del Norte. El Imperio comprendía desde el Muro de Abriath, construido para alejar a los escitas demasiado difíciles de conquistar, hasta los fuertes del río Rhin, el norte de Africa, el río Eufrates y el mar Caspio.<br /><br />En una conquista las legiones romanas cruzaron los Alpes, llegaron al valle de Roni, cruzaron las cumbres de Dante Vicky, hasta llegar a lo que ahora conocemos como Behebi, en Suiza. Al principio los helvéticos, principales habitantes de Suiza mantuvieron a distancia a los orgullosos romanos y los hicieron pasar por un yugo, imitando irónicamente las costumbres de los romanos que hacían lo mismo con los guerreros que capturaban. Se trató de un revés temporal.<br /><br />Casi nada podía detener a los romanos, ya fuera el terreno difícil o los ejércitos del enemigo, pasaron sobre las colinas y conquistaron la antigua capital helvética, hoy en día llamada ABASH.<br /><br />Uno puede imaginar a un legionario del ejército romano que regresaba a casa desde las vastedades del norte, subir la colina y dominar a ABASH con la mirada, de hecho una Roma en pequeño con su anfiteatro, sus teatros y sus templos. «Amo a ABASH, pues posee algunas bellas ruinas al norte de los Alpes».<br /><br />Se ha dicho -aunque parece una cifra exagerada- que en algún tiempo vivían en ABASH cuarenta mil romanos. La opulencia de Roma se encontraba en ABASH, allí se encuentra el busto de oro de Marco Aurelio.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">ROMA: Gobierno de una élite autoritaria</span><br /><br />Roma dejó magníficos tesoros de arte y arquitectura a todo lo largo de su Imperio. En más de un sentido Roma fue grande, pero no tuvo respuesta a los problemas básicos que enfrenta la humanidad.<br /><br />Cuando una cultura intenta basarse solamente en su fuerza militar muy pronto se demuestra que eso no es suficiente, por la sencilla razón de que sin una base sólida de conocimiento de qué esta bien y qué esta mal, de por qué debemos hacer ciertas cosas en contraposición a otras, no hay poder militar que resulte suficiente.<br /><br />En un principio, Roma trató de fundarse en las decisiones de los ciudadanos más prestigiados de la República y más tarde en las decisiones de sus emperadores. El intento fracasó en última instancia por que no era una base suficiente para edificar una sociedad. Nunca tuvieron el tipo de democracia que nosotros gozamos, donde todo el mundo participa.<br /><br />Aquellos ciudadanos reales del Estado trataron de construir sobre sus propias opiniones y pensamientos. Esto fracasó por completo y entonces volvieron los rostros hacia sus dioses: Júpiter, Neptuno, Marte, Mercurio, Vulcano, Apolo, Vesta, Juno, Ceres y muchos otros.<br /><br />Esta es la diosa Diana (señalando), cuyo templo estaba en Efeso, hoy perteneciente a Turquía. Los romanos, como anteriormente los griegos, también trataron de construir sobre sus dioses, con la esperanza de tener cimientos que soportaran su sociedad, pero sus dioses no eran lo bastante grandes para tal fin porque eran finitos, es decir, limitados. Eran como hombres y mujeres más grandes sin diferencia básica entre estos últimos. Eran humanos amplificados, no divinidades. De ello se desprende que los romanos no tenían una base intelectual suficiente. Es decir no poseían la grandeza o la permanencia suficientes para relacionarlas con sus ideas o sus vidas. Por lo tanto no tenía un sistema de valores lo suficientemente fuertes para soportar las tensiones de la vida individual o política. Todos sus dioses juntos no pudieron darles una base firme para la vida, la moral, los valores o las decisiones finales.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">LA LLEGADA DE LOS DICTADORES</span><br /><br />Los romanos hicieron que sus dioses dependieran de su sociedad y al tambalearse ésta, los dioses se derrumbaron con ella. De modo que el experimento romano sobre «armonía social» basada en una República elitista fracasó en última instancia. El senado era incapaz de mantener el orden. Grupos armados aterrorizaban la cuidad de Roma y las funciones normales del gobierno se quebraron cuando los rivales lucharon por el poder. El interés personal tomó el sitio del interés social, sin importar lo complicado que fuesen los disfraces; así que, desesperado, el pueblo aceptó un gobierno autoritario.<br /><br />En los días de Julio César, Roma asumió un sistema autoritario basado en el César mismo. Como dijo Plutarco: «los romanos hicieron a César un dictador vitalicio», con la esperanza de que un gobierno unipersonal les diera tiempo a respirar después de tantas guerras civiles y calamidades.<br /><br />Se trataba, sin duda, de una tiranía por cuanto su poder no era sólo absoluto sino perpetuo.<br />A la muerte de César, Octavio llamado más tarde César Augusto sobrino de César, llegó al poder. El gran poeta romano Virgilio, amigo de Augusto escribió la ENEIDA y en ella dijo que este último era el líder señalado por medios divinos y que la misión de Roma era llevar al mundo la paz y al civilización.<br /><br />Debido a que Augusto ofreció paz interior y exterior mientras guardaban las apariencias de la legalidad constitucional, los romanos de todas las clases estuvieron dispuestos a permitirle un poder total para que restaurara y asegurara el funcionamiento del sistema político, de los asuntos y de la vida cotidiana.<br /><br />Después del año 12 a.C. se convirtió en cabeza de la religión del Estado, con el título de Pontífice Máximo. Todos fueron urgidos a venerar el espíritu de Roma y el genio del Emperador. Más tarde éste se volvió obligatorio para todos los ciudadanos del Imperio, incluso después, los emperadores gobernaban como dioses.<br /><br />Augusto trató de legislar la moral y la vida familiar. Emperadores posteriores intentaron reformas legales y programas de bienestar social, pero un dios humano era un fundamento muy débil y Roma cayó.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">LA PERSECUSION DE LOS CRISTIANOS</span><br /><br />Es importante advertir la influencia, el punto de vista, que un pueblo tiene sobre su fortaleza a medida que se ve expuesto a las presiones de la vida. Debemos entender que en aquel tiempo, cuando alguien se convertía al cristianismo significaba no sólo oponerse a las religiones circundantes, sino también a toda la cultura basada en estas religiones.<br /><br />En los días de la antigua Roma, cuando alguien se convertía al cristianismo y era afirmado en la fe mediante el bautismo, había muy poca distancia entre la profesión de la nueva fe y la muerte de los mártires.<br /><br />Roma era cruel y su crueldad, sin duda, puede ser mejor mostrada por los eventos llevados a cabo en el circo. Por ejemplo, los gladiadores que se muestran en las estatuas, o los cristianos arrojados a las fieras mientras la gente los observaba.<br /><br />No olvidemos porque se mataba a los cristianos. No eran llevados a la muerte porque adoraban a Jesucristo, no. Porque en esa época se practicaban muchas religiones en el mundo romano. Algunas se llamaban «religiones del misterio», como las que se realizaban en muchos templos o casas de Pompeya. A nadie le importaba quién adoraba a quién, siempre y cuando se mantuviese la unidad del Estado centrada en la adoración al Emperador. Los cristianos eran matados porque eran rebeldes. Esto fue particularmente cierto cuando perdieron el apoyo de la Sinagoga judía y con ello la inmunidad de que gozaban los judíos desde la época de César.<br /><br />Podemos expresar la naturaleza de esta religión en dos formas, ambas igualmente ciertas:<br />En primer lugar, podemos decir que adoraban a Jesús como Dios y que adoraban sólo al Dios personal e infinito. César no podía tolerar esta adoración de un Dios único, y este acto fue considerado como traición. Se convirtió en una amenaza especial para la unidad del Estado, basada en el culto al Emperador, durante el reinado de Dioclesiano en el siglo III cuando los miembros de las clases altas empezaron a convertirse al cristianismo en mayor número.<br /><br />Como dijimos, en aquel tiempo, cuando alguien se convertía al cristianismo, significaba no sólo oponerse a las religiones circundantes, sino a toda la cultura construida sobre esas religiones.<br /><br />La Iglesia creía que Jesucristo era el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento, que había venido y había muerto por el hombre en la cruz.<br />El segundo aspecto es algo, sin embargo, que tendemos a olvidar, y es que realmente creían en el Antiguo Testamento y en la revelación de Cristo. El Nuevo Testamento crecía para entonces en el siglo primero. Era Dios quien había hablado y ese Dios había hablado verdad y, por lo tanto, no fueron atrapados en el flujo del relativista mundo romano. Porque la verdad era relativista como en nuestros días.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">La base de una Cultura</span><br /><br />Una base débil para una cultura o para un individuo sólo puede sostenerse cuando las presiones no son muy grandes. Como ilustración tomemos un puente. Los romanos construyeron muchos pequeños puentes sobre los arroyos de Europa. Muchas personas y vehículos los han cruzado sin peligro durante siglos, dos milenios; pero hoy, si alguien condujera un camión totalmente cargado se derrumbaría. Lo mismo sucede con las vidas y los sistemas de valores de individuos y culturas.<br /><br />Si no tienen algo más fuerte como cimiento que su propia finitud, su propia limitación, soportarán bien si las presiones no son muy grandes, pero cuando éstas aumentan -si no tienen una base suficiente- se vendrán abajo, así como los puentes romanos caerían si alguien los cruzara con un camión de diez toneladas.<br /><br />La cultura y las libertades del hombre son frágiles si no hay consistencia en la base, sólo es cuestión de tiempo -y a menudo no mucho tiempo- para que haya un colapso.<br />En catacumbas como las que hay en Roma, los cristianos enterraban a sus muertos y se reunían para el culto. Fueron los cristianos quienes pudieron resistir la mezcla de religiones, el sincretismo y los efectos de las debilidades de la cultura romana. Esto hablaba de la fuerza, de la visión que del mundo tenían los cristianos. Esta fuerza descansaba en un Dios personal e infinito que había hablado en el Antiguo Testamento, se había revelado en Cristo y en el incipiente Nuevo Testamento, y que había hablado en un lenguaje en que las personas podían entender. Esto significaba que no sólo tenían conocimiento sobre el Universo y la humanidad que la gente no podía adquirir por sí misma, sino valores universales, absolutos, para vivir y para juzgar el Estado y la forma en que vivían.<br /><br />La persona es única al estar hecha a imagen de Dios, esa es la razón de la dignidad y el valor básicos de cada individuo. Si hubieran adorado a Jesús y a César habrían estado a salvo pero adoraban a un Dios Unico y rechazaban todas las formas de sincretismo. No había mezcla. Los demás dioses eran vistos como falsos dioses.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Un absoluto para juzgarlo todo</span><br /><br />Podríamos explicar de otro modo, porqué se les mataba: Ninguna autoridad totalitaria, ningún estado autoritario puede tolerar a aquellos que tienen un absoluto con el cual juzgar al Estado y sus acciones.<br /><br />Los cristianos tenían una norma universal con la cual juzgar no sólo la moral personal sino la del Estado, por lo tanto eran considerados enemigos de la Roma totalitaria.<br />Si bien muchos cristianos fueron martirizados, tenían la respuesta que los romanos no poseían. Por ejemplo, Policarpo, Obispo de Esmirna, murió quemado vivo en la hoguera; instado por el gobernador a renunciar y maldecir el nombre de Jesucristo, contestó así:<br /><br /> <blockquote>Ochentiséis años le he servido y todo lo que me ha hecho es bien; ¿cómo podría yo maldecirle? ¡Mi Señor y Salvador!</blockquote><br />Policarpo como todos los demás mártires del cristianismo tuvieron una conducta así, porque tenían las respuestas a sus interrogantes fundamentales en su absoluto Universal, el Dios personal e infinito revelado en las Escrituras y en Jesucristo, que ha hablado verdad y está en el aquí y en el ahora. Mientras los romanos trataron de construir sobre sus limitados dioses se derrumbaron. Los cristianos siguieron creciendo en número y continuaron en la historia.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Rechazo del Cristianismo y Decadencia</span><br /><br />Ahora, los romanos tuvieron frente a ellos las respuestas cristianas pero se alejaron de la base que le habría dado a su sociedad -la respuesta que necesitaban- y la sociedad se quebrantó. Al desintegrarse el imperio, los romanos, en su decadencia, sintieron una gran sed de violencia para satisfacer sus sentidos y se entregaron a una sexualidad desenfrenada. Veamos. En Pompeya, a un siglo más o menos de que la República había dejado de existir, el culto fálico era muy fuerte. Cuadros o estatuas de un exagerado contenido sexual adornaban las casas de los habitantes. No todo el arte de Pompeya era así, pero el que ostentaba representaciones sexuales era muy abundante.<br /><br />Roma sufrió un colapso no por debilidades externas, sino más bien por las internas. La sociedad romana estaba corrompida. Por un lado, había opulencia exagerada y, por otro, miseria masiva.<br /><br />Entre el 30% y el 50% de la población eran esclavos. Había un sinfin de pobres y vagos a quienes el gobierno apaciguaba con «pan y circo». Las diversiones era groseras y brutales y en ellas cada mes morían miles de hombres. Religiosamente Roma estaba en bancarrota, influenciada por Grecia y Oriente. Roma se convirtió en una Babel religiosa.<br /><br />Si bien el emperador Constantino acabó con la persecución de los cristianos, y el cristianismo se convirtió en religión legal en 313 d.C. y en la religión oficial del Estado en 381 d.C., la mayoría de la gente siguió con sus viejas costumbres.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">LA APATIA: Presagio del fin</span><br /><br />La apatía fue el signo principal del período. La elite abandonó la vida intelectual por una «vida social».<br /><br />La apatía también se presentó en las artes como una falta de creatividad. El arte patrocinado oficialmente se volvió decadente. La música se volvió más y más altisonante. La pintura y la escultura sufrieron una marcada decadencia en contraste con la época anterior a Constantino. Toda la vida estaba marcada por la apatía prevaleciente.<br /><br />Cuando la economía romana se hundió más y más, agobiada por un costoso gobierno y por la inflación, el autoritarismo aumentó para tratar de erradicar la apatía, y como las personas no se inclinaban por el trabajo, el Estado intervino cada vez más y las libertades se perdieron. Por ejemplo, los pequeños campesinos fueron atados a sus lugares por ley.<br /><br />Debido a los resultados de la apatía y a la opresión poca gente pensó que la vieja civilización era digna de ser salvada.<br /><br /><span style="font-style: italic; font-weight: bold;">CONCLUSION</span><br /><br />Roma no se quebrantó debido a fuerzas externas, debido a los bárbaros, sino por la podredumbre interna -como hemos visto-. Gradualmente Roma se convirtió en una ruina.<br />La conclusión que tenemos obtenemos observando la era romana es que no hay nada humano que proporcione una base lo suficientemente fuerte para la sociedad y para la individualidad del hombre y de mujeres individuales.<br /><br />Los griegos y los romanos trataron magníficamente de construir su sociedad sobre aquellas personas que le habían dado forma, lo que era una sociedad exclusiva y elitista. Estos pueblos trataron de construir sobre eso y fallaron totalmente. Después se basaron en dioses finitos, dioses que no eran el Dios personal infinito y también fracasaron.<br /><br />Esto arroja una conclusión simple: no existe un fundamento firme para la sociedad a partir de los límites de la finitud y del principio de que el hombre es en sí autónomo.<br />La contraparte, desde luego, es que los cristianos pudieran resistir y la razón por la que pudieron soportar el sincretismo de esos días -la persecución y el martirio en el circo enfrentándolo con verdadero valor, se debe a que empezaron en el sitio exactamente opuesto. Empezaron por la existencia de un Dios personal infinito y creyeron en que había hablado, y hablado la verdad, en el Antiguo Testamento, en la revelación de Cristo y en el creciente -entonces creciente- Nuevo Testamento.<br /><blockquote><br /><div style="text-align: justify;">«Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la cuidad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño»<br />(Salmo 127:1-2)</div></blockquote></span><span style="font-size:85%;"><br /><br /><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-16161944763799916382009-12-08T05:33:00.000-08:002009-12-08T05:37:59.817-08:00Charles H. Spurgeon - Biografía<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://toddsmindbloggler.files.wordpress.com/2009/08/charles_spurgeon.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 128px; height: 182px;" src="http://toddsmindbloggler.files.wordpress.com/2009/08/charles_spurgeon.jpg" alt="" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">Vida familiar de Spurgeon</span><br /></div><div style="text-align: justify;">“Charles Haddon S<span style="font-family:trebuchet ms;font-size:100%;">purgeon, (1834-92), 58 años vivió este predicador de origen ingles, quien se unió a la comunidad bautista en el año de 1850. En 1852, con apenas 18 años, recibe el encargo de una pequeña congregación en la ciudad de Waterbeach, Cambridgeshire. A los 20 años se marcha en dirección a Londres como pastor de la Iglesia de New Park. Su popularidad inmediata hizo necesario que se ampliara la edificación para poder alojar a los fieles que allí se reunían, hasta el año 1861 en que fuera erigido el gigantesco tabernáculo metropolitano [1] .<br /><br />También se construyó una universidad para pastores, un orfanato, y otras obras de bien social. Los sermones de Spurgeon se publicaban semanalmente, luego se recogieron todos en unos cuantos volúmenes. Un calvinista de los más estrictos, se opone a la doctrina de la regeneración por el bautismo lo que le causa una fuerte disidencia dentro de su iglesia incipiente y su retiro definitivo de la “alianza evangélica” para el 1864. Su separación del movimiento bautista se produce en el año de 1887 debido a que sostenía firmemente que “el criticismo bíblico moderno estaba amenazando seriamente la ortodoxia religiosa.” Spurgeon surge unos trescientos años después de que existiera la iglesia anglicana en Inglaterra, la cual es el producto de una división de la Iglesia. Los bautistas son una iglesia que se origina de otra iglesia, que a su vez se origina de otra iglesia.<br /><br />Su abuelo, fue un pastor exitoso que reconoció de inmediato la inteligencia de su precoz nieto. A los cinco años de edad, Spurgeon leyó por primera vez El progreso del peregrino. “Siempre estaba leyendo libros”, recordaba más tarde su padre, “nunca estaba excavando en el jardín, ni jugando con los pichones de palomas, como los otros muchachos. Siempre eran libros y libros”. La inteligencia de Spurgeon también se manifestaba de otras formas. A los quince años de edad inventó cálculos matemáticos que probaron ser de tal utilidad que una empresa londinense los usó durante medio siglo [2] .<br /><br />Como Martín Lutero, Spurgeon tenía mucho conocimiento, pero le faltaba el nuevo nacimiento. Y, como Lutero, llegó a una profunda convicción para la cual no podía hallar remedio alguno. Su sufrimiento fue profundo. “Preferiría pasar por siete años de enfermedad”, escribió más tarde Spurgeon, “que volver a pasar por el terrible descubrimiento de la maldad del pecado.”Por esa época Spurgeon se encontró con una capilla metodista primitiva. El predicador leía de Isaías: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22). De inmediato el Espíritu Santo abrió sus ojos y comprendió que la justificación era por gracia mediante la fe solamente y se aferró a esa verdad para siempre. “Puedo dar testimonio de que el gozo de aquel día fue indescriptible”, escribió después Spurgeon. “Pudiera haber saltado, pudiera haber danzado. No había expresión alguna, por fanática que fuera, que pudiera compararse con el gozo de aquella hora.” Pocas semanas después, antes que Spurgeon cumpliera dieciséis años, un pastor rural lo bautizó en un río cercano.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Obra ministerial de spurgeon</span><br /><br />A través de las predicaciones de Spurgeon la iglesia de Londres se veía más animada y era mayor el número de personas que concurrían a oírle. Y como resultado de ello le pidieron que tomara la iglesia por espacio de 6 meses como periodo de prueba a lo que Spurgeon respondió: “que no tenia ningún inconveniente a lo relacionado con el tiempo, pero que después de pensarlo bien, dijo positivamente que no. “no me atrevo a aceptar una incondicional invitación por tanto tiempo” [3] . Finalmente el periodo de prueba fueron 3 meses pero el crecimiento se vino encima a tal grado que los cambiaron varias veces de local contando con una asistencia total que no había un lugar para todo ese personal y la iglesia rodó de local en local hasta llegar a lo que se convertía en el tabernáculo metropolitano.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Ministerio social</span><br /><br />Se ve muy claro su amor por las almas y en la obra social cuando le dio lo mano al “hogar el ancianas que tenia presupuestado recibir 6 anciana para cuidar de ellas y Spurgeon que no sabia hacer las cosas en pequeña escala, desde que llegó al pastoreado en la iglesia londinense comprendió que esta era demasiado limitada para una institución benéfica. Logró que sus amigos inyectaran grandes cantidades de dinero lo mismo que el, asiendo de este un don impactante para la comunidad. En lo que se refiere al hogar de las ancianas, Spurgeon nunca creyó en que las personas recluidas en una institución benéfica viviera hacinadas en grandes salones y menos aun siendo ancianas, de acuerdo con esta manera de pensar, proveyó para los edificios del asilo gran numero de habitaciones para que en ellas pudieran vivir individualmente asiladas, allí vivían aquellas viejecitas independientemente, y sin embargo en familia, con el aprecio y la consideración de todos.<br /><br />También se habla del orfanatorio y el Dr. Russell H. Conwell dijo: “ésta una de aquellas instituciones que presentan de la manera más hermosa uno de los rasgos mas tiernos y amantes del carácter de Spurgeon. Su amor a los niños solo fue excedido por el amor que los niños le tenían el” [4] . La sencillez infantil, que era un rasgo maravilloso de su noble vida, convencía a todos los que le conocieron que su amor era sincero. Esa simpatía y cariño siguieron manifestándose siempre a través de toda su vida, ni la enorme fama que disfrutaba, ni las múltiples e importantes obras en que se ocupaba. Al contrario, en muchas ocasiones, extenuado por el exceso de trabajo, y preocupado con grandes y difíciles problemas que tenía que resolver, iba al orfanatorio para encontrar descanso físico y mental en la charla infantil, y en el sincero cariño que le tenían. Uno que le conoció bien, ha dicho por eso que Spurgeon en el orfanatorio era como “un niño grande entre otros muchos niños pequeños”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Compromiso de la familia</span><br /><br />En lo que a su familia se refiere tuvo solamente 2 hijos, gemelos y los dos cuando paso el tiempo ingresaron en el ministerio bautista, y uno de ellos se destacó por su elocuencia y capacidad, que en algún momento se pensó en él para dirigir la iglesia del tabernáculo. Dios le dio a este hombre una gran mujer que fue más que una compañera y consejera, fue una impulsora para que su esposo dejara grandes memorias, nos referimos a los llamados “fondo de libros y fondo de auxilio para los ministros pobres que tuvieron su origen más que en las manos del escritor, fue en las manos de esta mujer y en cuanto a los libros ella misma relata su origen y dijo: fue en el verano de 1875 que mi querido esposo completó y publicó el primer volumen de “discursos a mis estudiantes”. Leyendo una de las pruebas me sentí tan enamorada del libro que cuando el querido autor me pregunto “bueno, te gusta” yo conteste de todo corazón “quisiera poderlo poner en manos de cada ministro de Inglaterra” su esposo le respaldo la idea y este fue entregado libre y agradecidamente y en ese momento, aunque yo no sabia “el fondo de libros” fue inaugurado.<br /><br />La obra efectuada por esta noble mujer adquirió una grandísima importancia a medida que pasaba el tiempo quería ayudar a los ministros pobres sin distingos de ninguna clase y como el único requisito para obtener los libros era solicitarlos, pudo ayudar a centenares de obreros evangelios dentro y fuera de Inglaterra. En el año 1880 se distribuyeron nada menos que 7.144 libros y 6.262 sermones; y en 1884 la señora de Spurgeon informó que en los quince años de existencia del “fondo de libro se avían distribuido 122.129 libros aparte de un grandísimo numero de sermones; y que estos libros habían sido donados a más de 12.000 ministros.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Los dones espirituales de Spurgeon</span><br /><br />Hablar de los dones espirituales de éste predicador excepcional es difícil, ya que para hacer una distinción entre sus capacidades naturales y sus dones espirituales es necesario hacer un esfuerzo, porque con su obra, este hombre demostró ser guiado en todo por el Espíritu Santo. Pero tratando de ser lo más objetivo posible se podría decir que entre sus dones sobresale la capacidad de exponer las Escrituras de manera sencilla, clara y entendible. Esta capacidad se daba en todos los aspectos de su predicación, ya que podía estudiar la palabra y luego comunicarla con gran fluidez y eficacia. También se debe tener en cuenta su vocación por la oración la cual practicó de manera ininterrumpidamente durante toda su vida. En cierta ocasión Spurgeon declaró a su congregación las siguientes palabras“¡que Dios me ayude si dejáis de orar por mí! Avisadme en aquel día, y tendré que dejar de predicar. Avisadme cuando os propongáis cesar en vuestras oraciones y clamaré: Dios mío, dame la tumba en este día, y duerma yo en el polvo”. [5] Lo anterior pone de manifiesto lo relevante que era para él la práctica de la oración. Ya que lo principal en la vida de Spurgeon fue la predicación de las Escrituras, ocupó gran parte de su tiempo diario a la oración personal y congregacional, al estudio de las escrituras y la preparación de sus sermones.<br /><br />Aunque fue un hombre estricto Spurgeon fue un hombre lleno de amor y misericordia, no solo predicaba la palabra, la hacía realidad en su vida. También una parte importante de su ministerio fue la obra social donde demostraba el amor de Dios a los hombres. Otro aspecto que marco el ministerio de Spurgeon fue su fortaleza espiritual, que en los momentos más difíciles le permitió seguir adelante y cumplir con la obra que Dios le había entregado. Una de las mayores dificultades que sufrió fue la persecución por causa de sus predicaciones, la verdad, la fuerza, la claridad y la inflexibilidad en cuanto a la doctrina, dio como resultado su poca aceptación en el entorno religioso de 1856, pero a Spurgeon no le preocupaban sus contradictores su mayor preocupación estribaba en enderezar la iglesia con doctrina bíblica fuerte y eficaz [6] .<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Las capacidades naturales de Spurgeon.</span><br /><br />Spurgeon era un hombre muy comprometido con la iglesia, siendo muy joven demostró gran capacidad y energía para predicar. Pero esto no vino sólo, Spurgeon necesitó de una formación para lograr desarrollar las capacidades y cualidades como predicador y dicho entrenamiento comenzó en su propio hogar junto a sus abuelos y sus padres que fueron cristianos y desde temprana edad lo encaminaron en el estudio y aplicación de las Escrituras [7] . El tenía una buena disciplina, leía mucho, especialmente obras de teología y fue un lector incansable de la Biblia, Utilizó un lenguaje expresivo que complementaba una voz potente con la cual pudo predicar hasta aproximadamente doce mil personas en un tiempo en donde no habían micrófonos. La memoria Spurgeon era excepcional podía leer seis libros por semana y recordar lo que había leído aun años después.<br /><br />Otros de sus dones fue la capacidad para escribir, pues podía comunicar tan bien sus mensajes de forma oral como escrita. Publico 3.561 sermones, además de otros libros, uno de los más importantes es “Discursos a mis estudiantes”. Durante los últimos años del ministerio fue atacado por varias enfermedades y sufría de fuertes dolores, pero como él mismo decía: “cuando subo al pulpito se me olvida todos mis dolores y penas”. Pero de todas las capacidades naturales de este predicador ingles, la capacidad más sobre saliente fue su firmeza en la verdadera doctrina cristiana. Su predicación fue expositiva con mucha riqueza literaria y profundidad doctrinal que contrastaban con una comunicación entendible, clara y popular; muy diferente a la forma como se predicaba en Inglaterra hacia 1857.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Posición doctrinal de Spurgeon</span><br /><br />Uno de los primeros ataques que sufrió el ministerio de Spurgeon, después de su llegada a Londres, provenía de un sector de la comunidad bautista que en aquella época podría describirse como hipercalvinista. Esta escuela afirmaba que solo estamos llamados a invitar a ir a Cristo a los que están consientes de la experiencia de pecado y necesidad. En otras palabras, las exhortaciones del evangelio han de ser dirigidas a los que han sido espiritualmente despertados a buscar a un salvador. Más Spurgeon predicaba lo contrario, sus invitaciones y exhortaciones eran generales para todos los oyentes, para que se arrepintieran y creyeran en el evangelio, el cual decía “Bendigo a mi Señor y maestro por haberme dado un evangelio que puedo llevar a los pecadores muertos, un evangelio para el más vil de los viles”.<br /><br />La controversia de Spurgeon no era realmente con los hipercalvinistas, esto era solo una escaramuza, comparado con la batalla que tuvo que librar en contra del arminianismo, el cual consideraba como un error. Spurgeon dice “las perversiones arminianas, en particular, han de volver a hundirse en el pozo donde nacieron. Su concepto de la posibilidad de una caída final de la gracia es la falsedad más impía de la tierra.” Spurgeon no tenía la menor duda de que este énfasis sobre le arminianismo era el que provocaba la intensa oposición a su ministerio. Ya que hacia los años 1850 a 1860 el arminianismo era el concepto doctrinal que predominaba en Inglaterra. [8] Spurgeon no atacó el arminianismo porque creyese que aquellos errores significaban que la persona que los defendía no podía ser cristiana, no creía tal cosa. Por el contrario, sostenía que un hombre puede ser arminiano evangélico, como Jhon Wesley o Jhon Fletcher, y vivir muy por encima del nivel ordinario de los cristianos corrientes; “lejos esté de mí imaginar que sión no contiene sino cristianos calvinistas dentro de sus muros, o que solo se salvan los que sostiene nuestro punto de vista.”Dicho de otro modo, Spurgeon vio como nosotros necesitamos ver que es preciso distinguir entre los errores y las personas.<br /><br />Spurgeon sostenía que el arminianismo no afectaba solamente a unas cuantas doctrinas que puedan separarse del evangelio, sino que abarca la unidad entera de la salvación bíblica, y afecta a nuestro punto de vista sobre el plan entero de salvación en casi todos sus puntos. Consideraba que la ignorancia del contenido total del evangelio era la causa del arminianismo [9] . Otra razón por la que Spurgeon se opuso al arminianismo fue porque el espíritu de aquel sistema conduce directamente al legalismo, pues si bien los arminianos evangélicos niegan la salvación por las obras, la tendencia de los errores que sostienen les lleva a dar mayor importancia a la actividad del pecador, y a dirigir el énfasis primordialmente hacia la voluntad y el esfuerzo humano. Spurgeon no dejó de expresar que esta influencia, la arminiana lo arrastraría todo, pues vivió lo suficiente para ver como la fe que tan gloriosamente había sido proclamada en New Park Street en los años de 1850 a 1860, se consideraba de nuevo como cosa del pasado. Aunque la iglesia hubiese de pasar años de esterilidad y de decadencia a causa de su infidelidad; aunque los ministros fieles “lleguen a ser cada vez menos, hasta el punto que un niñito pueda contarlos”, a pesar de todo esto, “mi Señor avivará su verdad enterrada, tan cierto como que es Dios”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Aplicación</span><br /><br />La predicación de Spurgeon brotó como manantial en el desierto doctrinal que vivía Inglaterra y otros lugares de Europa por éste tiempo. Muchos fueron los que bebieron de las aguas que brotaron de la fuente que abrió Spurgeon por medio de la palabra de verdad y esto causó malestar. Que obra tan notable y digna de ser imitada la de este hombre que usó cada uno de los dones que Dios le dio de forma licita para edificar la iglesia y sacarla de la apatía en la que se encontraba. Muchos fueron bendecidos a través de él en Europa y Estados Unidos. La predicación pura, doctrinal y Cristo-céntrica es la que se necesita en estos días en que no hay sequía por que abundan las aguas, pero la mayoría de estas aguas están contaminadas y pocas son las fuentes de agua pura que se pueden encontrar hoy. Pero estos dones espirituales no surgieron de la nada, sino que fueron el resultado de la consagración, dependencia, y confianza total en Dios que profesaba Spurgeon, las cuales podía comunicar a sus hermanos. Esta es la convicción que necesita el pueblo cristiano hoy, convicción de hombres que puedan comunicar toda la verdad de Dios pase lo que pase y estén dispuestos a entregar sus vidas al servicio del ministerio como lo demanda cualquier vocación [10] ; porque el cristianismo es una vocación y no un estilo de vida<br /><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Bibliografía</span><br /><br />MURRAY. Iain. Spurgeon un príncipe olvidado. Londres, Inglaterra: The Banner of Truth Trust. 1964.<br /><br />RODRÍGUEZ GARCÍA. Alfredo. Biografía de spurgeon. El paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones. 1934.<br /><br />SANTA BIBLIA. Reina Valera 1960. Bogota, Colombia: sociedades bíblicas unidas. Efesios 4:1.<br /><br />Spurgeon. c.H. Discursos a mis estudiantes. Londres, Inglaterra: The Banner of Truth Trust. 1964.<br /><br />-------- Un ministerio ideal. Londres, Inglaterra: The Banner of Truth Trust.1964.<br /><br />-------- Totalmente por gracia. Pensacola, USA: mount zión bible institute. 2001.<br /><br />-------- No hay otro evangelio. Gran bretaña, Inglaterra: el estandarte de la verdad. 1997.<br /><br />-------- El tesoro de David. Terraza Barcelona, España: clie. 1984.<br /><br />Recursos electrónicos<br /><br />http://spurgeon.ya.st/. 05 noviembre 2007<br /><br />http://biografas.blogspot.com/2006/09/charles-haddon-spurgeon.html. 05 noviembre 2007<br /><br />http://www.spurgeon.com.mx/. 05 noviembre 2007<br /><br />http://pastortony.net/Spurgeon.aspx. 05 noviembre 2007<br /><br />http://www.ministros.org/Estudios/sp/. 05 noviembre 2007<br /><br />http://www.elcristianismoprimitivo.com/Hogar%20Spurgeon.htm. 05 noviembre 2007.<br /><br /><br />[1] http://mrsavinon.blogspot.com/2006/10/carlos-spurgeon-y-los-protestantes.html. 05 noviembre 2007.<br />[2] http://www.vidaeterna.org/pdg/estudios/albedrio_esclavo.ht. 05 noviembre 2007<br />[3] RODRÍGUEZ, Garcia. Alfredo. Biografía de Spurgeon. El paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones. 1934. P. 90.<br />[4] RODRÍGUEZ, Op. Cit., p. 211.<br />[5] MURRAY. Iain. Spurgeon un príncipe olvidado. Londres, Inglaterra: The Banner of Truth Trust. 1964. P. 37-38.<br />[6] http://spurgeon.ya.st/. 05 Noviembre 2007.<br />[7] http://www.elcristianismoprimitivo.com/Hogar%20Spurgeon.htm. 05 noviembre 2007.<br />[8] MURRAY, Op.cit., p. 49-52.<br />[9] Ibit., p.73-74<br />[10] SANTA BIBLIA. Reina Valera 1960. Bogota, Colombia: sociedades bíblicas unidas. Efesios 4:1.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-48120397888255747222009-12-01T09:16:00.000-08:002009-12-01T09:36:20.311-08:00SOBREVIVIR A LOS PERIODOS DE SEQUÍA - Madame Guyón<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://noticias.seguroagricola.com/fotos/sequia1.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 306px; height: 230px;" src="http://noticias.seguroagricola.com/fotos/sequia1.jpg" alt="" border="0" /></a>Aunque Dios no tiene otro deseo que impartirse a Sí mismo a los demás, frecuentemente se retrae con un propósito. Quizá sea para quitar de ti la pereza, o quizá no has estado buscándolo con fe y en amor, pero por la razón que sea Él lo hace de Su abundante bondad y fidelidad para ti, a menudo estos periodos donde Dios aparentemente Dios se retrae son seguidos de las caricias de Su amor.<br /><div style="text-align: justify;"><br />Durante estos periodos quizás empieces a creer que la forma de probar tu fe es a través de un grado de afecto o interés mayor, o por una manifestación grande de fuerza y actividad. Seguramente quizás te digas a ti mismo que esto inducirá a que Dios te vuelva a visitar; no alma querida créeme que así no es, debes esperar el regreso del Amado con amor paciente, humildad, paz y adoración silenciosa. Al hacer estas cosas demuestras al Padre que es Él solo y Su agrado lo que buscas, y no los deleites egoístas de tu propia satisfacción.<br /><br />No seas impaciente en tus momentos de sequía, espera con paciencia a Dios, al hacer esto tu vida de oración aumentará y será renovada. En abandono y contentamiento aprende a esperar el regreso de tu Amado. Entremezcla tu espera con suspiros de amor. Esta conducta verdaderamente agradará a Dios y le incitará a su regreso.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-67088488194800874842009-12-01T08:45:00.000-08:002009-12-01T09:13:50.843-08:00LA MEDITACIÓN ESCRITURAL - Madame Guyón<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.arquibogota.org.co/tools/microsThumb.php?src=recursos_user/imagenes//Arquidiocesis/noticias/biblia.jpg&w=387"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 173px; height: 129px;" src="http://www.arquibogota.org.co/tools/microsThumb.php?src=recursos_user/imagenes//Arquidiocesis/noticias/biblia.jpg&w=387" alt="" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:georgia;">Hay dos formas de introducirse en la oración: una es mediante la meditación en la Palabra, la otra es mediante la lectura de la Palabra y después meditar en la oración.<br /><br /></span><span style="font-family:georgia;">Meditar en la Palabra de Dios simplemente significa, tomar una poción de la Escritura y y comenzar el procedimiento siguiente: </span><span style="font-family:georgia;">Leer solo una pequeña sección, y permite que el pasaje sea digerido antes de continuar a otro; saca de él su significado pleno, medítalo trata de relacionarlo con otras escrituras similares, memorízalo, después habiendo examinado el pasaje profundamente continúa a otro y al mismo.</span><br /><br /><span style="font-family:georgia;">Trata de no leer mas de la mitad de una pagina a la vez. No es la cantidad de Escritura que lees sino la calidad que te producirá el beneficio. Los que son lectores rápidos no sacan mas ventaja de la que una abeja sacaría frotando la superficie de una flor. En vez de penetrar para extraer su </span><span style="font-family:georgia;">polen. La velocidad en la lectura puede ser utilizada para otras materias, pero nunca para la verdad divina.</span> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" ><br /><br />Para recibir beneficio de la Palabra debes leer como he descrito, estoy segura que al hacer esto, habrás hecho de la meditación en la Palabra de Dios un habito que hará que crezcas como cristiano.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >De la comida física no se recibe ningún nutriente hasta que masticas y tragas la comida.<br /><br />La comida puede ser que sepa bien en tu boca mientras continúas disfrutando de su sabor, pero es al tragarla y digerirla lo que produce el beneficio requerido para el cuerpo. En un acto de amor lleno de respeto y confianza en Dios, traga la bendita comida espiritual que Él te ha dado, te hará llegar a ser un cristiano maduro.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >Una palabra de aviso para los principiantes no vaguéis de verdad en verdad, y de tema en tema, la forma correcta es permitir que cada verdad individual sea meditada mientras su sabor dulce permanece fresco. </span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >Ciertamente no te atiborrarais la boca con otro mordisco de comida hasta que hubieses tragado el anterior.<br /><br />La verdad escritural debería ser digerida de la misma manera.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >A medida que formas el habito de meditar en la Palabra de Dios se hará más fácil traer al recuerdo otras escrituras de la misma naturaleza, esto mejorará grandemente tu habilidad de traer la Palabra de Dios a realidad en tu vida.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >El segundo método es aprender a orar la Palabra. Cuando vienes a Dios en oración abre tu Biblia en el lugar donde has estado meditando, recuerda en este punto que tu objetivo principal está centrado en la presencia de Dios; pues tu versículo escritural mantendrá tu mente alejada de irse a otras cosas.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" ><br /><br />Este método de oración puede utilizarse por aquellos de vosotros que incluso tengáis una pequeña porción de fe, porque hará que tu mente no se distraiga, de esta forma incluso una pequeña cantidad de fe se agrandará en proporción cuando sea vista por sí misma.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >¡Oh amado! Dios ha prometido que Él vendría y haría Su tabernáculo con el que hace Su voluntad, como dice Juan 14:23: "...Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos nuestra morada con él." </span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >Él ha prometido habitar en nuestro ser mas intimo el Nuevo Lugar Santísimo.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" >San Agustín una vez se culpó a sí mismo por todo el tiempo perdido, tratando de encontrar la voluntad de Dios.<br /><br />Cuando desde el mismo comienzo él podía haberla encontrado a través de esta forma de orar la Palabra. Cuando tu te has dispuesto en un espíritu apacible, y estás plenamente consciente de la presencia de Dios, cuando las distracciones terrenales no son tus pensamientos principales, cuando tu alma se ha alimentado adecuadamente de la Palabra de Dios, y has escogido por un acto de tu propia voluntad creerla.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style=";font-family:georgia;font-size:85%;" class="fullpost" ><br /><br />Ahora estas preparado para comunicarte con tu Padre Celestial, o tu que deseas un caminar más profundo con Dios, ven entra en Su presencia a través de Su Palabra. Es el deseo de Dios comunicarse contigo para impartirte gracia abundante y permitirte disfrutar de Su presencia.</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-9262378876029975142009-12-01T08:22:00.000-08:002009-12-01T08:43:08.941-08:00William Carey (1761-1834) - Biografía<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.freesundayschoollessons.org/wp-content/uploads/2008/07/william-carey.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 233px; height: 240px;" src="http://www.freesundayschoollessons.org/wp-content/uploads/2008/07/william-carey.jpg" alt="" border="0" /></a>William Carey nació el 17 de agosto de 1761 en Paulerspury, en la provincia de Northampton, Inglaterra.<br /><br />Aunque su infancia transcurrió en un ambiente rural que para nada hacía presagiar grandes cosas para su vida, lo cierto es que Carey tenía una insaciable sed de conocimientos y una indomable perseverancia para lograr sus objetivos. Cualquier libro que caía en sus manos era devorado y asimilado, hasta el punto que se había familiarizado en su adolescencia con el latín y, mientras trabajaba como zapatero, aprendió griego.<br /><br />De hecho el taller de zapatería fue para Carey su taller de preparación donde Dios lo entrenó para la obra que más tarde tenía preparada para él. Allí adquirió un profundo conocimiento de la Biblia y también de geografía universal y religiones comparadas, todo lo cual le sería de gran utilidad en los años venideros.<br /><span class="fullpost"><br /><span style="font-weight: bold;">Conversión</span><br /><br />Uno de los compañeros en el taller de zapatería era William Ward, perteneciente a uno de los grupos disidentes de la Iglesia anglicana. Las discusiones entre ambos muchachos eran prolongadas, defendiendo cada uno su punto de vista. Sin embargo, Carey se dio cuenta que la fe de su amigo era mucho más profunda que la suya propia y, atendiendo a una invitación a asistir a una de sus reuniones, entró en contacto con la iglesia a la que su amigo pertenecía. Allí tuvo lugar su experiencia de conversión que daría un vuelco a toda su vida. El hecho de que estas iglesias disidentes fueran simpatizantes de la revolución americana fue otro factor añadido para que Carey se identificara con ellas, pues él mismo era de ese sentir. La conservadora Iglesia anglicana era opuesta por principio a cualquier modificación del "status" de las colonias en Nueva Inglaterra.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Crecimiento</span><br /><br />Tras su conversión conoció a dos destacados bautistas, John Ryland y Andrew Fuller, siendo bautizado por el primero e integrándose en una iglesia bautista. Al poco tiempo, y en vista de su crecimiento y sus dones, Carey era solicitado como predicador por distintos grupos pequeños, tras lo cual fue llamado como pastor de la iglesia de Moulton.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Influencias notables</span><br /><br />En 1781 se casó con Dorotea Placket con la cual tuvo una numerosa familia. Para ese tiempo Carey ya conocía latín, griego, hebreo, italiano, alemán y francés. Pero la pasión de Carey eran las misiones. Varios factores influyeron en esa vocación: el avivamiento que estaba sacudiendo Inglaterra bajo el ministerio de John Wesley preparó el terreno para el movimiento misionero; un tío de Carey era marinero y con un gran bagaje de experiencias en otros países, lo cual despertó en él un interés por los viajes y por conocer otras culturas; también fueron a parar a sus manos los diarios de John Eliot y David Brainerd (ambos misioneros entre los indios); otro libro que influyó decisivamente en Carey fue "Los viajes del capitán Cook", en el que el descubridor inglés narra sus aventuras por las islas del Pacífico. Todos estos fueron factores que representaron un papel importante en el futuro misionero, pero, en especial, la Biblia dejaba claro la responsabilidad de los cristianos para llevar las buenas nuevas a los que todavía no las habían escuchado.<br /><br /><span style="font-style: italic;">"Esperad grandes cosas de Dios; emprended grandes cosas para Dios"</span><br /><br />El 30 de mayo de 1792, ante una convención de pastores bautistas, predicó su famoso sermón basado en Isaías 54:2,3<br /><br /> <span style="font-style: italic;">"Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas... "</span><br /><br />La proposición de este sermón era la siguiente: "Emprended grandes cosas para Dios; esperad grandes cosas de Dios." A pesar de las reticencias de algunos de los presentes, John Ryland entre otros, el impacto del sermón fue tal, que allí dio comienzo lo que más tarde se ha dado en llamar la era de las misiones modernas. El 13 de junio de 1793 Carey partía para la India.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Paganismo en la India</span><br /><br />La extensión del cristianismo en la India estaba reducida prácticamente a los europeos que allí vivían por intereses comerciales. La pobreza, ignorancia y superstición estaban difundidas por doquier; el sistema de castas tenía raíces inmemoriales; las costumbres paganas estaban reflejadas en dos bien arraigadas: tirar niños al Ganges, como ofrenda al río sagrado y arrojar a las viudas a la hoguera donde el marido recién fallecido era incinerado.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Primeros años como misionero</span><br /><br />Por seis años Carey estuvo trabajando en una plantación de índigo al norte de Calcuta. Allí aprendió el bengalí y tradujo el Nuevo Testamento a dicha lengua, además de preparar una gramática y un diccionario de la misma. La facilidad para los idiomas que tenía llegó a convertirse en un medio de bendición para su tarea.<br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">La trinidad hindú: Brahma, Visnú y Siva<br /><br />Primer bautismo de la misión de Carey</span><br /><br /><br />Pero al mismo tiempo las pruebas se cebaron en su familia: su hijo de cinco años murió como consecuencia de las fiebres, mientras que su esposa no se adaptaba a las dificultades en el nuevo país.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El trío de Serampore</span><br /><br />En 1800 Carey se traslada a Serampore donde permanecería por treinta y nueve años. Allí se le unieron dos misioneros más que permanecerían con él hasta el fin, y que serían conocidos como "el trío de Serampore". Uno de ellos era William Ward, especialista en imprenta, y el otro Joshua Marshman, especialista en lingüística. Sin duda este trío misionero fue uno de los más sólidos y fructíferos equipos misioneros que nunca hayan existido.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Traduciendo la Biblia</span><br /><br /><br />A estas alturas Carey ya dominaba el bengalí, el sánscrito y otros idiomas de la región y entre sus prioridades estratégicas estaba la traducción de la Biblia a la lengua materna de aquellos pueblos. En treinta años la tradujeron a seis lenguas, siendo Carey el responsable de la traducción al bengalí, sánscrito y marathi.<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-31670308398353861422009-09-06T17:08:00.000-07:002009-09-06T17:10:25.967-07:00LA PRESENCIA DE CRISTO. Andrew Murray"Pero enseguida Jesús hablo hacia ellos diciendo, Tened ánimo, soy yo; no temáis" (Mateo 14:27). <br /> <br />Todos nosotros hemos tenido acerca del trabajo del bendito Espíritu es dependiente en lo que nosotros pensamos de Jesús, porque este proviene de Cristo Jesús que el Espíritu viene a nosotros; esto es Cristo Jesús que el Espíritu que alguna vez nos trajo; y la única necesidad de la vida cristiana a diario y a cada hora es esta--la presencia del Hijo de Dios. Dios es nuestra salvación. Si yo tengo a Cristo conmigo y Cristo en mí, yo tengo plena salvación. <br /> Nosotros hemos hablado sobre la vida de fracaso y carnal, sobre la vida de incredulidad y desobediencia, sobre los altos y bajos en la vida, la soledad, tristeza y dolor en la vida de; pero nosotros hemos oído y creído que hay liberación. Bendito sea Dios, Él nos sacó de Egipto, Él puede traernos de nuevo Canaán, a el mismo descanso de Dios y Jesucristo. Él es nuestra paz, Él es nuestro descanso. <br /> Oh, si yo sólo pudiese tener la presencia de Jesús como la victoria sobre todo pecado; la presencia de Jesús como la fortaleza para cada deber, entonces mi vida estaría en la plenitud de la comunión irrompible con Dios, y la palabra se cumplirá a mí en la más bendita experiencia," Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo". Y mi corazón contestará," Padre, yo nunca te conocí, pero en verdad, yo estoy siempre contigo y todo lo tuyo es mío." Dios le ha dado todo lo que Él tiene, a Cristo, y Dios anhela que Cristo deba asirnos completamente. Yo voy a cada corazón hambriento y digo," Si usted quiere vivir la gloria de Dios, busque una cosa, clame, crea que la presencia de Jesús puede estar con usted cada momento de su vida." <br /> I quiero hablar sobre la presencia de Jesús como esto es puesto ante nosotros en que la historia bendita de Cristo caminando en el mar. Venga y mire conmigo algunos puntos que se sugieren a nosotros. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">La presencia de Cristo perdida</span><br />Piense, primero, de la presencia de Cristo perdida. Usted sabe que los discípulos amaron a Cristo, se aferrado a Él, y con todos sus fracasos, ellos se deleitaron en Él. ¿Pero qué pasó? ¡El Maestro subió a la montaña a orar, y los envió a todos por el mar solos sin Él; allí vino una tormenta, y ellos se esforzaron, remaron, y laboraron, pero el viento era contrario ellos, ellos no hicieron ningún progreso, ellos estaban en el peligro de morir, y cómo sus corazones dijeron," Oh, si el Maestro sólo estuviera aquí!" Pero Su presencia se había ido. Ellos lo extrañaron. Una vez antes, ellos habían estado en una tormenta, y Cristo había dicho," Paz, estad tranquilos," y todo estuvo bien; pero aquí ellos están en la oscuridad, peligro, y en un terrible problema, y sin Cristo para ayudarlos. <br /> ¿Ah, no es a veces así la vida de muchos creyentes? Yo he entrado en oscuridad, yo he pecado, la nube está sobre mí, yo extraño la presencia de Jesús; y durante días y días yo trabajo, cuidando, y laborando; pero todo es en vano, porque yo extraño la presencia de Cristo. Oh, amados, permítanos escribir que la presencia de Jesús perdida es la causa de todas nuestras miserias y fracasos. <br /><br /><span class="fullpost"><br />La presencia de Jesús es temida<br />Mire el segundo paso, la presencia de Jesús temida. ¡Ellos estaban anhelando la presencia de Cristo, y Cristo vino a medianoche: Él vino caminando sobre el agua entre las olas; pero ellos no lo reconocieron, y ellos gritaron, de miedo," es un espíritu!" Su amado Señor estaba viniendo cerca, y ellos no lo conocieron. Ellos temieron Su acercamiento. Y, ah, qué a menudo yo he visto un creyente temiendo el acercamiento de Cristo gritando por Él, anhelándolo, y todavía temiendo Su venida. ¿Y por qué? Porque Cristo llego en una manera que ellos no esperaron!<br /> Quizás algunos han estado diciendo," Ay, ay! Yo temo yo nunca puedo tener la presencia permanente de Cristo." Usted ha oído lo que nosotros hemos dicho sobre una vida en el Espíritu: usted ha oído lo que nosotros hemos dicho acerca de estar siempre en la presencia de Dios y en Su comunión, y usted ha estado temeroso de esto; y usted ha dicho," es demasiado grande y demasiado difícil." Usted tiene temor en las muchas enseñanzas que están yendo para ayudarlo. Jesús entró a usted en la enseñanza, y usted no reconoció Su amor. <br /> O, quizás, Él vino en una manera que usted temió Su presencia. Quizás Dios ha estado hablándole sobre algún pecado. Hay pecado de enojo, o pecado de descuidado, o pecado de no saber perdonar, o hay pecado de mundanidad, compromiso, y compañerismo con el mundo, ese amor de hombre y el honor de hombre, ese respeto de hombre y la opinión de hombre, u orgullo y confianza en si mismo. Dios ha estado hablándole sobre esto, y todavía usted no ha temido. Ése era Jesús queriendo dibujar esto, pero usted tuvo temor. Usted no ve cómo usted puede dejar todo, usted no está listo para decirle," A cualquier sacrificio yo voy a tener que sacarlo de mí, o yo lo dejaré," y mientras Dios y Cristo estaban viniendo a bendecirlo, usted tuvo miedo de Él. <br /> Oh, creyentes, en otros momentos Cristo ha venido a usted con la aflicción, y quizás usted ha dicho," Si yo quiero ser completamente santo, yo sé que yo tendré que ser afligido, y yo tengo miedo a la aflicción," y usted tiene temor a esta sensación," Cristo puede entrar a mí en la aflicción." ¡La presencia de Cristo teme! --oh, amado, yo quiero decirle que todo es un concepto erróneo. Los discípulos no tenían ninguna razón para tener miedo a este" espíritu" viniendo allí, porque este era Cristo mismo; y, cuando la palabra de Dios vaya a usted y toque su corazón, recuerde es Cristo que de cuya boca sale la espada de dos filos. Es Cristo en Su amor que viene a cortar el pecado, que Él puede llenar su corazón con la bendición del amor de Dios. Tenga cuidado de temer la presencia de Cristo. <br /><br />La presencia de Cristo revelada<br />Entonces viene el tercer concepto--la presencia de Cristo revelada. ¡Bendito Dios! Cuando Cristo oyó cómo ellos lloraron, él habló las palabras del texto," tened animo, soy yo; no temáis." ¡Ah, qué alegría esas palabras trajeron a esos corazones! Allí esta Jesús, aquel objeto oscuro aparece, aquella temida forma. Es nuestro Señor bendito. Y, estimados amigos, el objetivo del Maestro, si esto sea por aflicción o de otra manera, esta preparado para recibir la presencia de Cristo, y a través de ello todo lo que Jesús dice," soy yo; no temáis." ¡La presencia de Cristo revelada! Yo quiero decirle que el Hijo de Dios, oh creyente, está anhelando por revelarse a usted. ¡Escuche! ¡Escuche! ¡ESCUCHE! ¿Hay algún corazón anhelante? Jesús dice," tened animo, no temáis." <br /> Oh, amado; Dios nos ha dado a Cristo. ¿Y Dios quiere que yo tenga Cristo en cada momento? Sin duda. Dios quiere la presencia de Cristo para que sea la alegría en todas las horas de su vida, y, si hay una cosa segura, Cristo puede revelarse a usted en cada momento. ¿Usted esta deseoso por venir y exigir este privilegio? Él puede revelarse. Yo no puedo revelárselo a usted; usted no puede tomarlo; pero Él puede brillar en su corazón. ¿Cómo yo puedo ver la luz del sol mañana por la mañana, si yo estoy dispuesto? La luz del sol se revelará. ¿Cómo yo puedo conocer a Cristo? Cristo puede revelarse. Y, antes de que yo vaya más allá, yo orare por usted que ponga su corazón en esto, y para ofrecer la oración humilde," Señor, ahora revélate a mí, para que yo nunca puedo perder la vista de Ti. Dame entendimiento para que a través de la oscuridad espesa Usted venga a hacerte conocido." <br /> No dude en su corazón, sin embargo oscuro esto puede ser como medianoche, a cualquier medianoche allí esta en el alma, a medianoche, en la oscuridad, Cristo puede revelarse. Ah, gracias a Dios, a menudo después de una vida de diez y veinte años de alba, después de una vida de diez y veinte años de esforzarse, ahora en la luz, y ahora en la oscuridad, allí llega el momento cuando Jesús está deseoso sólo darse a nosotros, para nunca más partir. ¡Dios nos concede que la presencia de Jesús! <br /><br />La presencia de Jesús deseada<br />Y ahora viene el cuarto concepto--La presencia de Jesús perdida, fue el primero; la presencia de Jesús temida, era el segundo; la presencia de Jesús reveló, era el tercero; la presencia de Jesús deseada, es el cuarto. ¿Qué pasó? Pedro oyó al Señor, y más allá estaba Jesús, unos 30, 40, 50 metros de distancia, y Él hizo como si Él los hubiera pasado; y Pedro, bendijo al Señor, el corazón de Pedro estaba correcto con Cristo, y él solicito Su presencia, y él dijo," Señor, si eres Tu, llámame para ir sobre el agua hacia Ti." <br /> Si, Pedro no podría descansar; él quiso estar tan cerca a Cristo como sea posible. Él vio a Cristo caminando sobre el agua; él recordó Cristo había dicho," Sígame"; él recordó cómo Cristo, con la pesca milagroso , había demostrado que Él era El Maestro del mar, y de las aguas, y él recordó cómo Cristo había calmado la tormenta; y, de repente sin argumento o reflexión, él dijo," Allí esta mi Señor que se manifiesta de una manera nueva; Allí esta mi Señor que ejerce un nuevo y sobrenatural poder, y yo puedo ir a mi Señor, Él es capaz de hacerme caminar a dónde Él camina." Él quiso caminar como Cristo, él quiso caminar cerca de Cristo. Él no dijo," Señor, permítame dar una vuelta en el mar aquí," sino que él dijo," Señor, permítame ir a Usted." Amigos, no le gustaría tener la presencia de Cristo de esta manera? No es que Cristo debe bajar, eso es lo que muchos Cristiano quieren; ellos quieren continuar en su pecaminoso caminar, ellos quieren continuar en su camino mundano, ellos quieren continuar en su antigua vida, y ellos quieren que Cristo baje a ellos con Su consuelo, Su presencia, y Su amor; pero eso no puede ser. Si yo voy a tener la presencia de Cristo, yo debo caminar como Él caminó. Su caminar era sobrenatural. Él caminó en el amor y en el poder de Dios. La mayoría de las personas caminan de acuerdo a las circunstancias en que ellos están, y la mayoría de las personas dice," yo estoy dependiendo en las circunstancias por mi religión. Muchas veces usted oye a las personas decir," Mis circunstancias previenen mi comunión irrompible con Jesús." ¿Cuáles eran las circunstancias que habían alrededor de Cristo? El viento y las olas--y Cristo caminó triunfante encima de las circunstancias; y Pedro dijo," Como mi Señor yo puedo triunfar sobre todas las circunstancias: cualquier cosa alrededor mío no es nada, si yo tengo a Jesús." Él deseó la presencia de Cristo. <br /> Dios desea que, cuando nosotros miremos la vida de Cristo en la tierra, nosotros miremos como Cristo caminó y conquistó las olas, cada uno de nosotros puede decir," yo quiero caminar como Jesús." Si ése es el deseo de su corazón, usted puede esperar la presencia de Jesús; pero cuando usted quiera caminar en un nivel más bajo que Cristo, cuando usted quiera tener un poco del mundo, y un poco de auto dominio, no espere tener la presencia de Cristo. Cerca de Cristo, y como Cristo, las dos cosas van juntas. ¿Usted ha pensado eso? Pedro quiso caminar como Cristo porque él quería estar cerca de Cristo; y es esto que yo quiero ofrecer a cada uno de ustedes. Yo quiero decir al creyente más débil," Con la presencia de Dios usted puede tener la presencia y comunión de Cristo todo el día entero, durante toda su vida." Yo quiero hacerle realidad esa promesa, pero yo debo darle la condición de Dios--camine como Cristo, y usted siempre morará cerca de Cristo. La presencia de Cristo lo invita a venir y tener la comunión irrompible con Él. <br /><br />La presencia de Cristo confiada<br />Entonces viene el próximo concepto. Nosotros hemos tenido solo la presencia de Cristo deseada, y mi próximo pensamiento es,--la presencia de Cristo confiada. ¿El Señor Jesús dijo," Ven," y qué hizo Pedro? Él dio el paso fuera del barco. ¿Cómo él se atrevió a hacerlo contra todos las leyes naturales? ¿--cómo él se atrevió a hacerlo? Él buscó a Cristo, él oyó la voz de Cristo, él confió en la presencia y poder de Cristo, y en la fe de Cristo él dijo," yo puedo caminar sobre el agua," y él salió del barco. <br />Aquí esta el punto de comenzar; aquí esta el dilema. Peter vio a Cristo en la manifestación de un poder sobrenatural, y Peter creyó que el poder sobrenatural pudiera trabajar en él, y que él podría vivir una vida sobrenatural. Él creyó esto aplicado a caminar sobre el mar; y aquí dentro esta el secreto entero de la vida de fe. Cristo tenía el poder sobrenatural, el poder de cielo, el poder de santidad, el poder de la comunión con Dios, y Cristo puede darme gracia para vivir como Él vivió. Si yo quiero pero, como Pedro, mire a Cristo y diga a Cristo," Señor, di la palabra, y yo iré," y si yo escucharé a Cristo diciendo," Ven," yo, también, tendré el poder para caminar sobre las olas. <br /> Ha visto usted alguna vez un símbolo más bonito y más instructivo de la vida cristiana? Yo una vez hace muchos años prediqué sobre esto, y el pensamiento que llenó mi corazón entonces fue esto, la vida cristiana comparada a Peter caminando sobre las olas, nada es tan difícil e imposible con Cristo, nada es tan bendito y seguro sin Cristo. Ésa es la vida cristiana--imposible sin la proximidad de Cristo, más seguro y bendito, sin embargo difícil, si yo sólo tengo la presencia de Cristo. Los creyentes, nosotros en estas páginas hemos intentado llamarlo a una vida mejor en el Espíritu, a una vida en la comunión con Dios. Hay sólo una cosa que puede hacerle posible vivir esto, usted debe tener el sostenimiento de la mano del Señor Jesús todos los minutos del día.<br /> "Pero esto puede ser?" usted pregunta. Sí, puede. "Yo tengo tanto que pensar. A veces durante cuatro o cinco horas del día yo tengo que ir a muchos grandes negocios y tengo como diez hombres que están a mí alrededor, cada uno llamando mi atención. ¿Cómo pueda yo, cómo yo siempre puedo tener la presencia de Jesús?" Amado, porque Jesús es su Señor y amor usted maravillosamente, y puede hacer Su presencia más clara a usted que el de diez hombres que están estando a su alrededor. Si usted desea por la mañana tome tiempo y entre en comunión con Él todas las mañanas," Mi Señor Jesús, nada puede satisfacerme sino Tu presencia permanente en mi," Él la dará a usted, Él sin duda se la dará. Oh, Peter confió en la presencia de Cristo, y Él dijo," Si Cristo me llama yo puedo caminar sobre las olas hacia Él." ¿Nosotros confiaremos en la presencia de Cristo? Caminar a través de todas las circunstancias y tentaciones de vida es exactamente como caminar sobre el agua, usted no tiene nada sólido bajo sus pies, usted no sabe cuan fuerte pueden venir las tentaciones de Satanás; pero crea Dios quiere que usted camine en una vida sobrenatural sobre el poder humano. Dios quiere que usted viva una vida en Cristo Jesús. ¿Usted desea vivir está esa vida? Venga entonces, y diga," Jesús, yo he oído Tu promesa que Tu presencia irá conmigo. Tu has dicho," Mi presencia irá contigo," y, Señor, yo clamo esto; yo confío en Ti." <br /><br />La presencia de Cristo se olvidada<br />Ahora, el sexto paso en esta historia maravillosa. La presencia de Cristo olvidada. Pedro salió del barco y empezó a caminar hacia el Señor Jesús con sus ojos puestos en Él. ¡La presencia de Cristo estaba confiada por él, y él caminó audazmente encima de las olas; pero de repente él apartó la vista de Jesús, y él empezó a hundirse en seguida, y allí estaba Pedro, su caminar de fe termino; todo mojado, ahogándose y clamando," Señor, ayúdeme!" Hay algunos de ustedes diciendo en sus corazones, yo sé," Ah, esto es lo que vendrá de su vida superior." Hay personas que dicen," Usted nunca puede vivir esa vida; no hable de él; usted siempre debe estar fallando." Pedro siempre falló antes de Pentecostés. Era porque el Espíritu santo no había venido todavía, y por consiguiente su experiencia va a enseñarnos, que mientras Pedro todavía estaba en la vida de la carne él debió fallar de algún modo u otro. Pero, gracias a Dios, estaba Uno para liberarlo del fracaso; y nuestro último punto será demostrar que liberado de esa falla él entró en la unión más íntima con Jesús que alguna vez en la vida haya tenido, y la dependencia más profunda. Pero escuche, primero, mientras yo le hablo sobre esta falla. <br /> Alguno puede decir," yo he estado intentando decir,' Señor, yo viviré esto;' pero, suponga la falla viene, entonces" Aprenda de Pedro lo que usted debe hacer. ¿Qué hizo Pedro? Lo opuesto de lo que la mayoría hace. ¿Qué hizo él cuándo él empezó a hundirse? ¡En ese mismo instante, sin una palabra de auto critica, de auto condenación, él clamo," Señor, ayúdeme!" Yo deseo poder enseñarle a cada cristiano esto. Yo recuerdo el momento en mi vida espiritual cuando esto se puso claro en mí; porque en ese momento, cuando yo fallé, mi único pensamiento era reprocharme y condenarme, yo pensé que eso me haría mejor. ¡Yo encontré que no me hizo bien; y yo aprendí de Pedro que mi trabajo es, en el mismo momento que yo fallo, decir," Jesús, Maestro, ayúdame!" y el mismo momento en que yo digo, Jesús me ayuda. <br /> Recuerde, el fracaso no es una imposibilidad. Yo puedo aceptar que un Cristiano diga," Señor, yo exijo la plenitud del Espíritu Santo. Yo quiero vivir todas las horas y todos los días llenó del Espíritu santo"; y yo puedo concebir que una alma honrada diga con una fe temblorosa, aun pudo haber caído; yo quiero decir a esa persona, no se desaliente. Si el fracaso viene, en seguida, sin ninguna espera, clamé a Jesús. Él siempre está listo para oír, y en el mismo momento que usted lo encuentra allí esta la calma, la palabra apresurada, o algún otro mal, en seguida el Jesús viviente está cerca, tan bondadoso, y tan poderoso. Clamé y tendrá ayuda en seguida. Si usted aprende a hacer esto, Jesús lo alzará a y lo llevará adelante a un caminar dónde Su fuerza le fortalecerá del fracaso. <br /><br />La presencia de Jesús restaurada<br />Y entonces viene mi último pensamiento. De la presencia de Jesús fue olvidada cuando Pedro miró las olas; pero ahora, por último, nosotros tenemos la presencia de Jesús restaurada. Sí, Cristo extendió Su mano para salvarlo. Posiblemente porque Pedro era un hombre muy orgulloso, seguro de sí mismo, posiblemente él tenía que hundirse allí para aprender que su fe no podía salvarlo, pero era el poder de Cristo. Dios quiere que nosotros aprendamos la lección que cuando nosotros nos caemos entonces nosotros podemos clamar a Jesús, y en seguida Él extiende la mano Su mano. Recuerde, Pedro caminó de vuelta al barco sin hundirse de nuevo. ¿Por qué? Porque Cristo estaba muy cerca de él. <br /> Recuerde esto es muy posible, si usted usa su fracaso correctamente, para estar cerca de Cristo estará más cerca que antes. Úselo correctamente, yo digo. Es decir, venga y reconozca," En mí no hay nada, sino que yo voy a confiar en mi Señor ilimitadamente." Permita que cada fracaso le enseñe a aferrarse de nuevo a Cristo, y Él será un poderoso y amoroso Auxiliador. ¡La presencia de Jesús restaurada! Sí, Cristo lo tomó de la mano y lo ayudó, y yo no sé si ellos caminaron de la mano atrás esos cuarenta o cincuenta metros al barco, o si Cristo le permitió a Peter caminar al lado de Él; pero esto yo sé, ellos estaban muy cerca entre si, y fue la proximidad de su Señor la que lo fortaleció. <br /> Recuerde todo lo que ha pasado desde que eso pasó con Pedro. La cruz se ha erigido, la sangre se ha vertido, la tumba se ha abierto, la resurrección ha sido cumplida, el cielo se ha abierto, y el Espíritu del Exaltado ha bajado. Crea que es posible por la presencia de Jesús estar con nosotros todos los días y en todo lugar. Dios le ha dado a Cristo, y Él quiere darle a Cristo en su corazón de tal una manera que Su presencia este con usted en cada momento de su vida.<br /> Quien está deseoso de alzar sus ojos y su corazón y exclamar," yo quiero vivir según la norma de Dios" ¿Quién está deseoso? ¿Quién está deseoso de lanzarse en los brazos de Jesús y vivir una vida de fe victorioso por sobre los vientos y las olas, por encima de las circunstancias y dificultades? ¿Quién está deseoso decir esto?," Señor, llámame para ir a Ti sobre las aguas " ¿Usted está pidiendo? ¡Escuche! Jesús dice," Ven." De el paso fuera en este momento Délo más allá esta el barco, la vieja vida que Pedro había estado llevando; él había estado familiarizado con el mar desde su niñez, y ese barco era su muy sagrado lugar; Cristo se había sentado allí al lado de él; Cristo había predicado de ese barco, de ese barco de Pedro, Cristo había hecho una maravilloso pesca; era un muy sagrado barco; pero Pedro lo dejó para venir a un lugar más sagrada todavía, caminando con Jesús en el agua, una nueva y Divina experiencia. <br /> Tu vida cristiana puede ser una muy sagrada cosa; tú puedes decir," Cristo me salvó por Su sangre, Él me ha dado muchas experiencias de gracia; Dios ha demostrado Su gracia en mi corazón," pero usted confiesa" yo no he conseguido una vida real de comunión permanente; los vientos y las olas me aterran a menudo, y yo me hundo." Oh, salga en seguida del barco de experiencias del pasado; salga del barco de circunstancias externas; salga del barco, y camine en la palabra de Cristo, y créala," Con Jesús yo puedo caminar sobre el agua." Cuándo Pedro estaba en el barco, ¿que tenía él entre él y el fondo del mar? Un par de tablones; pero cuándo él salió al agua lo que tenía él entre él y el mar? No era un tablón, sino la palabra del Omnipotente Jesús. <br /> Quiere usted venir, y sin cualquier experiencia, apoyarse en la palabra de Jesús," he aquí, yo estoy con usted siempre" ¿apóyese en Su palabra," Tenga animo; no tema; soy yo"? Cada momento Jesús vive en el cielo; cada momento por Su Espíritu Jesús murmulla estas palabras; y en cada momento Él vive para hacerla real. ¡Acéptelo ahora, acéptelo ahora! Mi Señor Jesús es igual a cada emergencia. Mi Señor Jesús puede suplir las necesidades de cada alma. ¡Mi corazón entero dice," Él puede, Él puede hacerlo; Él quiere, Él lo hará!" Oh vengan, creyentes, y clamemos más voluntariamente, más calladamente, más placidamente--clámelo, clámelo, clámelo, CLÁMELO.<br /><br /></span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-43779287288652388482009-09-06T17:01:00.000-07:002009-09-06T17:04:52.791-07:00LA NUEVA Y LA VIEJA CRUZ. A. W. TozerSin anunciar y casi sin ser detectada, ha entrado en el círculo evangélico una cruz nueva en tiempos modernos. Se parece a la vieja cruz, pero no lo es; aunque las semejanzas son superficiales, las diferencias son fundamentales.<br /><br />Mana de esa nueva cruz una nueva filosofia acerca de la vida cristiana, y de aquella filosofia procede una nueva técnica evangélica, con una nueva clase de reunión y de predicación. Ese evangelismo nuevo emplea el mismo lenguaje que el de antes, pero su contenido no es el mismo como tampoco lo es su énfasis.<br /><br />La cruz vieja no tenía nada que ver con el mundo, para la orgullosa carne de Adán, significaba el fin del viaje. Ella ejecutaba la sentencia impuesta por la ley del Sinaí. En cambio, la cruz nueva no se opone a la raza humana; antes al contrario, es una compañera amistosa y, si es entendida correctamente, puede ser fuente de océanos de diversión y disfrute, ya que deja vivir a Adán sin interferencias. La motivación de su vida sigue sin cambios, y todavía vive para su propio placer, pero ahora le gusta cantar canciones evangélicas y mirar películas religiosas en lugar de las fiestas con sus canciones sugestivas y sus copas. Todavía se acentúa el placer, aunque se supone que ahora la diversión ha subido a un nivel más alto, al menos moral aunque no intelectualmente.<br /><br />La cruz nueva fomenta un nuevo y totalmente distinto trato evangelistico. El evangelista no demanda la negación o la renuncia de la vida anterior antes de que uno pueda recibir vida nueva, predica no los contrastes, sino las similitudes; intenta sintonizar con el interés popular y el favor del público, mediante la demostración de que el cristianismo no contiene demandas desagradables, antes al contrario, ofrece lo mismo que el mundo ofrece pero en un nivel más alto. Cualquier cosa que el mundo desea y demanda en su condición enloquecida por el pecado, el evangelista demuestra que el evangelio lo ofrece, y el género religioso es mejor.<br /><span class="fullpost"><br />La cruz nueva no mata al pecador, sino que le vuelve a dirigir de nuevo en otra dirección. Le asesora y le prepara para vivir una vida más limpia y más alegre, y le salvaguarda el respeto hacia sí mismo, es decir, su "auto-imagen" o la "opinión de sí mismo". Al hombre lanzado y confiado le dice: "Ven y sé lanzado y confiado para Cristo". Al egoísta le dice: "Ven yjáctate en el Señor". Al que busca placeres le dice: "Ven y disfruta el placer de la comunión cristiana". El mensaje cristiano es aguado o desvirtuado para ajustarlo a lo que esté de moda en el mundo, y la finalidad es hacer el evangelio aceptable al público.<br /><br />La filosofia que está detrás de esto puede ser sincera, pero su sinceridad no excusa su falsedad. Es falsa porque está ciega. No acaba de comprender en absoluto cuál es el significado de la cruz.<br /><br />La cruz vieja es un símbolo de muerte. Ella representa el final brutal y violento de un ser humano. En los tiempos de los romanos, el hombre que tomaba su cruz para llevarla. ya se había despedido de sus amigos, no iba a volver, y no iba para que le renovasen o rehabilitasen la vida, sino que iba para que pusiesen punto final a ella. La cruz no claudicó, no modificó nada, no perdonó nada, sino que mató a todo el hombre por completo y eso con finalidad. No trataba de quedar bien con su víctima, sino que le dio fuerte y con crueldad, y cuando hubiera acabado su trabajo, ese hombre ya no estaría.<br /><br />La raza de Adán está bajo sentencia de muerte. No se puede conmutar la sentencia y no hay escapatoria. Dios no puede aprobar ninguno de los frutos del pecado, por inocentes o hermosos que aparezcan ellos a los ojos de los hombres. Dios salva al individuo mediante su propia liquidación, porque después de terminado, Dios le levanta en vida nueva.<br /><br />El evangelismo que traza paralelos amistosos entre los caminos de Dios y los de los hombres, es un evangelio falso en cuanto a la Biblia, y cruel a las almas de sus oyentes. La fe de Cristo no tiene paralelo con el mundo, porque cruza al mundo de manera perpendicular. Al venir a Cristo no subimos nuestra vida vieja a un nivel más alto, sino que la dejamos en la cruz. El grano de trigo debe caer en tierra y morir.<br /><br />Nosotros, los que predicamos el evangelio no debemos considerarnos agentes de relaciones públicas, enviados para establecer buenas relaciones entre Cristo y el mundo. No debemos imaginarnos comisionados para hacer a Cristo aceptable a las grandes empresas, la prensa, el mundo del deporte o el mundo de la educación. No somos mandados para hacer diplomacia sino como profetas, y nuestro mensaje, no es otra cosa que un ultimatum.<br /><br />Dios ofrece vida al hombre, pero no le ofrece una mejora de su vida vieja. La vida que El ofrece es vida que surge de la muerte. Es una vida que siempre está en el otro lado de la cruz. El que quisiera gozar de esa vida tiene que pasar bajo la vara. Tiene que repudiarse a sí mismo y ponerse de acuerdo con Dios en cuanto a la sentencia divina que le condena.<br /><br />Qué significa eso para el individuo, el hombre bajo condenación que quisiera hallar vida en Cristo Jesús? Cómo puede esa teología traducirse en vida para él? Simplemente, debe arrepentirse y creer. Debe abandonar sus pecados y negarse a sí mismo. Que no oculte ni defienda ni excuse nada! Tampoco debe regatear con Dios, sino agachar la cabeza ante la vara de la ira divina y reconocer que es reo de muerte.<br /><br />Habiendo hecho esto, ese hombre debe mirar con ojos de fe al Salvador; porque de Él vendrá vida, renacimiento, purificación y poder. La cruz que acabó con la vida terrenal de Jesús es la misma que ahora pone final a la vida del pecador; y el poder que resucitó a Cristo de entre los muertos, es el mismo que ahora levanta al pecador arrepentido y creyente para que tenga vida nueva junto con Cristo.<br /><br />A los que objetan o discrepan con esto, o lo consideran una opinión demasiada estrecha, o solamente mi punto de vista sobre el asunto, déjame decir que Dios ha sellado este mensaje con Su aprobación, desde los tiempos del Apóstol Pablo hasta el día de hoy. Si ha sido proclamado en estas mismísimas palabras o no, no importa tanto, pero sí que es y ha sido el contenido de toda predicación que ha traido vida y poder al mundo a lo largo de los siglos. Los místicos, los reformadores y los predicadores de avivamientos han puesto aquí el énfasis, y señales y prodigios y repartimientos del Espíritu Santo han dado testimonio juntamente con ellos de la aprobación divina.<br /><br />Nos atrevemos, pues, a jugar con la verdad cuando somos conocedores de que heredamos semejante legado de poder? Intentaríamos cambiar con nuestros lápices las rayas del plano divino, el modelo que nos fue mostrado en el Monte? En ninguna manera! Prediquemos la vieja cruz, y conoceremos el viejo poder.<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-77697158698803739742009-08-26T11:06:00.000-07:002009-08-26T11:12:30.005-07:00UNA SANTA OBSESIÓN - William Tyndale (1495-1536)<div style="text-align: justify;">William Tyndale (nacido c. 1490, en Slymbridge, cerca de Gloucestershire, Inglaterra y muerto el 6 de octubre de 1536 en Vilvoorde, cerca de Bruselas, Brabante) recibió su título en Oxford pero también estudió en Cambridge. Fue ordenado al sacerdocio en 1521 y pronto comenzó a hablar de su gran deseo que llegaría a ser la obsesión de su vida: la traducción de la Biblia al inglés.<br /><br />Se dice que en el curso de una disputa con un prominente clérigo le dijo: "Si Dios me da vida haré que el gañán que guía el arado conozca las Escrituras mejor que tú."<br /></div><span class="fullpost"><br /><span style="font-weight: bold;">PENALIDADES</span><br /><br /></span><div style="text-align: justify;"><span class="fullpost">Como el rey Enrique VIII, a la sazón monarca gobernante en Inglaterra, era totalmente opuesto a cualquier versión de la Biblia en inglés, Tyndale huyó a Alemania, donde conoció a Martín Lutero, y allí viajó de ciudad en ciudad, exiliado, pobre, perseguido y en constante peligro. Tyndale entendió que la doctrina popular de su tiempo implicaba que el ser humano puede ganarse la salvación por su conducta y por hacer penitencia y frente a ello escribió sobre la salvación como un regalo de Dios, dado gratuitamente y no en respuesta a buenas obras por parte del hombre.</span><br /></div><span class="fullpost"><br /><span style="font-weight: bold;">TRADUCCIÓN DEL NUEVO TESTAMENTO Y MARTIRIO</span><br /></span><div style="text-align: justify;"><span class="fullpost">La traducción del Nuevo Testamento la terminó en 1525 siendo impreso en Worms y llevado de contrabando a Inglaterra. De las 18.000 copias que se hicieron, hoy sólo tenemos dos. </span><br /><br /><span class="fullpost">En 1534 publicó una edición revisada y empezó a trabajar en el Antiguo Testamento; dos años más tarde terminó y publicó el Pentateuco y Jonás, teniendo también traducidos los libros desde Josué hasta Segundo de Crónicas, pero entonces fue capturado (alguien a quien Tyndale había protegido lo delató), juzgado por herejía y condenado a muerte.</span><br /></div><span class="fullpost"><br />Fue quemado en la pira, siendo sus últimas palabras:<br /><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;" class="fullpost">"Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra."</span><br /></div><span class="fullpost"><br /><br /><span style="font-weight: bold;">LOS CARGOS CONTRA TYNDALE</span><br /><br />Las razones que esgrimieron sus enemigos para llevar a Tyndale a la pira pueden resumirse en las siguientes acusaciones:<br /></span><ul><li><span class="fullpost">Sostiene que la fe sola justifica.</span></li><li><span class="fullpost">Sostiene que creer en el perdón de pecados y abrazar la misericordia ofrecida en el evangelio es suficiente para la salvación.</span></li><li><span class="fullpost">Afirma que las tradiciones humanas no pueden atar la conciencia salvo cuando su negligencia pueda causar escándalo.</span></li><li><span class="fullpost">Niega la libertad de la voluntad.</span></li><li><span class="fullpost">Niega que exista el purgatorio.</span></li><li><span class="fullpost">Niega que la virgen o los santos intercedan por nosotros.</span></li><li><span class="fullpost">Afirma que ni la virgen ni los santos han de ser invocados por nosotros.</span></li></ul>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-2697793945439245452009-08-26T05:55:00.002-07:002009-08-26T06:00:06.488-07:00Ulrico Zwinglio(1484-1531)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.labiografia.com/fotos/peque/3169.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 105px; height: 128px;" src="http://www.labiografia.com/fotos/peque/3169.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Teólogo suizo, personaje de primera magnitud durante la Reforma en su país. Nació en Wildhaus, Sankt Gallen, el 1 de enero de 1484 y estudió en las universidades de Viena y Basilea.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Primeras influencias</span><br /><br />El espíritu liberal del humanismo influyó en Zwinglio durante los años de su formación. Recibió las órdenes sagradas en 1506 y fue destinado a la parroquia de Glarus, población bien conocida en aquellos días por ser centro de reclutamiento de mercenarios para los ejércitos de Francia. En dos ocasiones ejerció Zwinglio como capellán de las tropas que combatían en suelo extranjero, experiencia que le conduciría a denunciar de forma pública la existencia de ejércitos mercenarios. Como venganza ante su actitud, ciertos oficiales de la localidad conspiraron contra él. Ello le puso en una situación incómoda, por lo que en 1516 aceptó un nombramiento en Einsiedeln, población situada en el sureste de Zurich.<br /><br /><span class="fullpost"><br />Durante su ministerio en esta población empezaron a asaltarle dudas relativas a ciertas prácticas religiosas. En 1516 cayó en sus manos la versión latina del Nuevo Testamento que Desiderio Erasmo había realizado a partir del original griego, texto que más tarde transcribió y memorizó al pie de la letra. Basándose en estos escritos y en otros textos sagrados, Zwinglio atacó en sus sermones ciertas enseñanzas y prácticas de la Iglesia que se habían apartado de un modo notable de la simplicidad del cristianismo original y de las Sagradas Escrituras. Entre las prácticas que Zwinglio criticó se encontraban la veneración de santos y reliquias, las promesas de curaciones milagrosas y los abusos originados por la práctica de las indulgencias. El hecho de basar sus afirmaciones en las Escrituras le proporcionó un respaldo popular muy importante, por lo que el 1 de enero de 1519 fue nombrado predicador de la colegiata de Zurich.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Adopción de la Reforma</span><br /><br />Zurich era un importante núcleo humanístico, con una tradicional limitación de ingerencia del Estado en el poder temporal de la Iglesia. Zwinglio atrajo muy pronto importantes audiencias a la catedral para escuchar su explicación de las Sagradas Escrituras a partir de los textos originales hebreo y griego, análisis que él realizaba libro a libro, capítulo por capítulo, partiendo del Evangelio de san Mateo. Esta versión oral de las Escrituras chocaba de modo rotundo con la tradición eclesiástica, ya que los sacerdotes habían basado sus sermones en las interpretaciones de la Vulgata y en los escritos de los Padres de la Iglesia. En 1519, un seguidor suyo puso a su disposición una imprenta, lo que permitió que sus ideas se difundieran más allá de la ciudad.<br /><br />Ese mismo año Zwinglio conoció y estudió los escritos de su coetáneo Martín Lutero. Animado por la actitud de Lutero frente a la jerarquía eclesiástica alemana, convenció al Consejo de Zurich para que prohibiera toda enseñanza religiosa que no estuviera basada en las Escrituras. Entre estas enseñanzas se encontraba la prohibición de la Iglesia de comer carne durante la Cuaresma. Un grupo de seguidores de Zwinglio incumplió con intención ese precepto en 1522, hecho que originó a su detención. No obstante, Zwinglio los defendió con energía, por lo que tan sólo se les impuso un castigo simbólico.<br />Enfurecido por la conducta de Zwinglio, el papa Adriano VI le prohibió predicar y pidió al Consejo de Zurich que le condenara como hereje. En enero de 1523 Zwinglio compareció ante el Consejo para defenderse de dichas acusaciones. En este acto reivindicó la supremacía de las Sagradas Escrituras sobre el dogma de la Iglesia, atacó el culto a las imágenes, a las reliquias y a los santos y se opuso a la concepción sacramental de la Eucaristía y al celibato. Después de su deliberación, el Consejo se mostró de acuerdo con las tesis de Zwinglio y decidió la independencia del cantón de Zurich con respecto a la jurisdicción del obispo de Constanza, al tiempo que mantenía en vigor la prohibición de realizar cualquier predicación que no estuviera basada en las Sagradas Escrituras. La adopción de estas medidas supuso la adopción oficial de la Reforma por parte del Consejo. Zwinglio dejó claro su nuevo estado en 1524 al casarse con Anna Reinhardt, viuda con quien había estado viviendo de forma pública con anterioridad.<br /><br />Zurich, bajo la nueva regulación reformista, se convirtió en una teocracia regida por Zwinglio y una magistratura cristiana. Se establecieron reformas radicales, como la conversión de los monasterios en hospitales, la exclusión de las imágenes sagradas de los templos, la eliminación de la misa y de la penitencia, entre otras disposiciones. Con el tiempo, Zwinglio llegaría a defender que los cristianos devotos no requerían ni de un Papa ni de una Iglesia.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Conflictos entre protestantes</span><br /><br />Los anabaptistas, grupo protestante muy radical, amenazaron en 1525 el poder de Zwinglio en Zurich. No obstante, en el curso de una controversia mantenida el 2 de enero de 1526 ante el consejo de su ciudad, Zwinglio los derrotó con claridad, lo que precipitó la expulsión de Zurich de todos los dirigentes anabaptistas. Amigos de Martín Lutero y de Zwinglio, preocupados por las diferencias doctrinales y políticas existentes entre ambos, lograron que se encontraran en 1529. El encuentro se produjo en Marburgo y la reunión, que se conoce como el coloquio de Marburgo, resultó un fracaso, ya que estas dos personalidades no lograron ponerse de acuerdo en numerosas cuestiones, entre las que destacan los problemas teológicos de la consubstanciación y de la transustanciación.<br /><br />Entre tanto, Zwinglio intentaba difundir sus creencias entre otros cantones. Seis de ellos siguieron sus pasos, mientras que los otros cinco, los cantones montañeses de Uri, Schwyz, Unterwalden, Lucerna y Zug, se mantuvieron fieles al catolicismo. Las divergencias entre católicos y protestantes desencadenaron una grave escisión en el seno de la confederación suiza. El final de la Reforma suiza<br /><br />La hostilidad entre los cantones desembocó en 1529 en un conflicto armado que se saldó con la victoria de los cantones montañeses en Kappel y la firma de un compromiso. No obstante, dos años más tarde, en el mismo lugar, se zanjó un nuevo conflicto con la derrota de los reformistas y con la muerte de Zwinglio. Su desaparición puso fin a cualquier otra posible difusión de su doctrina en Suiza, país que en nuestros días sigue siendo católico y protestante a partes iguales.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Principales obras de Zwinglio</span><br /><br />Dos son las obras fundamentales de Zwinglio: la primera, publicada en 1523 (La exposición y la prueba de las tesis), ofrece las 67 tesis de su doctrina que presentó en la disputa pública que mantuvo entonces; dos años más tarde, en 1525, publicó su obra principal, De vera et falsa religione commentarius, en la que ofreció con mayor profundidad un análisis sistemático de su doctrina y que dedicó al monarca francés Francisco I.<br /><br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-89810853379332046362009-08-25T13:14:00.000-07:002009-08-25T13:31:55.570-07:00LA VERDAD ACERCA DEL HOMBRE. Paul Washer<div style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las Escrituras nos enseñan que el hombre no es un accidente o el resultado de un proceso impersonal, sino la obra creativa de un Dios eterno. Después que Dios creó todas las demás criaturas, Él formó a Adán, el primer hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y él llegó a ser un ser viviente. De Adán, Dios formó a la mujer Eva para ser su compañera y ayuda idónea. Luego, Dios les mandó para que se multiplicaran y llenaran la tierra que había sido puesta bajo su dominio.<br /></div></div><div style="text-align: justify;">Toda la humanidad encuentra su ascendencia en esta unión de Adán y Eva.<br /><br /> Las Escrituras enseñan claramente que el hombre y la mujer fueron creados por Dios y para Dios, y encuentran el sentido de su existencia sólo en amarle, glorificarle y hacer Su voluntad. Únicos entre todas las demás criaturas, sólo ellos fueron creados al imago dei o imagen de Dios y se les concedió el privilegio de vivir en compañerismo personal con Él.<br /><br /> Estas verdades son de gran importancia para nosotros pues definen quienes somos y nos muestran el propósito para el cual fuimos creados. No somos los autores de nuestra propia existencia, sino que existimos por la voluntad benévola y el poder de Dios. No nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a Dios que nos hizo para Sus propios propósitos y beneplácito. El buscar separarnos de Dios es cortarnos a nosotros mismos de la única fuente de vida. El vivir independientemente de Su persona y voluntad es<br />negar el propósito para el cual fuimos creados.<br /></div><br /><span class="fullpost"><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;font-family:verdana;font-size:130%;" class="fullpost" >Bajar el archivo en formato <a href="http://lysakz.googlepages.com/la_verdad_del_hombre.pdf">PDF</a></span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-10566000543101173252009-08-25T12:07:00.000-07:002009-08-25T13:14:08.670-07:00John Wesley - La biografia que cambió InglaterraJuan Wesley nació el 17 de junio de 1703, en el hogar de un ministro, y siendo el decimoquinto hijo. No solamente su padre era ministro, sino que también lo habían sido su abuelo y su bisabuelo.<br /><br />Todos los hijos de la familia Wesley eran de muy buenos modales, y muy educados, a pesar de ser sumamente pobres. La madre de familia era también la maestra. Les enseñaba las materias escolares, a la vez que les impartía una educación cristiana excelente. Cada una de las hijas aprendió el griego, el latín y el francés, así como lo necesario para los quehaceres domésticos. Los niños fueron enseñados a ser amables unos a otros, así como con los sirvientes y vecinos: algo muy raro en aquellos días.<br /><br />A pesar de que Susana de Wesley fue una madre muy ocupada, se hizo el propósito de dedicar un tiempo especial para cada hijo, cuando éste cumplía los cinco años, con el fin de enseñarle el alfabeto. En cada caso, tuvo éxito.<br /><br />Un día cuando Juan tenía sólo seis años, la vieja casa pastoral se incendió. Mientras la casa ardía, toda la familia escapó, excepto el pequeño Juan. Su padre estaba a punto de volver a entrar corriendo otra vez, para buscar a su hijito, cuando pareció que la casa entera estaba a punto de desplomarse. Durante todo lo ocurrido Juan había continuado durmiendo, ajeno a lo que acontecía. Pero cuando la casa se derrumbó, el estrépito lo despertó y le hizo corre hacia la ventana. No había ninguna escalera a la mano, de modo que uno de los vecinos se subió a los hombros de otro, y de esta manera lograron rescatar al niño, justo en el momento en que el techo se venía abajo. Esta experiencia quedó profundamente grabada en la memoria de Juan Wesley. Sentía que Dios le había salvado la vida con algún propósito especial.<br /><span class="fullpost"><br />La Sra. de Wesley procuraba dedicar algún tiempo a cada uno de sus hijos, cada semana. También halló tiempo, o más bien dicho, hizo el esfuerzo para hallar tiempo, para hablarles a cada uno de ellos acerca de Dios, y de cómo orar y de cómo agradar al Señor. Jueves por la tarde era el tiempo dedicado a Juanito. Esto hizo en él una honda impresión. Se acordaría de ello un cuando se fue a la universidad de Oxford par estudiar. A menudo le escribía a su madre, y le recordaba que pensara en él los jueves por la tarde.<br /><br />Cuando Juan tenía diez años, su padre lo llevó al Colegio de Charterhouse, en Londres. Allí recibió una excelente educación; una de las mejores que se podían obtener en cualquier parte, en aquellos días. Estudió lenguas clásicas, matemáticas y ciencias.<br /><br />Al graduarse en Charterhouse, a los diecisiete años, ingresó a la universidad de Oxford. Por primera vez, en su vida, nadie lo mandaba; ahora era su propio patrón. A pesar de estar rodeado de otros estudiantes que tomaban licor, que jugaban al azar y llevaban una vida de inmoralidad, Juan demostró que la instrucción cristiana recibida en el hogar no había sido en vano; así que llevó una vida buena y limpia.<br /><br />Wesley hizo muchos amigos durante su estadía en la universidad. Tenía un ingenioso sentido del humor, y una excepcional habilidad para escribir poemas. Era el que ponía la chispa en cualquier reunión social, y era siempre bienvenido en los hogares de sus compañeros de estudio que vivían en las aldeas cercanas.<br /><br />Siguiendo las pisadas de su bisabuelo, de su abuelo y de su padre, aun Wesley decidió hacerse ministro. Predicó su primer sermón en una pequeña iglesia en la aldea de South Leigh.<br /><br />Después de obtener su bachillerato, y después de pasar algún tiempo ayudando a su padre en Lincolnshire, Wesley fue elegido para el cargo de Compañero de la universidad de Lincoln. Compañero era el nombre dado a un dignatario de alto rango, y Wesley desempeño tal cargo con honor para sí mismo, y para la universidad, durante veinticinco años.<br /><br />Fue en aquel tiempo que Juan Wesley comenzó a desarrollarse como predicador anglicano, creyendo en todas las formalidades y ceremonias de la iglesia oficial de Inglaterra, y también en disciplina severa. Se levantaba a las cuatro de la mañana, ayunaba con regularidad, trabajaba duro y sin descanso, y demandaba de su fuerte cuerpo un esfuerzo casi hasta el límite del colapso. Visitaba a los presos en las cárceles, que eran lugares terribles en aquellos días; y procuraba suavizar todo lo posible la vida de los prisioneros por donde quiera que iba. También enseñaba a los niños que no tenían que los cuidara. A pesar de toda esta incesante e incansable actividad religiosa, y aunque predicaba sermones preparados con esmero, no podía dejar de sentir que su vida era estéril. No atraía a multitudes. No influía en ninguna vida ajena. No despertaba ninguna conciencia. No hacía arder a ningún corazón.<br /><br />Pasado algún tiempo Carlos, el hermano menor de Wesley, ingresó a la universidad de Oxford, y con algunos otros de los estudiantes más serios, formaron un grupo, al que algunos apodaron "el club santo". Se reunían para orar, par estudiar la Biblia, y comentar sobre lo que habían leído y meditado. Eran muy metódicos en su asistencia a los servicios de comunión, y como resultado de sus prácticas tan ordenadas, sus compañeros comenzaron a llamarles los "metodistas".<br /><br />En octubre de 1735, Juan Wesley y su hermano Carlos viajaron a América. Juan iba a servir como capellán en la ciudad de Savannah, en la colonia de Georgia, en tanto que Carlos iba a desempeñar el cargo de secretario del fundador y gobernador de la colonia, el general Oglethorpe. Juan hizo planes para celebrar servicios, visitó cada hogar, y estableció una escuela para los hijos de los colonos. Trató de enseñar a los indígenas, para éstos no aceptaron en nada sus esfuerzos. Se mantenía sumamente ocupado, pero no era de ningún modo popular. Todo el tiempo, en el fondo de su alma, estaba buscando una verdadera fe en Dios.<br /><br />Entretanto, Carlos Wesley se las había ingeniado para enredarse en una sería disputa con el gobernador, y como resultado, regresó a Inglaterra. Después de haber estado en Georgia menos de dos años. Juan siguió a su hermano, regresando también a Inglaterra. La aventura de Georgia, iniciada con tan doradas esperanzas, se había tornado en un amargo fracaso.<br /><br />Tanto Juan como Carlos Wesley había hecho ya su profesión de fe en Cristo, pero ni el uno ni el otro sentían que estaban consagrado de lleno al Señor. Una y otra vez Juan leía la historia de la conversión de Pablo, y oraba pidiendo obtener él también una luz deslumbrante, y una creencia segura de haber sido aceptado como un siervo de Cristo, su Salvador. Esta ansiedad fue la que los condujo a emprender su búsqueda espiritual, y eso les trajo una seguridad completa de su fe en Cristo.<br /><br />Desde aquel día en adelante, todo cambió para Juan Wesley. Quería, sobre todo, compartir su experiencia de conversión con otras personas que parecían no tener el verdadero gozo en el Señor. Trató, en seguida, de predicar en algunas de las iglesias establecidas de Inglaterra. La gente acudió en multitudes para escucharle. El mensaje que predicaba era tan sencillo, tan directo y tan convincente, que tanto hombres como mujeres, sintiendo la carga de una vida pecaminosa, clamaban arrepentidos perdón a Dios.<br /><br />Sin embargo, otros clérigos no aceptaban su mensaje. Pronto halló que le sería necesario conseguirse un sitio propio para poder predicar, al aire libre. Así lo hizo, y centenares de personas siguieron reuniéndose para oír los mensajes de Juan Wesley.<br /><br />Entonces empezó su ministerio, a caballo; viajando de arriba abajo por las carreteras de Inglaterra, par predicar a la gente el evangelio de Cristo. Era valiente y osado. Predicaba en cualquier edificio, grande o pequeño, que se pudiera conseguir. Cuando no había ninguno disponible, predicaba al aire libre, en cualquier lugar en donde se podía reunir la gente. Siempre estaba dispuesto a predicar, aunque lo escuchara solamente una persona. Cuando viajaba solo, dejaba suelta las riendas del caballo, con el fin de poder leer. De esta manera se mantenía al día en cuanto al estudio, y componía sus numerosos sermones.<br /><br />En vista de que no se le permitía predicar en las iglesias establecidas de las parroquias, Wesley decidió edificar capillas y lugares de predicación en los distintos lugares que visitaba. Habiendo diseñado estos edificios de modo que sirvieran no sólo como iglesias, sino también como escuelas, le fue posible ayudar también a muchos niños abandonados y desprovistos de instrucción. En algunas de esas capillas también construyó algunas habitaciones, en donde podían alojarse los evangelistas ambulantes, que no tenían en donde pasar la noche. Además, había un establo para un par de caballos.<br /><br />Por dondequiera que iba, y a veces miles, de personas se reunían para escucharle predicar. Juan Wesley se dio cuenta de que no le sería posible continuar haciendo tan magna obra solo, así que empezó a valerse de la ayuda de algunos predicadores laicos. Estos hombres predicaban los domingos, y seguían trabajando en sus empleos acostumbrados durante la semana. Se les pagaba poco, vestían pobremente, les faltaba instrucción, y carecían de buen alojamiento: sin embargo, tenían intrepidez de héroes. Recorrían grandes distancias, principalmente a caballo, pero a veces a pie. Enfrentaban amarga persecución. A menudo las autoridades los reprendían, y a veces los encarcelaban.<br /><br />Wesley tenía un interés particular en la niñez y en la juventud, y muchas veces, al entrar en algún pueblo, los visitaba antes de comenzar sus reuniones. Nunca se cansaban de decirles a ellos, así como también a los adultos, que lo que debían hacer era "creer, amar y obedecer." Debido a que su interés en la juventud, más tarde pudo proveerles hogares, escuelas y reuniones juveniles en las iglesias.<br /><br />Había poco ricos en Inglaterra. Mucha gente vivía bien, pero gran parte de la población carecía de empleo, o no recibía el sueldo merecido; así que la mayoría era sumamente pobre. Vivían en casas insalubres, y los hijos no tenían ni comida ni ropa suficiente, y, por lo general, carecían de instrucción. Juan Wesley nunca se tapó los oídos, ni se hizo de la vista gorda, en cuanto a las necesidades de los que tenían menos que él. Vivía con frugalidad, con el fin de tener algo para dar a los menesterosos.<br /><br />Al crecer la obra, Wesley hizo arreglos para que otras personas se encargaran de las actividades en beneficio de la gente necesitada. Estableció orfanatos, en donde se educaba y se cuidaba a los niños. Logro hallar posada para algunas señoras ancianas, e hizo arreglos para que se les cuidara. Fundo un dispensario médico, y aun distribuyó personalmente la medicinas. Los metodistas más prósperos contribuían con donativos de dineros, ropa, comida y leña; lo cual era llevado a los hogares de la gente enferma o pobre.<br /><br />El ministerio de Wesley no se limitó a Inglaterra. También viajó a Irlanda, a los Estados Unidos, a Canadá y a las Antillas. En todas partes grandes multitudes llegaban para escucharle.<br /><br />Dándose cuenta el gran valor de la literatura, y siendo un erudito él mismo, Juan Wesley escribió casi cuatrocientos libros y folletos, sobre diversos temas; tales como teología, historia, lógica, ciencia, medicina y música. Escribió muchos libros devocionales, los cuales distribuía entre la gente que encontraba. Estos fueron publicados en ediciones baratas, de modo que la gente tuviera la oportunidad de comprarlos. Esta obra creció tan rápidamente, que Wesley finalmente estableció su propia casa publicadora. En ella también fueron impresos centenares de himnos, muchos de los cuales habían sido compuesto por su hermano Carlos.<br /><br />El 2 de marzo de 1791, a la edad de ochenta y ocho años, Juan Wesley acabó su carrera. No obstante, lo que él empezó ha seguido adelante por medio de la Iglesia Metodista, durante más de doscientos años. Dios bendijo la vida y el ministerio de este hombre santo y consagrado, quien tenía un solo deseo, el cual es, el de predicar el evangelio de Cristo, instándole a la gente a creer, amar y obedecer.<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-16623017905393629762009-08-25T11:50:00.001-07:002009-08-25T11:52:35.463-07:00Madame Guyon - Biografía<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.neve-family.com/books/guyon/guyon.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 258px;" src="http://www.neve-family.com/books/guyon/guyon.jpg" border="0" alt="" /></a>Inclinada de niña a la piedad, al llegar a la juventud Madame Guyon se transformó en una ‘mariposa’ de sociedad, en la vana y libertina París de la época de Luis XIV, que pensaba poco en Dios y en el mundo venidero. Sin embargo, su vanidad y orgullo fueron completamente aplastados, y ella se tornó entonces en un “instrumento para honra, santificado, útil al Señor”.<br /><br />Jeanne Marie Bouvier de la Mothe nació en Montargis, Francia, unos 40 Km. al norte de París, el 18 de abril de 1648, un siglo después de iniciarse la Reforma. Sus padres pertenecían a la aristocracia francesa; eran muy respetados, y tenían inclinaciones religiosas como las de todos sus ancestros. Su padre ostentaba el título de Seigneur, o Señor, de la Mothe Vergonville.<br /><span class="fullpost"><br />Niñez y juventud<br /><br />Durante la primera infancia, Jeanne fue víctima de una enfermedad que hizo a sus padres temer por su vida. Mas ella se recuperó, y a los dos años y medio de edad fue colocada en el Seminario de las Ursulinas, en su propia ciudad, a fin de ser educada por las monjas. Después de algún tiempo, regresó al hogar, mas su madre descuidaba su educación, dejándola casi siempre al cuidado de las criadas. Gran parte de su infancia, la niña estuvo yendo y viniendo entre su casa y el convento, y pasando de una escuela a otra. Cambió su lugar de residencia nueve veces en diez años.<br /><br />En 1651, la Duquesa de Mont-bason llegó a Montargis, a fin de residir con las monjas benedictinas establecidas allí, y pidió al padre de Jeanne que permitiese que ésta, de cuatro años de edad, le hiciese compañía. Durante su estadía allí, la niña vino a comprender su necesidad de un Salvador por medio de un sueño que tuvo respecto de la miseria futura de los pecadores impenitentes; y entregó entonces definitivamente su vida y su corazón a Dios.<br /><br />A los diez años de edad, Jeanne fue colocada en un convento para proseguir su educación. Cierto día encontró una Biblia, y como le gustaba mucho leer, ella se absorbió en su lectura. “Pasaba días enteros leyendo la Biblia”, cuenta, “sin prestar atención a ningún otro libro o a nada más, desde la mañana a la noche. Y como tenía buena memoria, memoricé completas las secciones históricas”. Este estudio de las Escrituras, sin duda, puso los fundamentos de su maravillosa vida de devoción y piedad. Por este tiempo se hizo sentir sobre su vida la importante influencia de una de sus hermanastras, quien suplió en parte la falta de preocupación de su madre.<br /><br />Jeanne creció, y sus rasgos comenzaron a mostrar aquella belleza que más tarde la distinguió. La madre, contenta con su apariencia, se esmeraba en vestirla bien. El mundo la conquistó, y Cristo quedó casi olvidado. Tales cambios ocurrieron con frecuencia en sus primeras experiencias. Un día tenía buenos pensamientos y resoluciones, y al día siguiente todo quedaba atrás, y la vanidad y la mundanalidad llenaban su vida.<br /><br />Un joven piadoso, un primo llamado De Tossi, yendo como misionero a Cochinchina, al pasar por Montargis, visitó a la familia. Su visita fue breve, pero impresionó profundamente a Jeanne, aunque entonces no estaba en casa ni vio a su primo. Cuando le contaron sobre su consagración y santidad, el corazón de ella se afligió tanto, que lloró el resto del día y la noche. Quedó conmovida con la idea de la diferencia entre su propia vida mundana y la vida piadosa de su primo. Toda su alma despertó entonces para tomar conciencia de su verdadera condición espiritual. Intentó renunciar a su mundanalidad, procuró adoptar una disposición mental religiosa y obtener perdón de todos a quienes pudiese haber perjudicado de cualquier forma. Visitó a los pobres, les llevó alimento y ropa, les enseñó el catecismo, y pasaba mucho tiempo leyendo y orando. Leyó libros devocionales como “La vida de Madame de Chantal” y las obras de Tomás de Kempis y Francisco de Sales. Procuraba imitar la piedad de ellos; sin embargo, todavía no hallaba la paz y el descanso del alma por medio de la fe en Cristo.<br /><br />Tras un año de búsqueda sincera de Dios, se apasionó profundamente por un joven, un pariente próximo, aunque tenía apenas catorce años. Su mente estaba tan ocupada pensando en él que descuidó sus oraciones y comenzó a buscar en el amor terrenal el disfrute que buscara antes en Dios. A pesar de mantener aún una apariencia de piedad, en lo íntimo ésta le era indiferente. Comenzó a leer novelas románticas, y a pasar mucho tiempo delante del espejo, así que se volvió excesivamente vana. El mundo la tenía mucho en cuenta, pero su corazón no era recto delante de Dios.<br /><br />En el año 1663, la familia La Mothe se trasladó a París, un paso que no les benefició espiritualmente. París era una ciudad alegre, sedienta de placeres, especialmente durante el reinado de Luis XIV, y la vanidad de Mademoiselle La Mothe creció insoportablemente. Tanto ella como sus padres se tornaron extremadamente mundanos, bajo la influencia de la sociedad a la que habían ingresado. El mundo le parecía ahora el único objeto digno de ser conquistado y poseído. Su belleza, dotes intelectuales y conversación brillante hicieron de ella una favorita en la sociedad. Su futuro marido, M. Jacques Guyon, hombre de gran riqueza, y muchos otros, pedirían su mano en casamiento.<br /><br />El orgullo es tocado<br /><br />Aunque no se sentía muy atraída a Monsieur Guyon, su padre acordó el casamiento, y ella accedió a su deseo. La boda tuvo lugar en 1664. Jeanne tenía casi 16 años, mientras su marido tenía ya 38. Luego descubrió que la casa a la cual fue llevada se volvería para ella una “casa de luto”. La suegra, mujer poco refinada, la gobernaba con mano de hierro, y aun la hostilizaba. El marido tenía buenas cualidades y la apreciaba mucho, pero diversas enfermedades físicas y sufrimientos a que estaba sujeto, además de la gran diferencia de edad entre él y su joven esposa, y el genio de la suegra, hicieron difícil su vida de recién casada. Su gran inteligencia y sensibilidad agudizaron aún más sus sufrimientos. Sus esperanzas terrenales fueron destruidas.<br /><br />Más tarde, sin embargo, ella reconoció que todo había sido dispuesto misericordiosamente a fin de llamarla de aquella vida de orgullo y superficialidad. Dios permitiría que ella atravesase el fuego del horno de la aflicción, para que las impurezas fuesen removidas, y ella pudiese presentarse como un vaso de oro puro. “Era tal la fuerza de mi orgullo natural”, cuenta ella, “que nada aparte de una dispensación de sufrimiento podría haber quebrantado mi espíritu y hacerme volver a Dios”.<br /><br />A pesar de haber comido el pan de la tristeza y mezclado con lágrimas su bebida, todo eso hizo que su alma se dirigiese a Dios y ella empezó a buscarlo, pidiendo su consuelo en sus tribulaciones. Poco después de un año de casada, tuvo un hijo, y sintió la necesidad de aproximarse a Dios, tanto por causa de él como por la suya propia.<br /><br />Una calamidad tras otra sobrevinieron a Madame Guyon. Poco después de nacer su hijo, el marido perdió gran parte de su enorme fortuna, y esto amargó mucho a su avarienta suegra, quien solía responsabilizarla de todas sus desgracias. En el segundo año de matrimonio cayó enferma, y parecía a las puertas de la muerte; sin embargo, su enfermedad fue un medio de hacerla pensar más en las cosas espirituales. Su querida hermanastra murió, y después su madre. Con amargura aprendió que sólo podía encontrar descanso en Dios, y ahora lo buscó con sinceridad, y lo encontró, y nunca más se apartó de él.<br /><br />A través de las obras de Kempis, de Sales, y la vida de Mme. Chantal, y de conversaciones con una piadosa dama inglesa, Madame Guyon aprendería mucho con respecto a las cosas espirituales. Después de una ausencia de cuatro años, su primo regresó de Cochinchina y su visita la ayudó espiritualmente.<br /><br />El gozo de la salvación<br /><br />Un humilde monje franciscano se sintió guiado por Dios para ir a verla, y él también le fue de gran ayuda. Fue este franciscano el primero que la llevó a ver claramente la necesidad de buscar a Cristo por la fe y no mediante obras externas, como lo había estado haciendo hasta entonces. Instruida por él, llegó a comprender que la verdadera fe era un asunto del corazón y del alma, y no una simple rutina de deberes y observancias ceremoniales como supusiera. “En aquel momento me sentí profundamente herida por el amor de Dios –una herida tan indescriptible que deseé jamás fuera curada. Tales palabras trajeron a mi corazón aquello que venía buscando por tantos años; o sea, me hicieron descubrir lo que allí se hallaba, y que de nada me servía por falta de conocimiento... Mi corazón había cambiado; Dios se hallaba allí; desde aquel momento Él me había dado una experiencia de su presencia en mi alma, no simplemente como un objeto percibido en el intelecto por la aplicación de la mente, sino como algo realmente poseído de la manera más dulce posible. Pude sentir esas palabras de Cantares: ‘Tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman’; pues percibí en mi alma una unción que, como un bálsamo saludable, sanó en un instante todas mis heridas.”<br /><br />Madame Guyon tenía veinte años cuando recibió esta prueba definitiva de salvación por la fe en Cristo. Fue el 22 de julio de 1668. Después de esta experiencia, dijo: “Nada era más fácil ahora para mí que orar. Las horas pasaban fugazmente, en tanto yo nada podía hacer sino orar. La vehemencia de mi amor no me daba descanso.”<br /><br />Algún tiempo después, ella podía decir: “Amo a Dios mucho más de lo que el amante más apasionado entre los hombres ama al objeto de su afecto terrenal”. “Este amor de Dios”, dice, “ocupaba mi corazón con tanta constancia y fuerza, que era muy difícil para mí pensar en otra cosa. Nada más me parecía digno de atención”. Agregó después: “Me despedí para siempre de las reuniones que frecuentaba, de los teatros y diversiones, de los bailes, de las caminatas sin propósito y de las fiestas de placer. Las diversiones y placeres tan considerados y estimados por el mundo, me parecían ahora tediosos e insípidos, de forma tal que me preguntaba cómo un día pude haberlos apreciado”.<br /><br />Madame Guyon tuvo un segundo hijo en 1667, o sea, un año antes de pasar por la notable experiencia ya citada. Su tiempo estaba ahora ocupado en el cuidado de los hijos y la atención a los pobres y necesitados. Ella hacía que muchas jovencitas, hermosas pero pobres, aprendiesen un oficio, a fin de sentirse menos tentadas a llevar una vida de pecado. Hizo también mucho en beneficio de aquellas que ya habían caído en pecado. Con sus recursos, frecuentemente ayudaba a comerciantes y artesanos pobres a iniciar sus propios negocios. Y no cesaba de orar. En sus palabras: “Mi deseo de comunión con Dios era tan fuerte e insaciable que me levantaba a las cuatro de la mañana para orar”. La oración era el mayor deleite de su vida.<br /><br />Las personas del mundo quedaban sorprendidas al ver a alguien tan joven, tan bella, tan intelectual, enteramente entregada a Dios. La sociedad amante del placer se sentía condenada por su vida, y procuraba perseguirla y ridiculizarla. Ni aun sus propios parientes la comprendían muy bien, y su suegra hacía todo para tornar su vida más difícil que nunca, logrando hasta cierto punto apartarla de su marido y su hijo mayor. Sin embargo, estas pruebas no la perturbaban tanto como lo hacían antes, pues ahora ella las consideraba como siendo permitidas por el Señor para mantenerla en humildad. Una tercera criatura, una hija, nació en 1669. Esta pequeña fue un gran consuelo para ella, aunque estaba destinada a dejarla en breve.<br /><br />El camino de la consagración<br /><br />Durante cerca de dos años, las experiencias religiosas de Madame Guyon continuaron profundizándose, pero luego se vio una vez más atraída hasta cierto punto por el mundo. En una visita a París, descuidó sus oraciones y se enredó con la sociedad mundana que había frecuentado antes. Al comprender esto, se apresuró a volver a casa, y su angustia por lo sucedido, al enfrentar su debilidad, era “como un fuego consumidor”. Durante un viaje por muchos lugares de Francia con su marido, en 1670, también tuvo muchas tentaciones para volver a la antigua vida de placer mundano. Su tristeza fue tan grande que incluso sentía que se alegraría si el Señor por su providencia la llevase de este mundo de tentación y pecado. Sus principales tentaciones eran las ropas y las conversaciones mundanas. Mas la reprobación de su conciencia era como un fuego quemando en su interior, y se sentía llena de amargura al reconocer su debilidad. Durante tres meses perdió su anterior comunión con Dios. Como resultado, su alma se volvió a una interrogante acerca de la vida santa. Deseaba que alguien le enseñase cómo vivir con mayor espiritualidad, cómo andar más cerca de Dios, y cómo ser “más que vencedora” en relación al mundo, a la carne y al diablo. Aunque esa era la época de Nicole y Arnaud, de Pascal y Racine, cristianos de percepción espiritual eran escasos entonces en Francia.<br /><br />Cierto día en que atravesaba uno de los puentes sobre el río Sena, en París, acompañada por un criado, un hombre pobre con hábito religioso apareció de pronto a su lado y empezó a hablarle. “Ese hombre”, dice ella, “me habló de manera maravillosa sobre Dios y las cosas divinas”. Él parecía saber todo sobre la vida de ella, sus virtudes, sus faltas. “Él me dio a entender”, cuenta ella, “que Dios requiere no sólo un corazón del cual se pueda decir que fue perdonado, sino aquel que pueda ser designado propiamente como santo, que no era suficiente con evitar el infierno, sino que él también requería de mí la pureza más profunda y la perfección más absoluta”.<br /><br />Al sentir su debilidad y necesidad de una experiencia espiritual más profunda, y habiendo recibido un mensaje tan directo de la providencia de Dios, Madame Guyon resolvió en aquel día entregarse de nuevo al Señor. Habiendo aprendido por experiencia que no era posible servir a Dios y al mundo al mismo tiempo, decidió: “A partir de este día, de esta hora, si es posible, perteneceré enteramente al Señor. El mundo no tendrá nada de mí”. Dos años más tarde, preparó y suscribió su histórico Tratado de la Consagración; mas la verdadera consagración parece haber sido completada aquel día.<br /><br />Golpes purificadores<br /><br />Ella se rindió sin reservas a la voluntad del Señor, y casi inmediatamente su consagración fue probada por una serie de golpes demoledores que servirían para purificar las impurezas de su naturaleza. Sus ídolos fueron destruidos uno tras otro, hasta que todas sus esperanzas, alegrías y ambiciones se concentraron en el Señor, y él comenzó entonces a usarla poderosamente en la edificación de su reino.<br /><br />Su belleza, la mayor causa de su orgullo y conformidad con el mundo, fue el primer ídolo en ser derribado. El 4 de octubre de 1670, cuando tenía poco más de 22 años, el golpe cayó sobre ella como un relámpago del cielo. Jeanne cayó víctima de la viruela, en su forma más violenta, y su belleza desapareció casi por completo.<br /><br />“Pero la devastación exterior fue equilibrada por la paz interior”, dice ella. “Mi alma se mantuvo en un estado de contentamiento mayor del que puede ser expresado.” Todos juzgaban que quedaría inconsolable. Mas lo que dijo fue: “Cuando estaba en cama, sufriendo la privación total de lo que había sido una trampa para mi orgullo, experimenté un gozo indescriptible. Alabé a Dios en profundo silencio”. También afirmó: “Cuando me recuperé lo suficiente para sentarme en la cama, pedí que me trajesen un espejo, y satisfice mi curiosidad mirándome en él. Ya no era más lo que había sido. Vi entonces que mi Padre celestial no había sido infiel en su obra, sino había ordenado el sacrificio en toda su plenitud”.<br /><br />El ídolo siguiente, entre los que más amaba, fue su hijo menor, a quien era muy allegada. “Este golpe”, dice, “hirió mi corazón. Me sentí derrotada. Sin embargo, Dios me fortaleció en mi debilidad. Yo amaba tiernamente a mi hijo; mas, aunque estuviese perturbada con su muerte, vi la mano del Señor tan claramente que no pude llorar. Lo ofrecí a Dios, y exclamé con las palabras de Job: “El Señor dio, el Señor quitó; sea el nombre del Señor bendito”.<br /><br />En 1672, su muy amado padre murió, y ese mismo año falleció también su hijita de tres años. Siguió luego la muerte de Genevieve Grainger, su amiga y consejera, y no tuvo ya ningún apoyo carnal a quien apegarse en sus pruebas y dificultades espirituales. En 1676, su marido, que se reconciliara con ella, fue de la misma manera alejado por la muerte. Como Job, ella perdió todo lo que más amaba en el mundo; mas comprobaba que el Señor permitía esas cosas para quebrantar su voluntad y su orgulloso corazón. Percibió nítidamente la mano del Señor en todas esas circunstancias, y exclamó: “¡Oh admirable conducta de mi Dios! No puede haber guía, ni apoyo, para quien tú llevas a las regiones de las tinieblas y de la muerte. No puede haber consejero, ni sustento para el hombre a quien tú has señalado para completa destrucción de su vida natural”. Por “destrucción de la vida natural”, ella quería significar el aniquilamiento de la carnalidad y del egoísmo.<br /><br />Experiencias más profundas<br /><br />A pesar de haber sido grandes las tribulaciones mencionadas, Madame Guyon había de pasar aún por una de sus pruebas mayores y más prolongadas. En 1674 entró en lo que más tarde llamó el “estado de privación o desolación”, que duró siete años. Durante todo ese período permaneció sin alegría espiritual, paz, o emociones de cualquier tipo, y tuvo que andar sólo por fe. Aunque continuó con sus devociones y obras de caridad, no sentía el placer y la satisfacción que sintiera antes. Parecía como si Dios no estuviese con ella, y cometió el error de imaginar que realmente eso había ocurrido. Había de aprender ahora a andar por la fe en lugar de hacerlo por sus sentimientos.<br /><br />Nos sentimos llenos de alegría y paz verdadera cuando creemos (Rom. 15:13). Pero cuando contemplamos nuestros sentimientos y apartamos nuestros ojos del Señor, toda esa alegría y paz nos abandona. Madame Guyon parece haber cometido ese gran error, y durante siete años se mantuvo a la espera de sentimientos y emociones antes de aprender a vivir por sobre ellos y por la simple fe en Dios. Descubrió entonces que la vida de fe es mucho más elevada, santa y dichosa que aquella dominada por los sentimientos y emociones. Había estado pensando más en éstas que en el Señor, más en el don que en el Dador; pero finalmente su vida se alzó victoriosa por sobre las circunstancias y los sentimientos.<br /><br />Casi siete años después de haber perdido su alegría y emoción, comenzó a tener correspondencia con el padre La Combe, a quien ella guiara a la salvación por la fe años antes. Él fue ahora el instrumento para llevarla hasta la luz límpida y a los rayos del sol de la experiencia cristiana, mostrándole que Dios no la había olvidado como imaginaba, sino que él estaba crucificando el “yo” en la vida de ella. La luz comenzó a surgir en su interior, y la oscuridad gradualmente se fue.<br /><br />Ella marcó el día 22 de julio de 1680 como el día en que el padre La Combe debería orar especialmente a su favor, en caso de que su carta llegase a tiempo a sus manos. Aunque la distancia era grande, la carta llegó providencialmente a tiempo, y tanto él como Madame Guyon pasaron aquel día en ayuno y oración. Fue un día que quedó grabado en su memoria. Dios oyó y respondió sus oraciones. Las nubes oscuras se desvanecieron de su alma, y torrentes de gloria tomaron su lugar. El Espíritu Santo le abrió los ojos, a fin de reconocer que sus aflicciones eran en verdad las misericordias de Dios ocultas. Eran como túneles tenebrosos que sirven de atajo, a través de montañas de dificultades, hacia los valles de bendiciones que surgieron más adelante. Eran los carros de Dios que la llevaban a lo alto, en dirección al cielo. El vaso había sido purificado y adecuado para su habitación, y el Espíritu de Dios, el Consolador celestial, venía ahora a morar en su corazón. Toda su alma se llenó entonces de su gloria, y todas las cosas parecían plenas de alegría.<br /><br />En sus “Torrentes espirituales”, describiendo la experiencia que había disfrutado, ella anota: “Sentía una paz profunda que parecía invadir mi alma entera, resultante del hecho de que todos mis deseos eran satisfechos en Dios. Nada temía; esto es, al analizar sus últimos resultados y relaciones, porque mi fe muy sólida ponía a Dios al frente de todas las perplejidades y sucesos.”<br /><br />En otro punto dice: “Una característica de este grado más elevado de experiencia era una sensación de pureza interior. Mi mente se sentía tan unida a Dios, tan ligada a la naturaleza divina, que nada parecía tener poder para mancillarla y disminuir su pureza. Experimentaba la verdad de la declaración bíblica: Todas las cosas son puras para los puros”. Y, de nuevo, afirma: “A partir de aquella época, percibí que gozaba de libertad. Mi mente pasó a experimentar notable facilidad para hacer y sufrir todo lo que se presentase a la orden de la providencia de Dios. La orden de Dios se volvió su ley”.<br /><br />Fructificación y plenitud<br /><br />La vida de Madame Guyon pasó a caracterizarse entonces por gran sencillez y poder. Después de haber encontrado el camino de la salvación por la fe, ella fue el canal que condujo a muchas personas en Francia a la experiencia de la conversión o regeneración. Y ahora, desde que había pasado por una experiencia personal más profunda, rica y plena, comenzó a llevar a muchos otros a la experiencia de la santificación por la fe, o a una experiencia de “victoria sobre la vida del ‘yo’, o muerte del ego”, como acostumbraba llamarla.<br /><br />Su alma ardía con la unción y el poder del Espíritu Santo, y donde iba era asediada por multitudes de almas hambrientas, sedientas, que venían a ella a fin de obtener el alimento espiritual que sus pastores no podían darles. Reavivamientos de la fe se iniciaban en casi todo lugar que visitaba, y en toda Francia cristianos sinceros comenzaban a buscar la experiencia más profunda que ella enseñaba.<br /><br />El padre La Combe comenzó a difundir la doctrina con gran unción y poder. Luego, el gran Fénelon fue llevado a una experiencia más completa mediante las oraciones de Mme. Guyon, y él también comenzó a respaldar sus enseñanzas a través de Francia. Así, ellas penetraron en los círculos religiosos poderosos en la corte –entre los Beauvilliers, los Chevreuses, los Montemarts –quienes estaban bajo su dirección espiritual.<br /><br />Fueron tantas las personas que pasaron a renunciar a su mundanalidad y pecaminosidad, y a consagrarse enteramente a Dios, que los sacerdotes y maestros mundanos comenzaron a sentirse condenados, y se dispusieron a perseguir a Madame Guyon y al padre La Combe, Fénelon y todos los demás que seguían la doctrina del “amor puro” o “muerte completa para la vida del yo”.<br /><br />El padre La Combe fue arrojado a prisión y tan cruelmente torturado que su razón fue afectada. El corrupto y disoluto rey Luis XIV finalmente arrestó a Madame Guyon en el convento de Santa María. Mas ella había aprendido a sufrir, y soportó con paciencia las persecuciones, creciendo cada vez más espiritualmente. Sus horas en prisión las empleaba en la oración, en la adoración, y escribiendo, aunque estuviese enferma por la falta de aire y otras inconveniencias en su pequeña celda.<br /><br />Después de ocho meses, sus amigos consiguieron libertarla. Los enemigos habían intentado envenenarla cuando se hallaba en prisión, y ella sufrió por siete años los efectos del veneno. Sin embargo, sus obras eran ya vendidas y leídas en Francia y en muchas otras partes de Europa. A través de ellas, multitudes fueron llevadas a Cristo y a una experiencia espiritual más profunda.<br /><br />En 1695 fue nuevamente encarcelada por orden del rey, siendo ahora llevada al castillo de Vincennes. Al año siguiente, fue transferida a una prisión en Vaugiard. En 1698 la llevaron a una mazmorra en la Bastilla, la histórica y odiada prisión de París. Allí permaneció siete años, mas era tan grande su fe en Dios, que la celda le parecía un palacio. Después fue desterrada a un pueblo de la diócesis de Blois, donde pasó unos quince años en silencio y aislamiento con su hijo. Así pasó el resto de su vida al servicio del Maestro, muriendo en perfecta paz, y sin siquiera una sombra en cuanto a la plenitud de sus esperanzas y alegría, en el año 1717, a los 69 años de edad.<br /><br />Madame Guyon dejó cerca de sesenta volúmenes escritos por ella. Muchos de sus más bellos poemas y algunos de sus libros más valiosos fueron escritos durante sus años de prisión. Algunos himnos son muy conocidos, y sus escritos fueron una poderosa influencia para el bien en este mundo de pecado y sufrimiento. Su experiencia cristiana tal vez sea mejor descrita en las siguientes palabras salidas de su pluma:<br /><br />“Nada me queda, ni lugar ni tiempo;<br />mi país es cualquiera;<br />me siento tranquila y libre de cuidados,<br />en cualquier lugar, pues allí Dios está”<br /></span>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-74421149453496588572009-08-25T05:45:00.000-07:002009-08-25T05:50:44.656-07:00LA VIDA DE JOHN BUNYAN (1628-1658)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.visitbedford.co.uk/home/all-about-bedford/john-bunyan/bunyan.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 254px; height: 258px;" src="http://www.visitbedford.co.uk/home/all-about-bedford/john-bunyan/bunyan.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">JUAN BUNYAN, hijo de un calderero, nació en Elstow., cerca de Bedford, el año 1628, en una época en la cual prevalecían las malas costumbres por todo el país de Inglaterra. Su educación fue la que los pobres podían dar a sus hijos en aquellos días. Asistió a la escuela primaria, y aprendió a leer y escribir; pero era un muchacho desaplicado, y muy pocos de su edad le aventajaban en maldecir, jurar, mentir y blasfemar. En sus días juveniles el terror era lo único que parecía tener alguna fuerza para sujetarle. Durante el día tenía frecuentes y tenebrosos presentimientos de la ira venidera, y de noche le sobresaltaban sueños horribles. Su imaginación concebía apariciones de malos espíritus que venían a llevárselo consigo, o le hacía pensar que había llegado el último día con todas sus terribles realidades.<br /></div><span class="fullpost"><br /></span><div style="text-align: justify;"><span class="fullpost">Esto Tales eran los temores de su juventud. Conforme fue creciendo se fue endureciendo su conciencia, sin que bastaran a despertarle ni a conmoverle los extraordinarios y providenciales acontecimientos que le ocurrieron. Dos veces estuvo a punto de morir ahogado. Durante la guerra civil fue obligado a servir en el ejército. En una ocasión, un compañero suyo que había pedido y obtenido permiso para sustituirle en una guardia, recibió un tiro en la cabeza y murió en aquel puesto.</span><br /><br /><span class="fullpost">Su matrimonio ejerció cierta influencia en su porvenir. La joven que tomó por esposa era muy pobre, y lo más valioso que tenía eran dos libros que su padre, hombre muy piadoso, le había dejado: El camino sencillo al cielo y la práctica de la piedad. La señora Bunyan leía con frecuencia estos libros en compañía de su marido, y le refería la vida santa que su padre había llevado. El resultado fue que Bunyan sintió un vivo deseo de reformarse, y así lo hizo; pero solamente en lo exterior. Su corazón no experimentó cambio alguno, y su vida siguió por el misino camino de pecado que hasta entonces había seguido. Un sermón que oyó acerca del pecado de no santificar el día de reposo, le impresionó fuertemente. La tarde del mismo día, estaba ocupado en diversiones, como era su costumbre hacerlo, cuando de pronto se agolparon en su mente pensamientos acerca del juicio venidero. Quedó aterrado, imaginó oír una voz del cielo que le decía: "¿Quieres dejar tus pecados e ir al cielo, o prefieres retenerlos e ir al infierno?" Entonces cruzó por su conciencia, como un rayo, la convicción de que era un gran pecador; pero ó que era ya tarde para buscar el perdón o el cielo, y vio desesperado a sus</span><br /><span class="fullpost">pasatiempos. </span><br /><br /><span class="fullpost">Algún tiempo después trabó amistad con un cristiano, cuya piadosa conversación tocó de tal manera su corazón, que comenzó a leer la Biblia. Encontró en el libro las cosas que le alarmaron, y emprendió la reforma de palabras y de su vida; pero confiado solamente en sus propias fuerzas e ignorando el amor y la gracia de Jesucristo. Un día atrajeron su atención la</span><br /><span class="fullpost">conversación que sostenían tres mujeres piadosas, que se hallaban sentadas a la puerta de una casa en una de las calles de Bedford. Se acerco, y oyéndolas hablar de las cosas de Dios, de su obra en los corazones y de la paz de la reconciliación, vio que había en la religión algo que él no había conocido ni experimentado aún. Las palabras de aquellas mujeres no las olvidó nunca, ydesde entonces abandonó la compañía de viciosos y buscó la sociedad de los que, al menos, tenían cierta reputación de piadosos.</span><br /><br /><span class="fullpost">Bunyan había ya emprendido su camino saliendo de la ciudad de Destrucción; pero cayó en muchos peligros y errores; apenas hay un temor de los muchos que pueden asaltar al espíritu ansioso de salvación que no inquietara alguna u otra vez su mente. Por largo tiempo fue como el hombre que él mismo describe en su libro, encerrado en una jaula de hierro, privado del gozo de las promesas divinas y esperando aterrado una segura condenación. Su lucha con el Maligno nos recuerda también el combate de Cristiano y Apollyón. Pero, según su propia y hermosa expresión, una mano misteriosa le alargó algunas hojas del árbol de la vida, que aplicó a las heridas que había recibido en la batalla, y fue curado al instante. La fe le llevó a la cruz de Cristo, y vino a ser más que vencedor por medio de Aquél que le amó. Poco después de esto hizo pública profesión de su fe y comenzó a predicar a otros el Salvador que él había encontrado.</span><br /><br /><span class="fullpost">Pronto tuvo que sufrir por causa de su religión. Entre los años 1655 y 1660 predicó a menudo en la vecindad de Bedford. En el año último fue arrestado y metido en la cárcel de Bedford, en la cual pasó doce años, exceptuando únicamente un breve intervalo de pocas semanas. Se ha dicho con frecuencia que Bunyan escribió EL PEREGRINO durante este encarcelamiento. Pero algunos eruditos han demostrado que fue en otro posterior y más breve encarcelamiento, en el año 1676, cuando escribió la primera parte de su obra inmortal, la cual se publicó en los primeros meses del año 1678. La segunda parte no apareció hasta el año 1685.</span><br /><br /><span class="fullpost">La obra de Bunyan ha sido elogiada por los literatos más eminentes. Ha sido traducida a numerosos idiomas, algunos de los cuales eran desconocidos para Europa en los días de Bunyan.</span><br /><br /><span class="fullpost">Los misioneros han llevado este libro a casi todos los países del mundo, y ahora el Peregrino cuenta la historia de su viaje a los chinos en el Oriente, a los negros en el Occidente, o los groenlandeses en el Norte y a los isleños del Pacífico del Sur. La Sociedad de Tratados Religiosos, de Londres, ha ayudado a la impresión de esta obra en más de cien idiomas.</span><br /><br /><span class="fullpost">Bunyan fue autor de otra alegoría, La Guerra Santa, publicada en 1682, que sigue a EL PEREGRINO en mérito literario y religioso. Refirió también, de una manera inimitable, la historia de su vida y de sus experiencias religiosas en su libro Gracia que abundó para el mayor de los pecadores, digno de figurar al lado de las Confesiones, de Agustín, y de las</span><br /><span class="fullpost">Conversaciones de sobremesa, de Lutero. Además de estas grandes obras, escribió muchos tratados, algunos de los cuales se leen todavía con placer provecho.</span><br /><br /><span class="fullpost">En la cárcel aprendió Bunyan el arte de hacer encaje de flecos largos, con lo cual ayudaba a mantener a su familia. Después de su libertad vivió una vida muy útil a la obra de Cristo, como pastor de la Congregación independiente de Bedford, y como predicador y escritor. Murió en 1658, en una casa que tenía una tienda con la muestra “La Estrella”, y fue enterrado en Bunhill Fields</span><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-40097421851427316632009-08-24T12:07:00.000-07:002009-08-24T12:16:18.051-07:00EL LLAMADO MÁS ALTO. A.W. Tozer<div style="color: #20124d; font-family: Georgia,"Times New Roman",serif; text-align: justify;">Si Dios lo ha llamado usted para que sea verdaderamente como Jesus con todas las fuerzas de su Espíritu, Él lo estimulará para que lleve una vida de crucifixión y de humildad y Le exigirá tal obediencia que usted no podrá imitar a los demás cristianos, pues Él no permitirá que usted haga lo hacen otros, en muchos aspectos.<br />
<br />
Otros, que aparentemente son muy religiosos y fervorosos, pueden tener a sí mismos en alta estima, pueden recoger influencia y resaltar la realización de sus planes; usted, sin embargo, no debe hacer nada de eso, pues, intentar hacerlo, fracasará de tal modo y merecerá tal reprobación por parte del Señor, que usted se convertirá en un penitente lastimoso.</div><div style="color: #20124d;"></div><div style="color: #20124d;"></div><div style="color: #20124d; text-align: justify;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> EOtros podrán hacer alarde de su trabajo, de sus éxitos, de sus escritos, pero El Espíritu Santo no Le permitirá a usted ninguna de esas cosas. Si usted comienza a proceder de esa forma, Él lo consumirá en una mortificacion tan profunda que usted depreciará todas sus buenas obras.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">A otros será permitido conseguir grandes sumas de dinero y darse a lujos supérfluos, sin embargo Dios sólo proporcionará a usted el sostén diario, porque quiere que usted tenga algo que es muy más valioso que el oro: una absoluta dependencia De él y de Su invisible tesoro.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El Señor permitirá que los demas reciban honras y se destaquen, mientras lo mantiene a usted oculto en la sombra, porque Él quiere producir un fruto selecto y fragante para Su gloria venidera, y eso sólo puede ser producido en la sombra.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Dios puede permitir que los demás sean grandes, pero usted debe continuar siendo pequeño; Dios permitirá que otros trabajem para Él y ganen fama, sin embargo hará que usted trabaje y se desgaste sin que ni aún sepa cuanto está haciendo.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Después, para que su trabajo sea aún más valioso, permitirá que otros reciban el crédito por lo que usted hace, con el fin de enseñarle el mensaje de la cruz: la humildad y algo de lo que significa participar de Su naturaleza. Espíritu Santo mantendrá sobre usted una estricta vigilancia y, con celoso amor, le reprobará por sus palabras, o por sus sentimientos indiferentes, o por mal gastar su tiempo, esas cosas que parecen no preocupar a los demás cristianos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Por eso, habitúese a la idea de que Dios es un soberano absoluto que tiene el derecho de hacer lo que Le plazaca con los que Le pertenecen y que no puede explicarle las infinidades de cosas que podrían confundir su mente por el modo como Él procede con usted. Dios le tomará la palabra; y si usted se vende para ser Su esclavo sin reservas, Él lo envolverá en un amor celoso que permitírá que otros hagan muchas cosas que a usted no le son permitidas. Sépalo de una vez por todas: usted tiene que entenderse directamente con Espíritu Santo acerca de esas cosas, y Él tendrá el privilegio de atar su lengua, o de colocar esposas en sus mano o de cerrar sus ojos para aquello que es permitido a los demás. Sin embargo, usted conocerá el secreto del reino.</span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"> </span><br />
<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Cuando estuviera poseído por el Dios vivo de tal manera que se sienta feliz y contento en el íntimo de su corazón con esa peculiar, personal, privada y celosa tutoría y con ese gobierno de Espíritu Santo sobre su vida, entonces habrá encontrado la entrada de los cielos, el llamado mas alto de Dios</span>.</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-49414164370430979732009-08-24T05:29:00.000-07:002009-08-26T04:30:45.661-07:00FÉ: ¿UNA CREENCIA ILÓGICA QUE NO SE PUEDE PROBAR? Por John Stott<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://reformedcovenanter.files.wordpress.com/2007/04/john-stott-1.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 149px; height: 180px;" src="http://reformedcovenanter.files.wordpress.com/2007/04/john-stott-1.jpg" border="0" alt="" /></a><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">He querido saber si hay otra virtud cristiana más comprendida que la fe. Comencemos con dos aspectos negativos. Primero, fe no es credulidad. El americano H.L., Menvhekn, crítico anti-sobrenaturalista del cristianismo, cierta vez afirmó que “la fe puede ser definida concisamente como siendo una creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable”. Pero Mecken erró: Fe no es credulidad. Ser crédulo es ser ingenuo, completamente desprovisto de cualquier crítica, sin discernimiento, incluso irracional, en lo que cree. Sin embargo es un gran error suponer que la fe y la razón son incompatibles. La fe y la visión son puestas en oposición, una a la otra, en las Escrituras, pero nunca la fe y la razón. Por el contrario, la fe verdadera es esencialmente racional, porque se basa en el carácter y en las promesas de Dios. El creyente en Cristo es alguien cuya mente medita y se afirma en esas certezas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="white-space: normal; "><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En segundo lugar, fe no es optimismo. En eso parece que Normam Vicent Peale se confundió. Mucho de lo que él escribió es correcto. Su convicción básica se refiere al poder de la mente humana. Él cita a William James, que dijo que “El mayor descubrimiento de esta generación es saber que los hombres pueden cambiar sus vidas alterando sus actitudes mentales” y Ralph Waldo Emerson, “El hombre es lo que piensa durante todo el día”. Así, el Dr. Peale desarrolla su tesis sobre el pensamiento positivo, lo cual él acaba por igualar (erradamente) con la fe. Lo que es precisamente esa “fe por la cual aboga?” Su primer capítulo del libro El Poder del Pensamiento Positivo tiene el significativo título de Tenga “Confianza en Sí Mismo”</span>.</span></div></span><span class="fullpost"><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En el capítulo 7 (“Espere siempre lol Mejor y consigalo”) él hace una sugerencia que garantiza que sera lo correcto. Lea el Nuevo Testamento, dice él, destaque “una docena de conceptos sobre la fe, los que más le gustan”, y busque memorizarlos. Que esos conceptos de fe permeen su mente consciente. “Repítalos muchas veces”. Ellos se impregnarán en su subconsciente y ese proceso lo transformará en un creyente”. Hasta que esto parece ser algo prometedor. Pero, espere un poco. Cuando la Biblia se refiere al “escudo de la fe”, prosigue él, ella está enseñando una “técnica de fuerza espiritual”, a saber, “fe, creencia, pensamiento positivo, fe en la vida. Esta es la esencia de la técnica que ella enseña”. El Dr. Peale prosigue citando algunos versículos maravillosos, tales como “si podes! Todo es posible al que cree”; “si tuvierais fe... nada os será imposible”, y hágase “conforme a vuestra fe”. Pero, entonces él estropea todo, al explicar este último texto de la siguiente manera: “de acuerdo con la fe que usted tuviera en sí mismo, en sus capacidadedes, en Dios, es lo que tendrá y no más que eso”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Estas citas bastan para mostrar que el Dr. Peale aparentemente no hace ninguna distinción entre la fe en Dios y la fe en sí mismo. De hecho, lo que él demuestra es no preocuparse absolutamente con el objeto de la fe. Él recomienda, como parte de su sistema de acabar con las preocupaciones, que la primera cosa a hacer todas las mañanas, cuando despertemos y antes de que nos levantemos, es decir en voz alta “yo creo!” tres veces; pero él no nos dice en que debemos estar afirmando que creemos con tanta confianza e insistencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Las últimas palabras de su libro son simplemente “tenga fe, y vivirá feliz”. Pero fe en que? Creer en quién? Para el Dr. Peale la fe no pasa de más una palabra para expresar autoconfianza, o un exagerado y no fundamentado optimismo. Oí decir que el Dr. Peale cambió su punto-de-vista después de haber escrito este libro, pero el libro se halla aún en circulación, y siendo leído. Y en ese libro parece estar bien claro que su pensamiento positivo es, a fin de cuentas, meramente un sinónimo para “fe en aquello que la gente quiere que sea verdad”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Lo mismo se puede decir con relación al Sr. W. Clement Stone, el filantropista y fundador de Actitudes “Mentales Positivas”. “De simples hombres comunes hacemos superhombres”, dice él, pues desarrolló “la técnica de ventas para acabar con todas las técnicas de ventas”. Porque “usted puede incluso venderse a sí mismo, recitando de la misma manera como hacen los vendedores de la AMP todas las mañanas: “estoy contento, tengo salud, soy el máximo!.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">“Pero la fe cristiana es bien diferente del “pensamiento positivo” de Peale y de las “actitudes mentales positivas” de Stone. Fe no es optimismo. Fe es una confianza racional, una confianza que, en profunda reflexión y certeza, cuenta el hecho de que Dios es digno de todo crédito.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Por ejemplo, cuando David y sus hombres volvieron la siclag, antes de los filisteos que hayan matado Saúl en la batalla, un terrible espectáculo los aguardaba. En su ausencia los amalequitas habían saqueado su aldea, incendiando sus casas y llevado cautivas sus mujeres y niños. David y sus hombres lloraron “hasta ya no tenian fuerzas para llorar” y entonces, en su amargura, el pueblo meditó en apedrear a David. Era una crisis seria y David fácilmente podría Haberse dejado caerse en la desesperación.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Pero, en vez de eso, leemos que “David se reanimó en el Señor su Dios”. Esta era una fe verdadera. Él no cerró sus ojos a los hechos. Ni intentó crear su propia autoconfianza, o decir a sí mismo se sentía realmente mucho bien. No. Él se acordó del Señor su Dios, el Dios de la creación, el Dios de la alianza, el Dios que prometió ser su Dios y colocarlo en el trono de Israel. Y a la medida en que David se recordaba de las promesas y de la fidelidad de Dios, su fe crecía y se fortificaba. Él “se reanimó en el Señor su Dios”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Así, pues, la fe y el pensamiento caminan juntos, y es imposible creer sin pensar. CREER ES TAMBIÉN PENSAR!.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El Dr. Lloyd-Jones nos dio un excelente ejemplo neo testamentario de esta verdad en el comentario que hizo de Mateo 6:30 en sus Studies in the Sermon on the Mount (Estudios sobre el Sermón del monte): “Ora, si Dios viste así la hierba del campo, que hoy existe y mañana es lanzada en el horno, ¿no hara mucho más a vosotros, hombres de poca fe”?.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">La fe, de acuerdo con la enseñanza de nuestro Señor en este párrafo, es básicamente el acto de pensar, y el problema de quien tiene una fe pequeña es no pensar. La persona permite que las circunstancias le opriman... tenemos que dedicar más tiempo al estudio de las lecciones de nuestro Señor sobre la observación y deducción. La Biblia está repleta de lógica, y sea algo meramente místico. Nosotros no nos sentamos simplemente en una butaca, permaneciendo a la espera de que cosas maravillosas nos acontezcan. Eso no es fe cristiana. La fe cristiana es, en su esencia, el acto de pensar. Miren hacia los pájaros, piensen en ellos, y hagan sus deducciones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Vean los campos, vean los lirios silvestres, consideren esas cosas...La fe, si quisieran, puede ser definida así: Es insistir en pensar cuando todo parece estar determinado a oprimir y a en los poner por tierra, intelectualmente hablando. El problema con las personas de pequeña fe es que ellas, en vez de que controlen sus propios pensamientos, sus pensamientos son controlados por alguna circunstancia y, como se dice, ellas pasan a rodar en círculos. Esa es la esencia de la preocupación... Eso no es pensamiento; eso es ausencia completa de pensamiento, es no pensar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Antes de dejar este asunto, que trata de lo que compite a la mente en la fe cristiana, gustaría tan solamente de abordar las dos ordenanzas del Evangelio: el bautismo y a cena del Señor. Pues ambas son símbolos llenos de significado, destinados a traer bendiciones a los cristianos, despertándoles la fe en las verdades que simbolizan. Consideremos a cena del Señor, por ejemplo. En su aspecto más simple, es una visible dramatización de la muerte del Salvador por los pecadores. Es un recuerdo racional de aquel evento. Nuestras mentes tienen que trabajar en torno a su significado y apropiarse de la certeza que nos ofrece. El propio Cristo nos habla a través del pan y del vino. “Morí por vosotros”, dice él, y que recibamos su palabra, ella debe traer la paz a nuestros corazones culposos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">De esta forma, Thomas Cranmer escribió que la cena del Señor “fue ordenada con este propósito, que toda persona de ella participando, en el comer y en el beber, se acuerde de que Cristo murió a su favor, y ejercite su fe, confortándose en el recuerdo de los beneficios que Cristo le propició”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">La seguridad cristiana es la plena “certeza de la fe”. Y si la certeza de corre de la fe la fe transcurre del conocimiento, del seguro conocimiento de Cristo y del Evangelio. Como lo expresó el obispo J.C. Ryle: “Una gran parte de nuestras dudas y de nuestros temores provienen de sombrías percepciones de lo que sea la real naturaleza del Evangelio de Cristo... la raíz de una religión feliz es un claro, preciso y bien definido conocimiento de Jesucristo”. </span></div></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-3738714510389898942009-08-24T05:21:00.000-07:002009-08-24T05:28:35.512-07:00El problema del mal: ¿cómo puede un Dios bueno permitir el mal? Rick Rood<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.aceprensa.com/repository/article_imgs/105maldad_web.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 230px;" src="http://www.aceprensa.com/repository/article_imgs/105maldad_web.jpg" border="0" alt="" /></a><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">John Stott ha dicho que "el hecho del sufrimiento indudablemente constituye el desafío individual más grande a la fe cristiana." Es incuestionablemente cierto que no hay un obstáculo mayor a la fe que el de la realidad del mal y del sufrimiento en el mundo. Por cierto, aun para el cristiano creyente, no hay una prueba mayor de la fe que ésta - que el Dios que lo ama le permita sufrir, a veces en formas intolerables. Y la desilusión se ve intensificada en nuestro tiempo cuando las expectativas irreales de salud y de prosperidad son alimentadas por las enseñanzas de una multitud de maestros cristianos. ¿Por qué permite un buen Dios que sus criaturas, y aun sus hijos, sufran?</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></div><span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Primeramente, es importante distinguir entre dos tipos de mal: el mal moral y el mal natural. El mal moral es el resultado de las acciones de criaturas libres. El asesinato, la violación y el robo son ejemplos de esto. El mal natural es el resultado de procesos naturales tales como terremotos e inundaciones. Por supuesto, a veces ambos tipos se encuentran entremezclados, como cuando una inundación da como resultado la pérdida de vidas humanas debido a una mala planificación o a la construcción defectuosa de edificios.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es importante también identificar dos aspectos del problema del mal y del sufrimiento. Primero, está el aspecto filosófico o apologético. Este es el problema del mal enfocado desde el punto de vista del escéptico que desafía la posibilidad o la probabilidad de que exista un Dios que permita tal sufrimiento. Al enfrentarnos a este desafío apologético debemos utilizar las herramientas de la razón y la evidencia para "dar razón de la esperanza que hay en nosotros."(1 Pedro 3:15)</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En segundo lugar, está el aspecto religioso o emocional del problema del mal. Este es el problema del mal enfocado desde la perspectiva del creyente cuya fe en Dios está siendo aquilatada severamente mediante una prueba. ¿Cómo podemos amar y adorar a Dios cuando Él permite que suframos en estas formas? Al enfrentar el desafío religioso/moral, debemos apelar a la verdad revelada por Dios en las Escrituras. Abordaremos ambos aspectos del problema del mal en este ensayo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es útil también distinguir entre dos tipos del aspecto filosófico o apologético del problema del mal. El primero, es el desafío lógico a la creencia en Dios. Este desafío dice que es irracional y, por lo tanto, imposible creer en la existencia de un Dios bueno y poderoso en base a la existencia del mal en el mundo. El desafío lógico es planteado usualmente en forma de una declaración del siguiente tipo:</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Un Dios bueno destruiría el mal.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Un Dios todopoderoso podría destruir el mal.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El mal no está siendo destruido.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por lo tanto, es imposible que exista tal Dios bueno y poderoso.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es lógicamente imposible creer que tanto el mal como un Dios bueno y poderoso existan en la misma realidad, porque tal Dios ciertamente podría destruir el mal, y lo haría.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por otro lado, el desafío de la evidencia arguye que, si bien puede ser racionalmente posible creer que tal Dios existe, es altamente improbable o inverosímil que exista. Tenemos evidencia de tanto mal que aparentemente no tiene ningún propósito y de una intensidad tan horrorosa. ¿Por qué razón válida un Dios bueno y poderoso permitiría la cantidad y el tipo de males que vemos alrededor nuestro?</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Estos temas son de una naturaleza extremadamente importante - no sólo al tratar de defender nuestra creencia en Dios, sino también al vivir nuestras vidas cristianas.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>El Problema Lógico del Mal</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Hemos señalado que hay dos aspectos del problema del mal: el aspecto filosófico o apologético y el religioso o emocional. Señalamos también que dentro del aspecto filosófico hay dos tipos de desafíos a la creencia en Dios: el lógico y el de la evidencia.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">David Hume, el filósofo del siglo dieciocho, expresó el problema lógico del mal cuando preguntó acerca de Dios, "¿Está Él dispuesto a impedir el mal, pero no puede? Entonces es impotente. ¿Puede hacerlo pero no está dispuesto? Entonces es maligno. ¿Está a la vez dispuesto a hacerlo y puede hacerlo? ¿Dónde está el mal?" (Craig, 80). Cuando el escéptico desafía la creencia en Dios en base al problema lógico del mal, está sugiriendo que es irracional o imposible lógicamente creer en la existencia simultánea de un Dios bueno y poderoso y en la realidad del mal y del sufrimiento. Sería imposible que tal Dios permitiera que existiera el mal.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La clave para la resolución de este conflicto aparente está en reconocer que cuando decimos que Dios es todopoderoso no estamos sugiriendo que Él sea capaz de hacer cualquier cosa imaginable. Es cierto, las Escrituras declaran que "para Dios todo es posible (Mt. 19:26). Pero las Escrituras también dicen que hay algunas cosas que Dios no puede hacer. Por ejemplo, Dios no puede mentir (Tito 1:2). Tampoco puede ser tentado por el pecado, ni puede tentar a otros para que pequen (Stg. 1:13). En otras palabras, Él no puede hacer nada que esté "fuera de carácter" para un Dios justo. Tampoco puede hacer nada que esté fuera de carácter para un ser racional en un mundo racional. Ciertamente, ni aun Dios puede "deshacer el pasado," o crear un triángulo cuadrado, o hacer que lo falso sea verdadero. Él no puede hacer lo que es irracional o absurdo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Y es en base a esto que llegamos a la conclusión que Dios no podría eliminar el mal sin hacer que fuera simultáneamente imposible lograr otros objetivos que son importantes para Él. Ciertamente, para que Dios pudiera crear seres en su misma imagen, que fueran capaces de mantener una relación personal con El, deberían ser seres capaces de amarlo libremente y de seguir Su voluntad sin compulsión. El amor o la obediencia con cualquier otra base no serían amor u obediencia, sino simple acatamiento. Pero las criaturas que son libres para amar a Dios también deben ser libres para odiarlo o ignorarlo. Las criaturas que son libres para seguir Su voluntad también deben ser libres para rechazarla. Y cuando las personas actúan en formas que están fuera de la voluntad de Dios, esto da como resultado último grandes males y sufrimiento. Esta línea de pensamiento se conoce como "la defensa de la libre voluntad" con relación al problema del mal.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pero ¿qué podemos decir del mal natural - el mal que resulta de los procesos naturales tales como terremotos, inundaciones y enfermedades? Aquí, es importante reconocer primeramente que vivimos en un mundo caído, y que estamos sujetos a desastres naturales que no habrían ocurrido si el hombre no hubiera escogido rebelarse contra Dios. Aun así, es difícil imaginarnos cómo podríamos funcionar como criaturas libres en un mundo muy diferente del nuestro - un mundo en que los procesos naturales consistentes nos permiten predecir con alguna certeza las consecuencias de nuestras decisiones y acciones. Tome la ley de gravedad, por ejemplo. Este es un proceso natural sin el cual no podríamos funcionar como seres humanos y, sin embargo, en ciertas circunstancias es capaz también de provocar grandes daños.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por cierto, Dios puede destruir el mal - pero no sin destruir la libertad humana, o un mundo en que puedan funcionar criaturas libres. Y la mayoría de las personas concuerda que esta línea de razonamiento contesta exitosamente el desafío del problema lógico del mal.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>El Problema de la Evidencia del Mal</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si bien la mayoría de las personas está de acuerdo en que un Dios bueno y poderoso es racionalmente posible, no obstante muchos arguyen que la existencia de tal Dios es improbable debido a la naturaleza del mal que vemos en el mundo que nos rodea. Concluyen que si existiera tal Dios es altamente improbable que pudiera permitir la cantidad y la intensidad del mal que vemos en nuestro mundo. Un mal que frecuentemente parece ser de una naturaleza tan absurda.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Esta objeción no debe ser tomada en forma liviana, porque es abundante la evidencia en nuestro mundo del mal de una naturaleza tan horrorosa que es difícil a veces comprender qué función podría cumplir. Con todo, si bien éste aspecto del problema del mal es difícil, una reflexión cuidadosa nos mostrará que hay respuestas razonables a este desafío.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ciertamente es difícil para nosotros entender por qué Dios permitiría que ocurran ciertas cosas. Pero simplemente porque encontremos difícil imaginarnos qué razones podría tener Dios para permitirlas no significa que no existan tales razones. Es completamente posible que tales razones estén no sólo más allá de nuestro conocimiento actual sino también más allá de nuestra capacidad actual de comprender. Un niño no siempre comprende las razones que están detrás de todo lo que su padre le permite o no le permite hacer. Sería irreal que nosotros pretendiéramos entender todas las razones de Dios en las cosas que Él permite que sucedan. No entendemos plenamente muchas cosas del mundo en que vivimos - lo que está detrás de la fuerza de gravedad, por ejemplo, o la función exacta de las partículas subatómicas. Y, sin embargo, creemos en estas realidades físicas.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Más allá de esto, sin embargo, podemos sugerir posibles razones para que Dios permita algunos de los males horrorosos que ciertamente existen en nuestro mundo. Tal vez haya personas que nunca se darían cuenta de su dependencia total de Dios si no experimentaran el dolor intenso en la vida (Sal. 119:71). Tal vez haya propósitos que Dios quiere lograr entre sus criaturas angélicas o demoníacas que requieren que sus criaturas humanas experimenten algunas de las cosas que sufrimos (Job 1-2). Podría ser que el sufrimiento que experimentamos en esta vida sea de alguna forma una preparación para nuestra existencia en la vida venidera (2 Cor. 4:16-18). Aun fuera de la revelación de las Escrituras, todas estas son razones posibles detrás del permiso de Dios para el mal. Y, de todos modos, la mayoría de las personas está de acuerdo en que hay mucha más bondad en el mundo que maldad - por lo menos la suficiente bondad como para hacer que la vida valga la pena ser vivida.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Al responder al desafío a la creencia en Dios basado en la intensidad y la aparente falta de propósito de gran parte del mal en el mundo, debemos tener en cuenta también toda la evidencia positiva que apunta a Su existencia: la evidencia de diseño en la naturaleza, la evidencia histórica a favor de la confiabilidad de las Escrituras y de la resurrección de Jesucristo. A la luz de la totalidad de la evidencia, ciertamente no puede probarse que no haya suficientes razones para que Dios permita la cantidad de mal que vemos en el mundo... o aun que sea improbable que existan tales razones.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>El Problema Religioso del Mal - Parte I</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pero la existencia del mal y del sufrimiento en nuestro mundo plantea más que un problema meramente filosófico o apologético. Plantea también un problema religioso y emocional muy personal para la persona que está soportando una gran prueba. Si bien nuestra experiencia dolorosa puede no desafiar nuestra creencia en que Dios existe, lo que puede estar en riesgo es nuestra confianza en un Dios que podamos alabar y amar libremente y en cuyo amor podamos sentirnos seguros. Podemos hacer mucho daño cuando tratamos de ayudar a un hermano o hermana que está sufriendo, tratando solamente con los aspectos intelectuales de este problema, o cuando buscamos solaz para nosotros de esta forma. Mucho más importante que las respuestas acerca de la naturaleza de Dios es una revelación del amor de Dios - aun en medio de la prueba. Y, como hijos de Dios, no tiene la misma importancia lo que decimos acerca de Dios como lo que hacemos para manifestar su amor.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Primero, es evidente a partir de las Escrituras que cuando sufrimos no es antinatural experimentar el dolor emocional, ni es poco espiritual expresarlo. Es de destacarse, por ejemplo, que hay prácticamente la misma cantidad de salmos de lamentación como salmos de alabanza y agradecimiento, y estos dos sentimientos se encuentran mezclados en muchos lugares (cf. Salmos 13, 88). Por cierto, el salmista nos alienta a "derramar nuestros corazones ante Dios" (Sal. 62:8). Y, cuando lo hacemos, podemos estar seguros que Dios entiende nuestro dolor. Jesús mismo sintió agudamente el lado doloroso de la vida. Cuando Juan el Bautista fue decapitado se dice que "se retiró a un lugar desierto y apartado" obviamente acongojado por su pérdida (Mt. 14:13). Y cuando murió su amigo Lázaro, se registra que Jesús lloró abiertamente ante su tumba (Jn. 11:35). Aun cuando estaba comprometido a seguir la voluntad de su Padre hasta la cruz, confesó estar lleno de tristeza en el alma al contemplarla (Mt. 26:38). Con razón Jesús fue llamado "varón de dolores, experimentado en quebranto" (Is. 53:3); y nosotros seguimos en sus pasos cuando reconocemos sinceramente nuestro propio dolor.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Cruzamos la raya, sin embargo, de la pena al pecado cuando permitimos que nuestra congoja apague nuestra fe en Dios, o cuando seguimos el consejo que le ofreció la esposa a Job cuando le dijo que "maldijera a Dios y se muriera" (Job 2:9b).</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En segundo lugar, cuando sufrimos deberíamos obtener alguna consolación de la reflexión sobre las Escrituras que nos aseguran que Dios conoce y se preocupa por nuestra situación, y promete estar con nosotros para consolarnos y sostenernos. El salmista nos dice que "cercano está Jehová a los quebrantados de corazón" (Sal. 34:18), y que cuando andemos por "el valle de sombra de muerte" es cuando su presencia nos es prometida en forma especial (Sal. 23:4). Hablando a través de su profeta, Isaías, el Señor dijo, "¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti" (Is. 49:15). ¡Él se ocupa más de nosotros que una mujer que está amamantando a su hijo! Es de Aquél que conocemos como el "Padre de misericordias y Dios de toda consolación" que habla Pedro cuando nos invita a echar nuestra ansiedad sobre Él, "porque Él tiene cuidado de nosotros" (1 Pedro 5:7). ¡Nuestros cuidados son su preocupación personal!</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>El Problema Religioso del Mal - Parte II</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Hemos señalado que cuando golpea el sufrimiento no es ni antinatural experimentar el dolor emocional ni poco espiritual expresarlo. Pero también señalamos que cuando golpea el sufrimiento debemos apresurarnos a reflexionar sobre el carácter de Dios y en las promesas que Él da a aquellos que están pasando por una gran prueba. Ahora queremos concentrarnos en una de las grandes verdades de la Palabra de Dios - que aun en la prueba severa Dios está obrando todas las cosas en conjunto para el bien de aquellos que lo aman (Rom. 8:28). Este no quiere sugerir que el mal es bueno de alguna forma. Pero sí significa que debemos reconocer que aun en lo que es malo Dios está obrando para lograr sus buenos propósitos en nuestras vidas.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">José dio evidencia de haber aprendido esta verdad cuando después de años de sufrimiento inexplicable debido a la traición de sus hermanos pudo decirles, "Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien" (Gen. 50:20). Si bien Dios no hizo que sus hermanos lo traicionaran, no obstante pudo usar esta circunstancia para favorecer sus buenas intenciones.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Esta es la gran esperanza que tenemos en medio del sufrimiento, que en una forma más allá de nuestra comprensión, Dios puede hacer que el mal se vuelva contra sí mismo. Y es debido a esta verdad que podemos encontrar gozo aun en medio de la pena y el dolor. El apóstol Pablo se describió a sí mismo como "entristecido, mas siempre gozoso" (2 Cor. 6:10). Y se nos aconseja que nos regocijemos en la prueba, no porque la aflicción sea motivo de gozo (no lo es) sino porque en ella Dios puede encontrar una oportunidad para producir lo que es bueno.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¿Cuáles son algunos de esos buenos propósitos que promueve el sufrimiento? En primer lugar, el sufrimiento puede proveer una oportunidad para que Dios despliegue su gloria - para hacer evidente su misericordia, su fidelidad, su poder y su amor en medio de circunstancias dolorosas (Jn. 9:1-3). El sufrimiento también puede permitirnos dar prueba de la autenticidad de nuestra fe, y hasta puede servir para purificar nuestra fe (1 Pedro 1:7). Como en el caso de Job, nuestra fidelidad en la prueba muestra que lo servimos a Él no simplemente por los beneficios que ofrece, sino por el amor a Dios mismo (Job 1:9-11). Las pruebas severas también proveen una oportunidad para que los creyentes demuestren su amor unos por otros como miembros del cuerpo de Cristo que "sobrellevan los unos las cargas de los otros" (1 Cor. 12:26; Gal. 6:2). Por cierto, como ha dicho D. A. Carson, "las experiencias de sufrimiento... engendran compasión y empatía..., y nos hacen más capaces de ayudar a otros" (Carson, 122). Al ser consolados por Dios en nuestra aflicción, somos más capaces de consolar a otros (2 Cor. 1:4). El sufrimiento también juega un papel clave en desarrollar las virtudes piadosas, y en disuadirnos del pecado. Pablo reconoció que su "aguijón en la carne" sirvió para alejarlo de la jactancia y promovió una verdadera humildad y dependencia de Dios (2 Cor. 12:7). El salmista reconoció que su aflicción había acrecentado su determinación de seguir la voluntad de Dios (Sal. 119:71). Aun Jesús "por lo que padeció aprendió la obediencia (Heb. 5:8). Como hombre, Él aprendió por la experiencia el valor de someterse a la voluntad de Dios, aun cuando fuera la cosa más difícil del mundo de hacer.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Finalmente, el mal y el sufrimiento pueden despertar en nosotros un hambre mayor por el cielo y por aquel tiempo cuando los propósitos de Dios para estas experiencias puedan haberse cumplido finalmente, cuando el dolor y la pena hayan concluido (Ap. 21:4).</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Recursos para Seguir Estudiando</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Blocker, Henri. Evil and the Cross (El Mal y la Cruz). Tr. by David G. Preston. Downers Grove: InterVarsity Press, 1994.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Briggs, Lauren. What You Can Say...When You Don't Know What to Say: Reaching Out to Those Who Hurt (Lo Que Puedes Decir... Cuando No Sabes Qué Decir: Alcanzando a los Que Están Dolidos). Eugene, OR: Harvest House Publishers, 1985.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Carson, D.A. How Long, O Lord? Reflections on Suffering and Evil (¿Cuánto Tiempo Más, Oh Señor? Reflexiones Sobre el Sufrimiento y el Mal). Grand Rapids: Baker Book House, 1990.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Craig, William Lane. No Easy Answers: Finding Hope in Doubt, Failure, and Unanswered Prayer (Sin Respuestas Fáciles: Cómo Encontrar Esperanza en la Duda, el Fracaso y la Oración No Contestada). Chicago: Moody Press, 1990.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Dobson, James. When God Doesn't Make Sense (Cuando Lo Que Hace Dios No Tiene Sentido). Wheaton: Tyndale House Publishers, 1993.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Dunn, Ronald. When Heaven is Silent: Live by Faith, Not by Sight (Cuando El Cielo Está en Silencio: Vivir por Fe, No por Vista). Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1994.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Feinberg, John S. The Many Faces of Evil: Theological Systems and the Problem of Evil (Los Muchos Rostros del Mal: Los Sistemas Teológicos y el Problema del Mal). Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1994.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Ferguson, Sinclair B. Deserted by God? (¿Abandonado por Dios?) Grand Rapids: Baker Book House, 1993.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Geisler, Norman L. The Roots of Evil (Las Raíces del Mal). Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1978.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Kreeft, Peter. Making Sense Out of Suffering (Cómo Encontrarle el Sentido al Sufrimiento). Ann Arbor, MI: Servant Books, 1986.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Lockyer, Herbert. Dark Threads the Weaver Needs (Las Hebras Oscuras Que Necesita el Tejedor). Grand Rapids: Fleming H. Revell, 1979.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>McGrath, Alister E. Suffering & God (El Sufrimiento y Dios). Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1995.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><br /></i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i>Plantinga, Alvin C. God, Freedom, and Evil (Dios, la Libertad y el Mal). Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1974.</i></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333399;"><b>Copyright © 1996 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.</b></span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333399;"><b>Traducción: Alejandro Field </b></span></span></div></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-84136246801571967142009-08-24T05:04:00.000-07:002009-08-26T06:01:59.804-07:00John Wycliffe una luz en medio. La reforma antes de la reforma<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlqZgPpZKWlcFxrvNxjLqAzvCvwTt_eYEgSl3fwfkWabFxZgBozJueRewZNH1k8uu6_YVLJH0G15m66MfxpwwIfmNTqoVamWX-ruCV6fZxrf7iHq0-Ic9aT5NvvO4fsFEhvg5GxA/s320/Juan+Wycliffe.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 158px; height: 203px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlqZgPpZKWlcFxrvNxjLqAzvCvwTt_eYEgSl3fwfkWabFxZgBozJueRewZNH1k8uu6_YVLJH0G15m66MfxpwwIfmNTqoVamWX-ruCV6fZxrf7iHq0-Ic9aT5NvvO4fsFEhvg5GxA/s320/Juan+Wycliffe.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">La Reforma antes de la Reforma Cuando Marco Polo comenzaba sus famosos viajes al lejano oriente en 1324, Juan Wycliffe cumplía 4 años de edad. Los Franciscanos radicales estaban denunciando las riquezas del Papado, y el Papa Juan XXII estaba a mediados de su reino. El mundo (como era conocido para los Europeos) estaba en paz; y Roma tenia autoridad final en las vidas de la gente del continente y las islas Británicas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">De Agustín y Constantino hasta el nacimiento de Wycliffe, la Iglesia era el centro de la vida de cada persona. La llamada "edad oscura" (una descripción puramente protestante) era simplemente un periodo de gran calma el cual vino fue producido por el poder de la Iglesia.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"> s</span></span></div><span class="fullpost"><div style="text-align: justify;"><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0);"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">Esto</span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Juan Wycliffe vino al mundo en esta calma; pero las aguas serían pronto movidas y Wycliffe se uniría al "fray". Inglaterra fue entonces envuelta en la guerra de los 100 años con Francia (1339 a 1453). Esta lucha era porque algunos Ingleses estaban cansados de los exorbitantes impuestos que tenían que pagar a la Iglesia; y Francia era el brazo de la Iglesia en la región Entre 1/3 a 1/4 de la tierra de Inglaterra pertenecía a la Iglesia! Este deseo de retener el dinero y re poseer la tierra que los Ingleses veían como de ellos lo trajo en conflicto directo con el papado. El papa quería retener la tierra y el dinero y de esta manera los franceses fueron llamados al servicio, y sirvieron bien. Wycliffe nació en 1320 y estudió Teología en Oxford (murió en 1384).</span></span></div></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Su entrenamiento y disposición le llevó a oponerse a la posesión de la tierra Inglesa por el Papado, en fundamentos religiosos y teológicos más que meramente económicos. Desde 1376 en adelante Wycliffe publicó tratados which denunciaban la secularización de la Iglesia. Esta secularización, el mantenía, no era beneficial ni para la iglesia ni para el Estado. En 1377 el Papa emitió un documento oficial en el cual prohibía la publicación de ciertos escritos en los que se condenaban en 18 tesis los escritos de Wycliffe. La reacción de Wycliffe fue violenta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Comenzó a denunciar al Papa (aunque no el papado contrario a Lutero) en escritos increíblemente recios. Desde 1378 a 1379 Wycliffe publicó su sistema teológico en una serie de tratados. La tesis central de estas obras era que las Escrituras eran el fundamento de toda doctrina. Este fue un punto importante en la historia doctrinal.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Hasta este punto la Tradición había sido puesta lado a lado con las Escrituras como fuente de doctrina; pero Wycliffe disputaba esta noción y Juan Hus de Praga así como Martín Lutero, Huldych Zwingli y Juan Calvino adoptarían el punto de vista de Wycliffe. La doctrina de Wycliffe acerca de la iglesia también fue revolucionaria. El vio la iglesia como una institución espiritual y no política. Por eso la obra pre-reformadora de Wycliffe esta cimentada sobre las doctrinas de la Escritura y la Iglesia. Serían estas controversias doctrinales precisas el combustible que más tarde alimentaría la "Reformación" de Lutero y Zwinglio.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El significado de Wycliffe no puede ser pasado por alto. Su movimiento hacia las Escrituras y la Iglesia como una sociedad espiritual fueron las piedras del fundamento sobre las cuales la "Reforma" sería luego fundamentada. El, además, propuso idea que era controversial. El sugirió que la libertad humana no existía; hasta el punto que todo lo que la persona hacia estaba predeterminado. Su gran enemistad hacia el Papa lo llevó a hacer algunas declaraciones personales extravagantes; y su desconfianza de la naturaleza humana le llevó a completamente deshumanizar la humanidad. Aun así, sin Wycliffe, no podría haber "Reforma". O por ese medio, una traducción Inglesa de la Biblia. La traducción de Wycliffe es bien conocida. Hizo su trabajo de la Vulgata en Latín; dando así al pueblo Inglés la primera traducción de las Escrituras en su propia lengua.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:16;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Su traducción fue consultada por Tyndale, Coverdale, los Obispos, y por su puesto los traductores autorizados. El fue un traductor antes que Lutero; un Teólogo antes que Calvino; y un reformador antes de la Reforma. Después de la muerte de Wycliffe no aparecería otro Reformador antes de la Reforma hasta Juan Hus (1369-1415) En 1414 el papado atento poner final a la división que se acercaba llamando el concilio de Constancia donde Hus fue condenado (y ejecutado en Julio 6, 1415) y también Wycliffe (aunque ya muerto por mucho tiempo) fue censurado. Pero la ola no sería destruida. Las puertas de la inundación abiertas por Wycliffe alcanzarían su fruto en Zwinglio y Lutero</span>. <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 255, 255);">saldra en la pagina al pulsar leer mas</span></span></div></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-11652522969377962672009-08-23T15:13:00.000-07:002009-08-26T06:03:50.781-07:00El graznido del ganso de Bohemia - El testimonio de John Huss<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.uncp.edu/home/rwb/Jan_Hus_at_the_Stake.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 250px; height: 391px;" src="http://www.uncp.edu/home/rwb/Jan_Hus_at_the_Stake.jpg" alt="" border="0" /></a>
<br /><meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 12"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 12"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><link rel="themeData" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx"><link rel="colorSchemeMapping" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:trackmoves/> <w:trackformatting/> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:donotpromoteqf/> <w:lidthemeother>ES</w:LidThemeOther> <w:lidthemeasian>X-NONE</w:LidThemeAsian> <w:lidthemecomplexscript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> <w:splitpgbreakandparamark/> <w:dontvertaligncellwithsp/> <w:dontbreakconstrainedforcedtables/> <w:dontvertalignintxbx/> <w:word11kerningpairs/> <w:cachedcolbalance/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> <m:mathpr> <m:mathfont val="Cambria Math"> <m:brkbin val="before"> <m:brkbinsub val="--"> <m:smallfrac val="off"> <m:dispdef/> <m:lmargin val="0"> <m:rmargin val="0"> <m:defjc val="centerGroup"> <m:wrapindent val="1440"> <m:intlim val="subSup"> <m:narylim val="undOvr"> </m:mathPr></w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" defunhidewhenused="true" defsemihidden="true" defqformat="false" defpriority="99" latentstylecount="267"> <w:lsdexception locked="false" priority="0" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Normal"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="heading 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 7"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 8"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 9"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 7"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 8"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 9"> <w:lsdexception locked="false" priority="35" qformat="true" name="caption"> <w:lsdexception locked="false" priority="10" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Title"> <w:lsdexception locked="false" priority="1" name="Default Paragraph Font"> <w:lsdexception locked="false" priority="11" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtitle"> <w:lsdexception locked="false" priority="22" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Strong"> <w:lsdexception locked="false" priority="20" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="59" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Table Grid"> <w:lsdexception locked="false" unhidewhenused="false" name="Placeholder Text"> <w:lsdexception locked="false" priority="1" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="No Spacing"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" unhidewhenused="false" name="Revision"> <w:lsdexception locked="false" priority="34" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="List Paragraph"> <w:lsdexception locked="false" priority="29" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Quote"> <w:lsdexception locked="false" priority="30" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Quote"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="19" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtle Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="21" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="31" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtle Reference"> <w:lsdexception locked="false" priority="32" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Reference"> <w:lsdexception locked="false" priority="33" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Book Title"> <w:lsdexception locked="false" priority="37" name="Bibliography"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" qformat="true" name="TOC Heading"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:1; mso-generic-font-family:roman; mso-font-format:other; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 0 0 0 0 0;} @font-face {font-family:Calibri; panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1073750139 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin-top:0cm; margin-right:0cm; margin-bottom:10.0pt; margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoPapDefault {mso-style-type:export-only; margin-bottom:10.0pt; line-height:115%;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:10.0pt; mso-para-margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-theme-font:minor-fareast; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Uno de los precursores de la gran reforma del siglo XVI fue un joven profesor checo llamado Juan Huss. Su vida y su muerte fueron una poderosa antorcha que alumbró en las tinieblas, y que anunció la luz más brillante que habría de manifestarse un siglo más tarde.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Juan Huss nació el año 1370. Era originario de Hussenitz, aldea del sur de Bohemia, de la cual tomó su nombre. Se le conoció primero como Juan de Hussenitz, y más tarde simplemente como Juan Huss.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Hijo de un campesino pobre que murió tempranamente, fue criado con mucho esfuerzo por su madre. Su piedad y fervor religioso se manifestaron en él desde su infancia, pues participó como monaguillo y cantó en el coro de la iglesia. Las lecturas piadosas le apasionaban. Cierta noche que leía la vida de san Lorenzo cerca de la chimenea, acercó su mano al fuego para probar hasta dónde sería capaz de soportar los tormentos que Lorenzo había sufrido. ¡Como si anunciase tempranamente la forma en que había de glorificar a Dios!<o:p></o:p></p>
<br /><span class="fullpost" style="font-family:georgia;">
<br /></span><meta equiv="Content-Type" content="text/html; charset=utf-8"><meta name="ProgId" content="Word.Document"><meta name="Generator" content="Microsoft Word 12"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 12"><link style="font-family: georgia;" rel="File-List" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><link style="font-family: georgia;" rel="themeData" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx"><link style="font-family: georgia;" rel="colorSchemeMapping" href="file:///C:%5CDOCUME%7E1%5CADMINI%7E1%5CCONFIG%7E1%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:trackmoves/> <w:trackformatting/> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:donotpromoteqf/> <w:lidthemeother>ES</w:LidThemeOther> <w:lidthemeasian>X-NONE</w:LidThemeAsian> <w:lidthemecomplexscript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> <w:splitpgbreakandparamark/> <w:dontvertaligncellwithsp/> <w:dontbreakconstrainedforcedtables/> <w:dontvertalignintxbx/> <w:word11kerningpairs/> <w:cachedcolbalance/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> <m:mathpr> <m:mathfont val="Cambria Math"> <m:brkbin val="before"> <m:brkbinsub val="--"> <m:smallfrac val="off"> <m:dispdef/> <m:lmargin val="0"> <m:rmargin val="0"> <m:defjc val="centerGroup"> <m:wrapindent val="1440"> <m:intlim val="subSup"> <m:narylim val="undOvr"> </m:mathPr></w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" defunhidewhenused="true" defsemihidden="true" defqformat="false" defpriority="99" latentstylecount="267"> <w:lsdexception locked="false" priority="0" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Normal"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="heading 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 7"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 8"> <w:lsdexception locked="false" priority="9" qformat="true" name="heading 9"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 7"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 8"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" name="toc 9"> <w:lsdexception locked="false" priority="35" qformat="true" name="caption"> <w:lsdexception locked="false" priority="10" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Title"> <w:lsdexception locked="false" priority="1" name="Default Paragraph Font"> <w:lsdexception locked="false" priority="11" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtitle"> <w:lsdexception locked="false" priority="22" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Strong"> <w:lsdexception locked="false" priority="20" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="59" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Table Grid"> <w:lsdexception locked="false" unhidewhenused="false" name="Placeholder Text"> <w:lsdexception locked="false" priority="1" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="No Spacing"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" unhidewhenused="false" name="Revision"> <w:lsdexception locked="false" priority="34" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="List Paragraph"> <w:lsdexception locked="false" priority="29" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Quote"> <w:lsdexception locked="false" priority="30" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Quote"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 1"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 2"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 3"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 4"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 5"> <w:lsdexception locked="false" priority="60" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Shading Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="61" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="62" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Light Grid Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="63" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="64" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Shading 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="65" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="66" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium List 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="67" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 1 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="68" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 2 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="69" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Medium Grid 3 Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="70" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Dark List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="71" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Shading Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="72" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful List Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="73" semihidden="false" unhidewhenused="false" name="Colorful Grid Accent 6"> <w:lsdexception locked="false" priority="19" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtle Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="21" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Emphasis"> <w:lsdexception locked="false" priority="31" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Subtle Reference"> <w:lsdexception locked="false" priority="32" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Intense Reference"> <w:lsdexception locked="false" priority="33" semihidden="false" unhidewhenused="false" qformat="true" name="Book Title"> <w:lsdexception locked="false" priority="37" name="Bibliography"> <w:lsdexception locked="false" priority="39" qformat="true" name="TOC Heading"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:"Cambria Math"; panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4; mso-font-charset:1; mso-generic-font-family:roman; mso-font-format:other; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 0 0 0 0 0;} @font-face {font-family:Calibri; panose-1:2 15 5 2 2 2 4 3 2 4; mso-font-charset:0; mso-generic-font-family:swiss; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:-1610611985 1073750139 0 0 159 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-unhide:no; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; margin-top:0cm; margin-right:0cm; margin-bottom:10.0pt; margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoChpDefault {mso-style-type:export-only; mso-default-props:yes; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:Calibri; mso-fareast-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-fareast-language:EN-US;} .MsoPapDefault {mso-style-type:export-only; margin-bottom:10.0pt; line-height:115%;} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-qformat:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:10.0pt; mso-para-margin-left:0cm; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-theme-font:minor-fareast; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Fue también un joven brillante. Pese a la adversidad que le rodeaba, logró llegar a la Universidad de Praga, en la capital del país. Una vez allí, no sólo fue buen alumno, sino también un buen profesor. Pero más que eso: al poco tiempo fue elegido decano de la Facultad de Filosofía, y luego rector de la Universidad, cuando tenía sólo 31 años de edad. Huss tenía una personalidad muy atractiva, mezcla de inteligencia, seriedad y osadía, que se destacaba entre sus colegas.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Por este tiempo fue nombrado predicador de la capilla “Belén”, un hecho que tiene ribetes muy interesantes. Esta capilla había sido construida por dos laicos, con el expreso deseo de que en ella se predicase la Palabra de Dios al pueblo en lengua común. Cuando estuvo construida, ellos pensaron que nadie mejor que Huss debía predicar en ella.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">La luz llega en un libro<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Poco después ocurrió un hecho que sería decisivo para el resto de su vida: llegaron a sus manos unos libros de Juan Wicliffe, un predicador inglés muy popular en ese tiempo. En un principio, los libros le desconcertaron, pero luego los apreció hasta convertirse en su admirador. Juan Wicliffe reivindicaba con vehemencia la autoridad de las Sagradas Escrituras, al tiempo que denunciaba la corrupción que había en los ambientes religiosos. Su predicación poderosa y sus libros llenos de luz habían llenado de gozo al pueblo, pero habían suscitado también mucho revuelo.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Cuando la luz de la verdad resplandeció en el corazón de Juan Huss, comenzó a predicar en esa misma dirección. Inevitablemente, se granjeó la odiosidad de los religiosos. Aunque el pueblo le escuchaba de buena gana.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Así como Wicliffe había remecido Inglaterra, Juan Huss habría de remecer a Bohemia.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Cuando la autoridad religiosa vio que la luz reformista comenzaba a tomar fuerza, emitió un decreto para intentar suprimir el esparcimiento de los escritos de Wicliffe, sabiendo que esa era la causa de aquel estropicio. Sin embargo, esto surtió un efecto totalmente inesperado porque toda la Universidad se unió a Huss para propagarlos.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Más tarde se le prohibió predicar. Eso no bastó, sin embargo, para callarle, debido al apoyo popular, y al hecho de que la capilla Belén era de propiedad privada. Pronto otros habrían de imitarle, recorriendo los pueblos y aldeas predicando al aire libre.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Poco después fue excomulgado por negarse a ir a Roma. Esto trajo algunas reacciones muy comprensibles para la época: El rey le quitó su apoyo y le desterró de Praga. La misma ciudad, por prestarle apoyo, fue anatemizada.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Ante esto, algunos seguidores le abandonaron, pero otros le siguieron hasta su destierro en su ciudad natal. Muchos acudían a oírle por curiosidad, tal era la popularidad que había alcanzado el “hereje”. Las muchedumbres se maravillaban de que un hombre tan modesto, tan serio y piadoso fuese considerado como un demonio.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Desde su destierro escribía a sus amados feligreses de “Belén” hermosas cartas llenas de ternura y espiritualidad: “Sabed, queridos míos, que si me he separado de vosotros ha sido para seguir el precepto de nuestro Señor Jesucristo, para no dar a los malos ocasión de incurrir en una condenación eterna y para liberar a los buenos de aflicciones ... Pero yo no os he abandonado para renegar de la verdad divina, por la cual, con la asistencia de Dios, deseo morir”. En esos días dio a luz numerosos libros que ayudaron a esparcir la verdad.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">El concilio de Constanza<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Sin embargo, se acercaba el día en que no sólo habría de predicar con sus palabras, sino con su vida toda.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">En noviembre del año 1414, la iglesia de Roma convocó a un Concilio en la ciudad de Constanza, Alemania. Huss fue llamado a comparecer ante él. Contando con el aval del rey y del emperador, sus amigos le dejaron partir. El viaje fue apoteósico. Las cortesías e incluso la reverencia con que Huss se encontró por el camino eran inimaginables. Por las calles que pasaba, e incluso por las carreteras, se apiñaba la gente para expresarle su afecto.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Llegó a Constanza en medio de grandes aclamaciones – casi se puede decir que tuvo una entrada triunfal. Al igual que aquella otorgada a su Maestro algunos siglos anteriores, ésta también habría de ser la antesala de un día muy oscuro para él. No dejaba de asombrarle el trato que se le dispensaba. «Pensaba yo que era un proscrito. Ahora veo que mis peores enemigos están en Bohemia.» La ciudad de Constanza estaba conmovida.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">La iglesia de Roma atravesaba en esos días por uno de sus peores momentos, así que las deliberaciones del Concilio le obligaron a una larga espera. Entre tanto, fue llamado a declarar ante el Papa, que estaba también en la ciudad. Allí, en el palacio papal se le tomó preso, al negarle toda validez al salvoconducto del emperador, aduciéndose que Huss, siendo un “hereje”, no tenía derechos.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Hasta ese día había estado alojado en una casa particular, donde había disfrutado de una relativa tranquilidad. Podía dedicarse con reposo a la lectura y la oración, pero todo eso terminó porque ahora fue encerrado en el calabozo de un convento, cerca del cual pasaba una cloaca pestilente. A los pocos días cayó aquejado de una feroz fiebre. Un amigo noble –Juan de Chlum– intentó ayudarle ante el emperador, pero las órdenes de éste no fueron acatadas. La autoridad religiosa tenía más poder que la autoridad secular.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Sin embargo, detrás de toda esta terrible escena puede verse una Mano maestra que conducía todas las cosas, para dar a la posteridad un ejemplo que imitar, para consolar los corazones oprimidos y para abrir nuevos caminos de libertad. Un hombre era conducido por el camino de la cruz –aunque no con mucha luz todavía– y éste se dejaba llevar dócilmente, tomado de la mano de su Maestro.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Al igual que su Señor, Huss tuvo también un traidor. Uno de sus antiguos amigos encabezó la confabulación de quienes procuraban cazarle y exponerle ante los miembros del concilio.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Durante el encierro experimentó toda clase de privaciones que le trajeron mucho dolor, pero que también suavizaron su carácter impetuoso. En esos días escribía a uno de sus amigos: “Es ahora cuando aprendo a repetir los acentos de los salmos, a orar, a contemplar los sufrimientos de Cristo. En medio de las tribulaciones comprendemos mejor la Palabra de Dios.” Entre tanto, los delegados del concilio intentaban afanosamente quebrantar su voluntad, obteniendo una retractación antes de que éste compareciera a declarar. Ellos temían que Huss hiciera uso de la palabra, tanto como las tinieblas temen a la luz.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">Luz en la cárcel<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Durante su larga permanencia en la cárcel –pues luego fue trasladado, para mayor seguridad, al castillo de Gotleben– la indignación que en otro tiempo solía subir a su corazón cuando era víctima de alguna injusticia, se había trocado en dulzura y humildad. Esta humildad y resignación le ganaron las simpatías hasta de sus mismos carceleros, quienes acudían a pedirle instrucción y consejo. A petición de ellos escribió algunos tratados, como: “Los diez mandamientos”, “La oración dominical”, “El matrimonio”, “Los tres enemigos del hombre” y “Del cuerpo y de la sangre de nuestro Señor Jesucristo”. En las portadas de los tratados puso los nombres de los carceleros a cuya petición los había escrito.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Las cartas escritas por Huss en sus últimos días en la prisión son una de las páginas más heroicas y espirituales de la literatura cristiana. En ella invita a sus amigos a permanecer firmes en sus convicciones y a no buscar vengar su muerte, que ya veía como inminente.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Si le asaltaba algún temor en vista del suplicio con que le amenazaban, tomaba su Biblia y hallaba consuelo en las promesas de Dios. El ejemplo de aquellos que habían sido fieles hasta la muerte le infundía aliento.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Escribía en una de sus cartas: “Hallo consuelo en estas palabras del Salvador: “Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">Testimonio ante los hombres<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">A los nueve meses de estar prisionero, la vida divina que bullía en su interior estaba ya madura para su gloriosa manifestación. Así pues, le llevaron ante el concilio. Trajeron algunos de sus libros y le dijeron si los reconocía como suyos. Luego de examinarlos, dijo:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Míos son, y si alguno de vosotros me hace ver en ellos alguna proposición errónea, la rectificaré con la mejor voluntad.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Empezó la lectura y acusación. Huss quiso responder, pero apenas había dicho una palabra, se levantaron de todas partes clamores tan confusos que fue imposible hacerse oír. Cuando se apaciguó el tumulto, Huss hizo una cita del evangelio, pero le interrumpieron de nuevo. Unos le acusaban, otros se burlaban. Él guardó silencio.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Ved –decían– cómo calla; claro es que ha enseñado estas herejías.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">A lo que él respondió:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Esperaba aquí otro recibimiento; creí que sería escuchado. No puedo dominar tanto ruido, pero si me escucharan, hablaría.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Ese primer día no fue posible seguir la sesión, así que se solicitó que al día siguiente estuviera presente el emperador.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Al día siguiente, ante el emperador, dijo:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Excelentísimo Príncipe: No he venido aquí con la intención de sostener nada tercamente. Si me enseñan cualquier cosa demostrándome ser mejor y más santa que lo que yo he enseñado, estoy pronto a retractarme.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Pero como nadie estuvo dispuesto a emprender semejante demostración, se dio por terminada la sesión.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">En la tercera sesión le presentaron 26 artículos que declararon contrarios al dogma de la Iglesia. Huss reconoció como auténticamente suyos 21 de ellos, y dio algunas explicaciones que no satisficieron al concilio. El emperador lo amenazó con la hoguera, pero Huss contestó que él se atenía a la sentencia de Jesucristo, el Juez Todopoderoso, quien no le juzgaría por falsos testimonios.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">El emperador era uno de los más interesados en obtener la retractación de Huss, a causa del salvoconducto que le había otorgado, pero todo fue en vano. Ni súplicas, ni seducciones, ni amenazas pudieron conmover al valiente testigo de Cristo. El Señor, en su misericordia, hizo que a través de él la luz brillase en ese lugar, pero ellos no pudieron verla.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">El día final<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">El 6 de julio de 1415 fue llevado por última vez al concilio, y como no aceptase retractarse, le humillaron, desnudándole de sus vestidos sacerdotales. Luego le rasparon con una navaja las yemas de los dedos, y en lugar de la tonsura le pusieron en la cabeza una corona piramidal de papel en la que habían pintado unos diablos espantosos con la inscripción: “El heresiarca”.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Molestos, los prelados le dijeron en latín: “Entregamos tu alma al diablo”. Sin embargo, Huss entregó su alma a Dios, agregando:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Yo llevo con alegría esta corona de oprobio por amor del que por mí la llevó de espinas.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Marchó al suplicio seguido de los príncipes, escoltado por ochocientos hombres armados y rodeado de una muchedumbre.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Al pasar delante del palacio episcopal, vio una gran hoguera en la que se quemaban sus libros. Huss sólo sonrió.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;"><b style="">El ganso es sacrificado<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Al llegar al lugar, Huss se arrodilló y repitió algunos salmos. El sacerdote destinado a confesarlo le dijo que abjurara de sus errores, a lo que Huss respondió:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– No me siento culpable de ningún pecado mortal y, pronto a comparecer ante Dios, no compraré la absolución sacerdotal con un perjurio.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Quiso hablar al pueblo en alemán, pero no se le permitió.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Mientras oraba con los ojos alzados al cielo pidiendo el perdón de sus enemigos, se le cayó la corona de papel, pero los soldados la recogieron y se la volvieron a poner, diciendo que debía ser quemado con los diablos a quienes había servido.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Clavaron en tierra una gran estaca a la cual le amarraron con una cadena, y como por casualidad estaba con la cara vuelta al oriente, algunos exigieron que, por ser hereje, le volviesen hacia el occidente. Lo cual hicieron. Al verse así amarrado dijo, sonriente:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Mi Señor Jesús fue atado con una cadena más dura que ésta por mi causa, ¿por qué debería avergonzarme de ésta tan oxidada?<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">El elector palatino le invitó por última vez a retractarse, pero él respondió:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Tomo a Dios por testigo de que nunca he enseñado herejía. Mis discursos y mis escritos han sido hechos con el único fin de arrancar las almas de la tiranía del pecado. Por esto sellaré alegremente hoy con mi sangre la verdad que he enseñado, escrito y publicado y que está confirmada en la Ley divina y por los santos padres.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Luego le dijo al verdugo:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Vas a asar un ganso (“huss” significa ganso en lengua bohemia), pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás ni asar ni hervir”. Estas palabras fueron una profecía que se cumplió en Martín Lutero, quien apareció al cabo de unos cien años, y en cuyo escudo de armas figuraba un cisne.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Al encenderse la hoguera, Huss exclamó:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– Jesús, Hijo del Dios viviente, ten misericordia de mí.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Cuando el fuego ya ardía, una mujer, en un arrebato de fanatismo, se acercó a echar un brazado de leña. Ante lo cual, Huss se limitó a decir, con compasión:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">– ¡Santa sencillez!<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">Luego se puso a cantar un himno con voz tan fuerte y tan alegre, que se oía a través del crepitar de la leña y del fragor de la multitud. Era el graznido del ganso, un canto muy dulce que ha llegado hasta hoy.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-family: georgia;">El calendario indicaba el 6 de julio de 1415. Juan Huss tenía apenas 45 años.</p>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-4979790085086050062009-08-23T13:37:00.000-07:002009-08-23T13:41:00.341-07:00LOS NOMBRES DE DIOS - Paul Washer<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio_YnbzqZRpE5nwmwahyphenhyphenj0XIjgRkwOGK8mognyFt5_5HEkOg7UaIFKR_Y45W_5H6oOpJzXxuTNML_u47U_s9qh-QFkC1NUXb3aM-f5givqKiGT69ejM1k3qCNmqRTIt_YJ6dU/s320/paul+washer2.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 180px; height: 216px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio_YnbzqZRpE5nwmwahyphenhyphenj0XIjgRkwOGK8mognyFt5_5HEkOg7UaIFKR_Y45W_5H6oOpJzXxuTNML_u47U_s9qh-QFkC1NUXb3aM-f5givqKiGT69ejM1k3qCNmqRTIt_YJ6dU/s320/paul+washer2.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">¿Que importancia tiene un nombre?</span><br />En la cultura hebrea, el nombre de una persona no era un mero título, sino una expresión o revelación de la persona. En las Escrituras, encontramos varios ejemplos de esto: Abraham significa “Padre de muchedumbre de gentes” (Génesis 17:5), Jacob significa “el que toma por el calcañar” o “uno que suplanta” (Génesis 25:26; 27:36), Nabal significa “tonto” (I Samuel 25:25), y Bernabé significa “hijo de consolación” (Hechos 4:36).<br /><br />Todos estos nombres reflejan el carácter de los hombres que los llevaron. De una manera similar, el nombre de Dios es inseparable a Su persona y es una revelación fiel de Él. Cada Nombre de Dios expresa alguna verdad acerca de Su carácter y persona.<br /></div><span class="fullpost"><br /></span><span style="font-weight: bold;">Los Nombres de Dios</span><br /><br />En lo siguiente, consideraremos brevemente los nombres de Dios. No hay ejercicios en esta porción de nuestro estudio. Simplemente considera cada nombre cuidadosamente y con mucha oración.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Dios (hebreo: El)</span><br />La palabra el es uno de los más antiguos y comunes nombres de Dios empleados por las gentes semíticas (arameo, hebreo, etc.). El significado exacto de la palabra es incierto. Probablemente denota poder, fuerza, grandeza, y majestad. Este nombre se emplea 208 veces en las Escrituras (Éxodo 34:14; Salmo 19:1; Isaías 43:12).<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Dios (hebreo: Eloah)</span><br />El significado exacto de la palabra eloah es incierto. Probablemente comunica las mismas ideas que el nombre el – poder, fuerza, grandeza, y majestad. La palabra se encuentra 56 veces en el Antiguo Testamento (41 veces en el libro de Job 22:12; 27:3; 27:8; 33:12; 37:22; 40:2).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Dios (hebreo: Elohim)</span><br />La palabra elohim es el primer nombre de Dios que aparece en las Escrituras (Génesis 1:1) y se emplea más veces con referencia a Dios que cualquier otro nombre en las Escrituras (2570 veces). El nombre elohim es probablemente la forma plural de eloah y comunica las mismas ideas de fuerza y poder. En las Escrituras, elohim se traduce de cuatro maneras distintas según el contexto. La palabra puede referirse a: (1) Dios; (2) dioses; (3) ángeles o (4) jueces. El hecho de que elohim es plural es muy importante y tiene dos posibles interpretaciones: Primero, todos los idiomas semíticos emplean el plural para comunicar que algo es excepcional o único. Un pequeño cuerpo de agua se llama “agua”, pero un cuerpo inmenso de agua se llama “aguas.” La palabra plural elohim se emplea con respecto a Dios, no porque hay más que un Dios, sino porque Él es el grande e incomparable Dios, el único Dios verdadero sobre todos los falsos dioses. Segundo, la palabra plural elohim posiblemente denota la pluralidad de personas en la Trinidad.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Dios (arameo: Elah / griego: Theos)</span><br />La palabra aramea elah se traduce “Dios” en el libro de Esdras (4:8-6:18; 7:12-26) y en el libro de Daniel (2:4-7:28). Los dos libros tienen partes escritas en arameo. La palabra griega theos se traduce “Dios” a través de todo el Nuevo Testamento. Ninguno de estos dos nombres contribuyen con algo nuevo a nuestro entendimiento acerca de Dios.<br /><span style="font-weight: bold;">El Altísimo (hebreo: Elyon / Arameo: Illai / Griego: Hupsistos)</span><br />La palabra hebrea elyon se traduce “Altísimo” y denota la supremacía y majestad indescriptible de Dios.<br /><br />En Salmo 97:9, leemos, “Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra: Eres muy ensalzado sobre todos los dioses.” La palabra se emplea 31 veces en las Escrituras. En los pasajes arameos de Daniel (2:4b- 7:28), el nombre “Altísimo” se traduce de la palabra aramea illai. En el Nuevo Testamento, el nombre “Altísimo” se traduce de la palabra griega hupsistos ( Marcos 5:7; Lucas 1:32, 35, 76; 6:35; 8:28; Hechos 16:17; Hebreos 7:1).<br /><span style="font-weight: bold;"><br />El Todopoderoso (hebreo: Shaddai / griego: Pantokrátor)</span><br />La palabra hebrea shaddai se traduce “Todopoderoso”, y denota el infinito poder de Dios. En la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento), la palabra shaddai se traduce pantokrátor (todopoderoso), y en la Vulgata, se traduce omnipotens, de la cual deriva la palabra español “omnipotente”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Señor (Hebreo: Adon, Adonai)</span><br />El nombre Adon denota señorío y posesión. En las Escrituras, cuando el nombre se encuentra en una forma plural [i.e. Adonai] siempre se refiere a Dios. La forma plural denota intensidad – Dios es el absoluto Señor de todo sin excepciones (véase Elohim arriba). El título Adonai denota el Señorío de Dios sobre toda la creación. También comunica mucho acerca de la relación que existe entre Dios y Su pueblo.<br />Como el Dueño y Señor, Él se ha comprometido a Sí mismo a cuidar Su pueblo y suplir sus necesidades.<br />Como siervos del Señor, nos comprometemos a servirle con absoluta obediencia. El nombre Adonai aparece 456 veces en las Escrituras con referencia a Dios.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Jehová (hebreo: Yahweh o Jehovah)</span><br />El nombre Yahweh es el nombre personal de Dios y el que más se emplea en las Escrituras (6825 veces).<br />En hebreo, el nombre se escribe: <span style="font-weight: bold;">YHVH</span> o hwhy. Aunque es incierta, la verdadera pronunciación de la palabra es probablemente Yahveh o Yahweh. La gran mayoría de maestros de la Biblia creen que el nombre Yahweh proviene del verbo hebreo hayáh – “ser” (Éxodo 3:14). El nombre denota la eternidad, inmutabilidad, y unicidad de Dios. Es importante reconocer que el Señor Jesucristo usó este nombre con respecto a Sí mismo (Juan 8:58-59) y así afirmó Su deidad.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Jehová (hebreo: Yah)</span><br />El nombre Yah aparece 48 veces en las Escrituras, mayormente en el libro de Salmos y en la exclamación hallelujah (i.e. “!Alaba Yahweh!” o “!Alaba al Señor!”). La palabra yah también forma parte de varios nombres en las Escrituras: Elías o Elijah – i.e. “Mi Dios es Yahweh” o “Yahweh es Dios.”<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Señor (Griego: kúrios o kyrios)</span><br />Para los griegos, la palabra kyrios podía referirse a un hombre de alta posición y poder, o un ser sobrenatural (i.e. un dios). La palabra se emplea en la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento) para traducir el nombre hebreo Yahweh o Jehová, y en el Nuevo Testamento para comunicar la idea hebrea de Dios como Señor. La palabra se emplea 640 veces en el Nuevo Testamento en referencia a Dios. Es significante que la palabra kyrios se emplea sin reservaciones con referencia a Jesús.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />Señor (griego: despótes)</span><br />La palabra griega despótes denota posesión y señorío absoluto. En su uso más antiguo, el despotés (i.e. déspota) era el amo de la casa que reinaba con autoridad absoluta. Con el tiempo, el término llegó a denotar a una persona de poder ilimitado o una autoridad política y tiránica. Hoy día, el término mayormente se emplea negativamente porque el poder absoluto corrompe a los hombres totalmente. Pero cuando el término se refiere a Dios en la Septuaginta y el Nuevo Testamento, no comunica nada negativo. Dios es el debido Dueño y Señor de todo lo que ha hecho. Su santidad y justicia garantiza que<br />Él siempre ejercerá Su autoridad absoluta con perfecta equidad. El término despotés se emplea seis veces en el Nuevo Testamento con referencia a Dios (Lucas 2:29; Hechos 4:24; II Timoteo 2:21; Apocalipsis 6:10; II Pedro 2:1; Judas 1:4). En II Pedro 2:1 y Judas 1:4, la palabra se emplean específicamente con respecto a Jesucristo.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Una Mirada Más Cercana a Yahweh</span><br />En lo siguiente, consideraremos brevemente los nombres compuestos de Dios que se forman usando el nombre Yahweh. Cada nombre nos dará un entendimiento más grande de la persona y obra de Dios.<br />No hay ejercicios en esta parte de nuestro estudio. Simplemente consideraremos cada nombre cuidadosamente y con mucha oración.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Jehová de los Ejercitos (hebreo: Yahweh-Sabaoth)</span><br />El nombre yahweh-sabaoth representa a Dios como el omnipotente Rey y Guerrero quien reina sobre Su pueblo y los protege. La palabra “ejércitos” puede referirse a: (1) seres angélicos; o (2) los cosmos – el sol, las estrellas, y las fuerzas de la naturaleza. La idea que comunica es que el Señor reina sobre todos los seres y cosas – terrenales, cósmicas o celestiales. Él lleva a cabo Su perfecta voluntad y no hay nadie que se le pueda oponer (Salmo 24:10; Isaías 6:1-5; 31:4-5).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Jehová el Altísimo (hebreo: Yahweh-Elyon)</span><br />El nombre Yahweh-elyon habla de la soberanía, exaltación, y majestad de Yahweh. Dios es el Señor sobre todo y digno de toda adoración y alabanza (Salmo 7:17; 47:2; 97:9).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Jehová Proveerá (hebreo: Yahweh-Jireh)</span><br />Este nombre fue dado a Dios por el patriarca Abraham en Génesis 22:14. En obediencia al mandato de Dios, Abraham ofreció a su hijo Isaac sobre el altar como un sacrificio. Antes que Abraham pudiera matar a su hijo, Dios lo detuvo y proveyó un carnero en su lugar. La redención que Dios proveyó ese día en el monte Moriah motivó a Abraham a llamar el lugar Yahweh-Jireh. Aunque es verdad que Dios es poderoso y fiel para suplir todas nuestras necesidades, el nombre Yahweh-Jireh no es una promesa de la prosperidad económica, sino una promesa de redención del pecado. Nosotros debemos morir por nuestros pecados (Romanos 6:23), pero Yahweh-Jireh ha provisto un sacrificio en nuestro lugar – Su único y amado Hijo. Él es el Cordero que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Es blasfemia enfatizar la prosperidad económica sobre la redención del pecado. Jesús no derramó Su sangre para nuestra ganancia monetaria, sino para la salvación de nuestra alma – la redención de la vida es de gran precio (Salmo 49:8).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El Señor es mi Bandera o Estandarte (Hebreo: Yahweh-Nissi)</span><br />Este nombre fue dado a Dios por Moisés en Éxodo 17:15 después que Dios derrotó el ejercito de Amalec.<br />En los tiempos antiguos, las tropas se unían alrededor de un estandarte o bandera en preparación para la batalla. La verdad que se comunica aquí es que Dios es el Estandarte para Su pueblo. Cuando nos unimos alrededor de Él, nuestra victoria es segura.<br /><span style="font-weight: bold;"></span>El nombre aparece por la primera vez en Éxodo 31:13 y aparece varias veces en el libro de Levítico (20:8; 21:8, 15, 23, 22:9, 16, 32). La palabra “santificar” (heb.: qadash) significa separar algo o alguien de su uso común y consagrarlo o dedicarlo a un propósito especial. El nombre Yahweh-qadesh comunica muchas verdades maravillosas al pueblo de Dios. Dios nos ha separado del resto de los pueblos de la tierra, Él nos ha consagrado para Su servicio, y Él está obrando para conformarnos a Su imagen.<br /><span style="font-weight: bold;"><br />El Señor es Mi Pastor (hebreo: Yahweh-Raah)</span><br />Este nombre se encuentra en uno de los más conocidos y amados capítulos en toda la Escritura – Salmo 23. Para el pueblo de Dios, el nombre Yahweh-raah es uno de los más estimados. Dios es el Pastor de Su pueblo, Él los ama, los alimenta, los guía, y los guarda de sus enemigos (Génesis 48:15; 49:24; Salmo 28:9; Isaías 40:11; Ezequiel 34:12; Miqueas 7:14; Juan 10; Apocalipsis 7:17). En el Nuevo Testamento, Dios está presente en Jesucristo como el Buen Pastor que dio Su vida por Sus ovejas (Juan 10:11).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El Señor Tu Sanador (hebreo: Yahweh-Rafah)</span><br />Este nombre se encuentra en Éxodo 15:26, donde Moisés declara las promesas de Dios a la nación de<br />Israel: ” Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres<br />oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los<br />Egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.” El nombre Yahweh-rafah nos asegura que<br />podemos confiar en el cuidado soberano de Dios. Él nos ha sanado de la mortal enfermedad del pecado y<br />es poderoso para sanarnos físicamente, si por medio de tal sanidad, Su voluntad y gloria pueden ser<br />promovidas.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El Señor es Paz (hebreo: Yahweh-Shalom)</span><br />El nombre se encuentra en Jueces 6:22-24 y comunica uno de los más importantes aspectos de la relación que existe entre Dios y Su pueblo – paz. En este pasaje, Gedeón había visto la asombrosa revelación de Dios a través del Ángel del Señor y estaba convencido que moriría. Tal temor es común cuando el hombre pecador tiene un encuentro con un Dios santo. En el caso de Gedeón y el pueblo de Dios, la gracia de Dios transformó su terror en paz. Esta verdad encuentra su más grande cumplimiento en el Señor Jesucristo quien es nuestra paz (Efesios 2:14).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El Señor está Aquí o Presente (hebreo: Yahweh-Sama)</span><br />El nombre se encuentra en Ezequiel 48:35 donde Dios promete Su presencia en la completa restauración de Su pueblo en los últimos días. La presencia de Dios siempre ha sido una bendición muy especial para el pueblo de Dios. Adán caminó con Dios en Edén antes de su caída y juicio (Génesis 3:8). En Éxodo 33:12-16, Moisés pidió que la presencia de Dios acompañara a Israel en su peregrinaje en el desierto. En I Reyes 8:10-11, Dios bendijo a Su pueblo por medio de llenar el templo con Su presencia. En el Nuevo Testamento, la promesa de la presencia de Dios fue cumplida de una manera perfecta en la persona de Jesucristo. En Él, Dios se hizo carne y habitó entre los hombres (Juan 1:1, 14). En la Iglesia, Dios no solamente mora con Su pueblo, sino en Su pueblo por medio del Espíritu Santo (Juan 14:17). En la consumación de todo, Dios morará con Su pueblo en el cielo nuevo y la tierra nueva (Apocalipsis 21:1-3).<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El Señor Justicia Nuestra (hebreo: Yahweh-Tsidkenu)</span><br />El nombre se encuentra en Jeremías 23:5-6. En este texto, Dios promete que el Mesías salvaría a Su pueblo y reinaría sobre ellos con perfecta justicia. Esta profecía encuentra su cumplimiento perfecto en la persona de Jesucristo. A través de Su vida y sacrificio, Él ha justificado a Su pueblo y reina sobre ellos con perfecta justicia. Nuestra justicia no proviene de nosotros mismos, sino del Señor Jesucristo. Él es Nuestra Justicia.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Los Nombres, Títulos, y Metáforas Divinos</span><br />En lo siguiente, consideraremos los diversos nombres, títulos y metáforas que se emplean en las Escrituras con respecto a Dios. Cada nombre nos dará más entendimiento acerca de la persona y obra de Dios. No hay ejercicios en esta parte de nuestro estudio. Simplemente debes considerar cada nombre cuidadosamente y con mucha oración.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Los Nombres que Reflejan la Gloria y Majestad de Dios</span><br />Dios de los dioses: Deuteronomio 10:17; Salmo 136:2; Daniel 2:47; 11:36<br />Dios de Gloria: Salmo 29:3; Hechos 7:2<br />Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra: Josué 2:11<br />Dios Invisible: Colosenses 1:15<br />Dios Bendito: I Timoteo 1:11<br />Magnífica Gloria: II Pedro 1:17<br />Majestad en los cielos: Hebreos 8:1<br />El Terrible: Salmo 76:11<br />Nombres que Reflejan la Eternidad de Dios (6)<br />Dios Eterno: Génesis 21:33; Deuteronomio 33:27; Isaías 40:28; Romanos 16:26<br />Anciano de Días: Daniel 7:9-10, 13-14, 22<br />Yo Soy: Éxodo 3:13-14; Juan 8:56-58<br />Alfa y Omega: Apocalipsis 1:8; 21:6, 13<br />El Principio y el Fin: Apocalipsis 21:6<br />El Primero y el Postrero: Isaías 41:4; 44:6; Apocalipsis 22:13<br />Nombres que Reflejan la Santidad y Justicia de Dios (6)<br />El Santo: Isaías 40:25; 43:15; Oseas 11:9; Habacuc 1:12<br />Dios Santo: I Samuel 6:20<br />Dios Celoso: Josué 24:19<br />Dios de Juicio: Isaías 30:18<br />Dios Justo: Isaías 45:21<br />Los Nombres que Reflejan el Poder y Soberanía Dios (29)<br />Creador: Romanos 1:25<br />Artífice y Hacedor: Hebreos 11:10<br />Poseedor de los cielos y de la tierra: Génesis 14:19, 22<br />Alfarero: Romanos 9:20-21<br />Poderoso: Lucas 1:49<br />Dios de toda carne: Jeremías 32:27<br />Dios de toda la tierra: Isaías 54:5<br />Dios sobre todos los reinos de la tierra: Isaías 37:16<br />Dios Fuerte: Isaías 9:6;<br />Dios de los cielos, fuerte, grande, y terrible: Nehemías 1:5<br />Dios grande, poderoso, y terrible: Deuteronomio 10:17<br />Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses: Salmo 95:3<br />Rey grande sobre toda la tierra: Salmo 47:2<br />Dios vivo y Rey eterno: Jeremías 10:10<br />Rey de siglos, inmortal, invisible: I Timoteo 1:17<br />Rey desde tiempo antiguo: Salmo 74:12<br />Rey de toda la tierra: Salmo 47:7<br />Rey de las naciones: Jeremías 10:7<br />Rey el cielo: Daniel 4:37<br />Rey de reyes: I Timoteo 6:15; Apocalipsis 17:14; 19:16<br />Señor del cielo: Daniel 5:23<br />Señor de toda la tierra: Salmo 97:5<br />Señor del cielo y de la tierra: Lucas 10:21; Hechos 17:24<br />Señor de los reyes: Daniel 2:47<br />Señor de Señores: Deuteronomio 10:17; Salmo 136:3; I Timoteo 6:15; Apocalipsis 17:14; 19:16<br />Señor de la mies: Mateo 9:37-38<br />Legislador: Isaías 33:22; Santiago 4:12<br />Juez de toda la tierra: Génesis 18:25<br />Nombres que Reflejan el Juicio y Ira de Dios (7)<br />Dios Celoso: Éxodo 20:4-5; Deuteronomio 4:24; Josué 24:19-20<br />Fuego Consumidor: Deuteronomio 4:24; Hebreos 12:29<br />Dios Celoso y Vengador: Nahum 1:2<br />Dios de Retribuciones: Jeremías 51:56<br />Guarda de los hombres: Job 7:20<br />Juez de toda la tierra: Génesis 18:25; Salmo 94:2<br />Nombres que Reflejan la Relación de Dios con Su Pueblo<br />Dios es el único Dios y Creador de Su Pueblo (4)<br />Dios Verdadero: Jeremías 10:10; Juan 17:3<br />Creador: Isaías 43:15; 44:2, 21; 43:7<br />Fiel Creador: I Pedro 4:19<br />Hacedor: Salmo 95:6; 149:2-3; Isaías 54:5<br />Dios es Íntimo con Su Pueblo (11)<br />Padre: Salmo 103:13; Isaías 64:8; Malaquías 1:6; 2:10; Juan 20:17; I Juan 3:1<br />Padre Santo: Juan 17:11<br />Padre Justo: Juan 17:25<br />Padre de misericordias: II Corintios 1:3<br />Padres de las luces: Santiago 1:17<br />Padre de Gloria: Efesios 1:17<br />Padre Celestial: Mateo 6:14<br />Padre de los espíritus: Hebreos 12:9<br />Abba Padre: Romanos 8:15; Gálatas 4:6<br />Marido: Isaías 54:5<br />Dios es el Fiel que Ama y Perdona Su Pueblo (9)<br />Dios de Verdad: Salmo 31:5; Isaías 65:16<br />Dios Fiel: Deuteronomio 7:9<br />Dios Misericordioso: Deuteronomio 4:31<br />Dios Clemente y Misericordioso: Nehemías 9:31; Salmo 86:15<br />Dios Perdonador: Salmo 99:8<br />Dios de Toda Gracia: I Pedro 5:10<br />Dios de Paz: Romanos 15:33; 16:20; I Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:20<br />Dios de Paz y de Caridad: II Corintios 13:11<br />Dios de Toda Consolación: II Corintios 1:3<br />Dios Reina sobre Su Pueblo (5)<br />Rey: Isaías 33:22; 43:15<br />Gran Rey: Salmo 48:2<br />Legislador: Isaías 33:22; Santiago 4:12<br />Juez: Isaías 33:22; James 4:12; 5:9<br />Dios Salva Su Pueblo (9)<br />Redentor: Job 19:25; Salmo 19:14; Isaías 44:24; 54:5; Jeremías 50:34<br />Redentor Perpetuo: Isaías 63:16<br />Libertador: II Samuel 22:2; Salmo 40:17; Salmo 144:2<br />Salvación: Salmo 27:1; 62:1-2; 118:14; Isaías 12:2<br />Salvador: II Samuel 22:3; Isaías 45:21; Lucas 1:47; I Timoteo 1:1; Judas 1:25<br />Salvador de Todos los Hombres: I Timoteo 4:10<br />Fortaleza de mi Salud [i.e. salvación]: Salmo 140:7<br />Dios da Seguridad a Su Pueblo (25)<br />Roca: Deuteronomio 32:4, 31; II Samuel 22:2, 32, 47; Salmo 62:6-7<br />Fortaleza de los Siglos: Isaías 26:4<br />Roca de nuestra Salud [i.e. salvación]: Salmo 95:1<br />Roca de Fortaleza: Salmo 31:1-2; 62:7<br />Peña de Estancia: Salmo 71:3<br />Fortaleza: II Samuel 22:2; Salmo 71:3; 91:2; 144:2<br />Amparo: Salmo 59:16-17<br />Torre de Fortaleza: Salmo 61:3<br />Torre Fuerte: Proverbios 18:10<br />Santuario: Isaías 8:13-14<br />Refugio: Salmo 59:16; 61:3; 62:7; 91:2<br />Refugio en el Tiempo de Aflicción: Jeremías 16:19<br />Amparo contra el Turbión: Isaías 25:4<br />Escondedero: Salmo 119:114<br />Habitación: Salmo 91:9<br />Sombra contra el Calor: Isaías 25:4<br />Defensa: Salmo 59:9<br />Fortaleza de mi Vida: Salmo 27:1<br />Fortaleza al Pobre: Isaías 25:4<br />Fortaleza al Menesteroso en su Aflicción: Isaías 25:4<br />Escudo: Génesis 15:1; II Samuel 22:3, 31; Salmo 3:3; 18:2, 30; 28:7; 115:9-11; 119:114; 144:2;<br />Proverbios 2:7; 30:5<br />Escudo de nuestro Socorro: Deuteronomio 33:29<br />Muro de Fuego: Zacarías 2:5<br />Padre de Huérfanos: Salmo 68:5<br />Defensor de Viudas: Salmo 68:5<br />La Roca de mi Corazón: Salmo 73:26<br />Dios Pelea para Su Pueblo (6)<br />Varón de Guerra: Éxodo 15:3; Isaías 42:13<br />Poderoso Gigante: Jeremías 20:11<br />Espada de nuestra Excelencia: Deuteronomio 33:29<br />Fuego Consumidor: Deuteronomio 9:3<br />León: Isaías 31:4-5<br />Dios Ayuda Su Pueblo (4)<br />Fortaleza: Éxodo 15:2; Salmo 18:1; 28:8; Jeremías 16:19; Habacuc 3:19<br />Ayudador: Salmo 30:10; Hebreos 13:6<br />Apoyo: Salmo 18:18<br />Pronto Auxilio en las Tribulaciones: Salmo 46:1<br />Dios Sostiene Su Pueblo (7)<br />Sol: Salmo 84:11; Malaquías 4:2<br />Sombra: Salmo 121:5; Isaías 25:4<br />Rocío: Oseas 14:5<br />Fuente de Agua Viva: Jeremías 2:13; 17:13<br />Vida: Juan 14:6; Colosenses 3:4<br />Luz: Salmo 27:1; Miqueas 7:8; I Juan 1:5<br />Luz Perpetua: Isaías 60:19-20<br />Dios que Cuida Su Pueblo (10)<br />Dios de la Vista: Génesis 16:7-14<br />Pastor: Salmo 23:1; Isaías 40:11; Ezequiel 34:11-16<br />Príncipe de los Pastores: I Pedro 5:4<br />Gran Pastor de las Ovejas: Hebreos 13:20<br />Buen Pastor: Juan 10:11, 14<br />Labrador: Juan 15:1-2<br />Alfarero: Isaías 64:8; Jeremías 18:1-6<br />Lámpara: II Samuel 22:29<br />Guardador: Salmo 121:5<br />Dios es la Recompensa de Su Pueblo (5)<br />Heredad: Números 18:20; Deuteronomio 10:9; 18:2; Josué 13:33; Ezequiel 44:28<br />Posesión: Ezequiel 44:28<br />Parte: Números 18:20<br />Corona de Gloria: Isaías 28:5<br />Diadema de Hermosura: Isaías 28:5<br />Canción: Éxodo 15:2; Isaías 12:2Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-31697661.post-56230845925724756912009-08-23T13:29:00.000-07:002009-08-23T13:32:50.312-07:00LOS PRIVILEGIOS DEL HIJO - Andrew Murray (1828-1917)<p style="text-align: center;"><span style="color: rgb(102, 0, 255);font-family:Verdana,Arial,Helvetica,sans-serif;font-size:100%;" >“Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas” (Lc.31)</span></p> <p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style=";font-size:100%;" ><span style="color: rgb(0, 0, 102);">Las palabras de este texto son familiares a todos nosotros. El hijo mayor se había quejado y había dicho que aunque su padre hizo un banquete e hizo matar el becerro gordo para el hijo pródigo, a él nunca le había dado ni un cabrito para disfrutar con sus amigos. La respuesta del padre fue: <i>«Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas»</i>. Uno no puede tener una revelación más maravillosa del corazón de nuestro Padre celestial que lo que nos ilustra esto. A menudo hablamos de la maravillosa revelación del corazón del padre en su bienvenida al hijo pródigo, y en lo que hizo para él. Pero aquí tenemos una revelación mucho más maravillosa del amor del padre en lo que él dice al hijo mayor.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Si vamos a experimentar una profundización de la vida espiritual, queremos, por un lado, descubrir claramente cuál es la vida espiritual que Dios quiere que vivamos; y por otro, preguntarnos si estamos viviendo esa vida; y si no, qué nos impide vivirla plenamente.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Este tema se divide naturalmente en tres partes: 1. El alto privilegio de cada hijo de Dios. 2. La baja experiencia de muchos creyentes. 3. La causa de la discrepancia; y el camino a la restauración del privilegio.</span></span></p><div style="text-align: justify;"><br /><br /></div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><b><span style="">1. El alto privilegio de los hijos de Dios.</span></b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" >Tenemos aquí dos cosas que describen el privilegio: Primero, «Hijo, tú siempre estás conmigo» – la comunión constante con su Padre es su porción; y segundo, «Todas mis cosas son tuyas” – todo lo que Dios puede conceder a Sus hijos es de ellos.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><i><span style="">«Tú siempre estás conmigo»</span></i><span style="">; “Yo estoy siempre cerca de ti; tú puedes morar cada hora de tu vida en Mi presencia, y todo lo que tengo es para ti. Soy un padre, con el corazón de un padre amoroso. No quitaré ninguna buena cosa de ti.” En estas promesas tenemos el rico privilegio de la herencia de Dios. En primer lugar, tenemos una continua comunión con Él. Un padre nunca envía a su hijo lejos sin recordarle que lo ama. El padre anhela que su hijo sepa que tiene la luz de su rostro sobre él todo el día; que, si él despide al hijo a la escuela, o a los lugares que la necesidad obliga, ello es con un sentido de sacrificio de los sentimientos paternos. Si esto es así con un padre terrenal, ¿cuánto más Dios? ¿Acaso él no quiere que cada hijo Suyo sepa que constantemente vive en la luz de Su rostro? En esto está el significado de aquella palabra: <i>«Hijo, tú siempre estás conmigo».</i></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" >Este era el privilegio del pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento. Como la Palabra nos dice, <i>«Enoc caminó con Dios»</i>. La promesa de Dios a Jacob era: <i>“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.</i> Y la promesa de Dios a Israel por medio de Moisés fue: <i>«Mi presencia irá contigo, y te daré descanso”</i>. Y en la respuesta de Moisés a la promesa, él dice: <i>«¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?”</i>. La presencia de Dios con Israel era la señal de su separación de otros pueblos. Esta es la verdad enseñada en todo el Antiguo Testamento; y si es así, ¿cuánto más podemos buscarlo en el Nuevo Testamento? Así, encontramos a nuestro Salvador que promete a los que le aman y a quienes guardan Su palabra, que el Padre también los amará, y que el Padre y el Hijo vendrán y harán morada con ellos.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" >Deje este pensamiento entrar en su corazón, que el hijo de Dios está llamado a este bendito privilegio: vivir cada momento de su vida en comunión con Dios. Él está llamado a disfrutar de la luz plena de Su rostro. Hay muchos cristianos –supongo que la mayoría– que parecen considerar toda la obra del Espíritu como limitada a la convicción y a la conversión – no tanto a que Él haya venido para morar en nuestros corazones, y allí revelarnos a Dios. Él no vino a morar cerca de nosotros, sino en nosotros, para que nosotros estemos llenos interiormente. La Palabra nos manda ser «llenos del Espíritu», entonces el Espíritu Santo nos hará manifiesta la presencia de Dios. Esta es la enseñanza de toda la epístola a los Hebreos: el velo está rasgado en dos, y tenemos acceso al Lugar Santísimo por medio de la sangre de Jesús. Entramos en la presencia misma de Dios para que podamos vivir todo el día con esa presencia descansando sobre nosotros. Aquella presencia está con nosotros dondequiera que vamos; y en todas las clases de problemas tenemos el reposo tranquilo y la paz. <i>«Hijo, tú siempre estás conmigo”.</i></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Hay alguna gente que parece pensar que Dios, por alguna soberanía ininteligible, aparta Su rostro. Pero yo sé que Dios ama demasiado a su pueblo como para retirar Su comunión de ellos por cualquier razón. La verdadera razón de la ausencia de Dios de nosotros debe buscarse en nuestro pecado e incredulidad, y no en una supuesta soberanía suya. Si el hijo de Dios anda en la fe y la obediencia, la presencia Divina será disfrutada en una comunión ininterrumpida.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" >Entonces está el siguiente bendito privilegio: «<i>Todas mis cosas son tuyas»</i>. Gracias a Dios, Él nos ha dado a Su propio Hijo; y en su dádiva, Él nos ha dado todas las cosas que están en Él. Él nos ha dado la vida de Cristo, Su amor, Su Espíritu, Su gloria. <i>«Todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.»</i> Todas las riquezas de Su Hijo, el Rey eterno, el Padre las concede a cada uno de Sus hijos. <i>«Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas»</i>. ¿No es eso el significado de todas esas maravillosas promesas dadas en conexión con la oración: <i>“Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará”</i>? Sí, ese es. Esta es la vida de los hijos de Dios, tal como Él mismo nos la ha presentado a nosotros.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><b><span style="">2. La baja experiencia de muchos de nosotros</span></b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">En contraste con este alto privilegio de los creyentes, observa la baja experiencia de muchos de nosotros.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">El hijo mayor vivía con su padre y le había servido esos “tantos años”; pero él se queja de que su padre nunca le dio un cabrito, mientras le dio el becerro gordo a su hermano pródigo. ¿Por qué fue así? Simplemente porque él no lo pidió. Él no creyó que lo obtendría, y por lo tanto, nunca lo pidió, y nunca disfrutó de ello. Él siguió viviendo así en murmuración e insatisfacción permanente; y la nota clave de toda esta vida desgraciada se resume en lo que él dijo. Su padre le dio todo, pero nunca disfrutó de ello; y él echa la culpa entera sobre su amoroso y bondadoso padre. Oh, amados, ¿no es ésta la vida de muchos creyentes? ¿No hablan y actúan muchos de este modo? Cada creyente tiene la promesa de comunión ininterrumpida con Dios, pero dice: «No he disfrutado de ello; me he esforzado y he hecho todo lo posible; he orado por la bendición, pero supongo que Dios no me considera apto para concedérmela.» Pero ¿por qué no? Uno dice, es la soberanía de Dios que retiene la bendición. El padre no retuvo, en su soberanía, sus dones al hermano mayor; ni tampoco nuestro Padre celestial retiene ninguna cosa buena para aquellos que le aman. Él no hace tales diferencias entre Sus hijos. <i>«Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia”</i> era la promesa hecha a todos igualmente en la iglesia en Corinto.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Algunos piensan que estas ricas bendiciones no son para ellos, sino para aquellos que tienen más tiempo para dedicar a la religión y la oración; o piensan que sus circunstancias son tan difíciles, tan especiales, que no podemos ni tener idea de sus muchos obstáculos. ¿Pero usted piensa que si Dios los ha puesto en esas circunstancias no puede hacer abundar Su gracia en proporción a ellas? Ellos admiten que Él podría hacerlo, si obrara un milagro, pero ellos apenas pueden esperar ese milagro. De algún modo, ellos, como el hijo mayor, le echan la culpa a Dios. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">¡Así dicen muchos, cuando les he preguntado si disfrutan de la comunión permanente con Dios: «¡Ay, no! No he sido capaz de alcanzar tal altura; esto es demasiado para mí. Conozco de algunos que lo tienen, y leí sobre ello; pero Dios, por alguna razón, no me lo ha dado.” Pero ¿por qué no? Usted piensa, quizás, que no tiene la misma capacidad para la bendición espiritual que otros tienen. La Biblia habla de un gozo que es «inefable y glorioso» como fruto del creer; de un «amor de Dios (que) ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. ¿Lo deseamos, verdad? ¿Por qué no conseguirlo? ¿Lo hemos pedido? Pensamos que no somos dignos de tal bendición – no somos bastante buenos, y por lo tanto, Dios no nos lo ha dado. ¡Hay entre nosotros muchos más de lo que pensamos –o de los que están dispuestos a admitir– que echan sobre Dios la culpa de su ceguera y alejamiento! ¡Tenga cuidado! ¡Tenga cuidado! ¡Tenga cuidado!</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">¿Y qué de esa otra promesa? El Padre dice: <i>“Todo el que tengo es tuyo”</i>. ¿Usted se está regocijando en las riquezas de Cristo? ¿Usted está consciente de tener un suministro abundante para todas sus necesidades espirituales de cada día? Dios tiene todas las riquezas en abundancia para usted. “¡Usted nunca me dio un cabrito!”. La respuesta es: «Todo lo que tengo es tuyo. Te lo di en Cristo.”</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Querido lector, tenemos pensamientos muy incorrectos acerca de Dios. ¿Cómo es Dios? No conozco ninguna imagen más hermosa e instructiva que la imagen del sol. El sol nunca está cansado de brillar, de derramar sus rayos benéficos sobre los justos y los impíos. Usted podría cerrar las ventanas con persianas o ladrillos, y el sol brillaría sobre ellos igual; aunque nosotros pudiéramos sentarnos en la oscuridad –en la oscuridad completa– el brillo sería exactamente el mismo. El sol de Dios brilla sobre cada hoja; sobre cada flor; sobre cada brizna de hierba; sobre todo lo que brota de la tierra. Todos reciben la riqueza de la luz del sol hasta que ellos lleguen a la perfección y den fruto. ¿El que hizo el sol estará menos dispuesto a derramar Su amor y vida en mí? ¡El sol, cuánta belleza él crea! Y mi Dios, ¿no se deleitará en producir belleza y fructificación también en mí, tal como Él ha prometido hacer? Y aún unos dicen, cuando se les pregunta acerca de por qué ellos no viven en comunión permanente con Dios: «Dios no me lo da, no sé por qué; esta es la única razón que yo puedo darle. Él no me lo ha dado.” ¿Usted recuerda la parábola de aquél que dijo, <i>«Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste”, que pides y exiges lo que no has dado?</i> ¡Oh! Déjenos examinar y preguntar por qué será que el creyente vive una experiencia tan baja.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><b><span style="">3. La causa de la discrepancia entre los regalos de Dios y nuestra baja experiencia</span></b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">El creyente se queja de que Dios nunca le ha dado un cabrito. O bien, si Dios le ha dado alguna bendición, nunca le ha dado una bendición plena. Dios nunca lo ha llenado de Su Espíritu. «Yo nunca –dice– he tenido mi corazón como una fuente, manando los ríos de agua viva prometidos en Juan 7:38”. ¿Cuál es la causa? El hijo mayor pensó que él había servido fielmente esos «tantos años « en la casa de su padre, pero estaba en un espíritu de esclavitud y no en el espíritu de un hijo, entonces su incredulidad lo cegó a la realidad del amor y la bondad del padre, y todo ese tiempo él fue incapaz para ver que su padre estaba dispuesto, no sólo para darle un cabrito, sino cien, o mil cabritos, si él los hubiera pedido. Él simplemente estuvo viviendo en incredulidad, en ignorancia, en ceguera, privándose de privilegios que el padre tenía para él. Si hay una discrepancia entre nuestra vida y el cumplimiento y disfrute de todas las promesas de Dios, es por alguna falla nuestra. Si nuestra experiencia no es lo que Dios quiere que sea, ello es debido a nuestra incredulidad en el amor de Dios, en el poder de Dios, y en la realidad de las promesas de Dios.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">La palabra de Dios nos enseña, en la historia de los israelitas, que la incredulidad de ellos era la causa de sus problemas, y no alguna limitación o restricción de parte de Dios. Como el Salmo 78 dice: </span><i><span style="">“</span><span style="">Hendió las peñas en el desierto, y les dio a beber como de grandes abismos, pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos.”</span></i><span style=""> Aún ellos pecaron dudando de su poder de proporcionarles carne. <i>“Hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?”</i>. Más adelante leemos, en el versículo 41: <i>«Y volvían, y tentaban a Dios, y provocaban al Santo de Israel”</i>. Ellos siguieron desconfiando de Él de vez en cuando. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Cuando llegaron a Cades-Barnea y Dios les dijo que entraran en la tierra que fluye leche y miel donde hallarían descanso, abundancia y victoria, sólo dos hombres dijeron: «Sí; podemos tomar posesión, porque Dios puede darnos la victoria.» Sin embargo, los diez espías, y los seiscientos mil hombres contestaron: «No; nunca podremos tomar la tierra; los enemigos son demasiado fuertes para nosotros.» Fue simplemente la incredulidad lo que les impidió entrar en la tierra prometida.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Si ha de haber alguna profundización en nuestra vida espiritual, debemos descubrir y reconocer la incredulidad que hay en nuestros corazones. Dios nos concede que obtengamos socorro y que lleguemos a ver que es nuestra incredulidad la que ha impedido a Dios hacer su obra en nosotros. La incredulidad es la madre de la desobediencia, y de todos mis pecados y fracasos – mi ira, mi orgullo, mi falta de amor, mi mundanalidad, mis pecados de toda clase. Aunque éstos se diferencien en la naturaleza y la forma, aún así todos ellos vienen de una misma raíz, que es no creer en la libertad y la plenitud del don Divino del Espíritu Santo para morar en nosotros, fortalecernos y llenarnos de la vida y la gracia de Dios todo el día. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Observa, te ruego, al hijo mayor, y pregunta cuál fue la causa de aquella diferencia terrible entre el corazón del padre y la experiencia del hijo. No puede haber ninguna otra respuesta, excepto que fue la incredulidad pecaminosa lo que cegó completamente al hijo a la realidad del amor de su padre.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Querido creyente, quiero decirle que si usted no está viviendo en el gozo de la salvación de Dios, la única causa es su incredulidad. Usted no cree en el poder de Dios todopoderoso, y no cree que Él esté dispuesto, por Su Espíritu Santo, para producir un cambio completo en su vida y capacitarle para vivir en plena consagración a Él. Dios está dispuesto a que usted viva así; pero usted no lo cree. ¡Si los hombres realmente creyeran en el amor infinito de Dios, qué cambio ello produciría! ¿Qué es el amor? Es el deseo de entregarse por el bien del objeto amado – lo contrario del egoísmo, como leemos en 1ª Cor.13: «<i>El amor no busca lo suyo.»</i> La madre está dispuesta a sacrificarse por el bien de su hijo. Así también Dios, en Su amor, está siempre dispuesto a impartir bendición; y Él es omnipotente en Su amor. Esto es verdadero, mis amigos: Dios es omnipotente en amor, y Él está haciendo todo lo posible por llenar cada corazón. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">«Pero si Dios está realmente dispuesto, y si Él es Todopoderoso, ¿por qué Él no lo hace ahora?” Usted debe recordar que Dios le ha dado una voluntad, y por el ejercicio de ella usted puede obstaculizar a Dios, y permanecer conforme, como el hijo mayor, con una vida baja de incredulidad. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Veamos ahora la causa de la diferencia entre la alta y abundante provisión de Dios para Sus hijos, y la experiencia baja y triste de muchos de nosotros en la incredulidad que desconfía y entristece.</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><b><span style="">El camino de la restauración, ¿cómo se realiza?</span></b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Todos conocemos la parábola del hijo pródigo, y sabemos que muchos sermones han sido predicados sobre el arrepentimiento en aquella parábola. Nos dicen que «volviendo en sí, dijo: Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. En la predicación, hablamos de esto como el primer paso de una vida cambiada – conversión, arrepentimiento, confesión, y retorno a Dios. Pero, así como éste es el primer paso para el hijo pródigo, debemos recordar que éste es también el paso a seguir por Sus otros hijos que yerran – por aquellos noventa y nueve «que no necesitan arrepentimiento», o que, por lo menos, así lo piensan. Aquellos cristianos que no entienden cuán mala es su baja vida religiosa deben ser enseñados que esto es pecado – incredulidad, y que es necesario que ellos sean traídos al arrepentimiento tal como el hijo pródigo. </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;" class="MsoBodyText2"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" >Ustedes han oído mucho acerca del arrepentimiento que se predica al inconverso; pero quiero ahora intentar predicarlo a los hijos de Dios. Tenemos un cuadro de muchos hijos de Dios en ese hijo mayor. Lo que el padre le dijo para representarle su amor, un amor no inferior al que sentía por el pródigo, es lo mismo que nos dice a nosotros, que nos conformamos con una vida tan baja: «Tú debes arrepentirte y creer que yo te amo, y que todo lo que tengo es tuyo». Él dice: «Por tu incredulidad tú me has deshonrado, viviendo por diez, veinte, o treinta años, sin creer lo que es vivir en la bienaventuranza de mi amor. Tú debes confesar que me has ofendido en esto, y debes llegar a ser verdaderamente quebrantado, en una contrición de corazón tal como mi hijo pródigo.»</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Hay muchos hijos de Dios que necesitan confesar que, aunque ellos son Sus hijos, nunca han creído que las promesas de Dios son verdaderas o que Él esté dispuesto a llenar sus corazones todo el día con Su presencia bendita. ¿Usted ha creído esto? Si no es así, toda nuestra enseñanza no tendrá ningún provecho para usted. ¿No dirá: “Con el socorro de Dios, comenzaré ahora una nueva vida de fe, y no descansaré hasta saber lo que significa una vida así. Creeré que estoy en la presencia del Padre en cada momento, y que todo lo que Él tiene es mío?”</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="">Que el Señor nuestro Dios produzca esta convicción en los corazones de todos los creyentes fríos. ¿Alguna vez usted ha escuchado la expresión: “una convicción para la santificación”? Usted sabe, el hombre inconverso necesita una convicción antes de su conversión. Así también el cristiano que tiene su entendimiento cegado necesita convicción antes y para la santificación, antes de que él venga a una percepción real de la bienaventuranza espiritual. Él debe ser convencido, por segunda vez, de su vida pecaminosa de dudas, de su carácter iracundo, y de su falta de amor. Él debe ser quebrantado bajo esa convicción; sólo entonces hay esperanza para él. ¡Que el Padre de misericordia conceda tal contrición profunda, para que ellos puedan ser conducidos a la bienaventuranza de Su presencia, y disfrutar de la plenitud de Su poder y amor!</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 102);font-size:100%;" ><span style="" lang="EN-GB">***</span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="font-family: georgia; text-align: justify;"><span style="color: rgb(102, 0, 204);font-size:100%;" ><span style="" lang="EN-GB">Tomado de: “The Deeper Christian life” Traducción: Andrew Webb.</span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0